Huachipato: Que no se apague el Alto Horno del Biobío

Necesitamos avanzar decididamente en articular tres grandes elementos: el mercado global, las necesidades, potencialidades y características territoriales, y una industria ambientalmente responsable y sostenible..

Huachipato: Que no se apague el Alto Horno del Biobío

Autor: El Ciudadano

Por Orleans Romero Melipillán

Luego de 75 años, la siderúrgica integrada de acero Huachipato se ha consolidado en nuestra historia como un orgullo nacional, hija ilustre del desarrollismo de mediados del siglo pasado y factor clave del desarrollo industrial e incluso urbano de Chile y el Biobío. Sin embargo y como metáfora trágica del comienzo del otoño, hoy se anuncia su cierre de operaciones y con ello un final doloroso y ejemplo de lo que han sido para nuestra soberanía industrial las políticas mercantiles neoliberales sin medidas serias de protección con lo que nos es propio y estratégico.

Celebramos por décadas acuerdos comerciales arancelarios casi como deporte político, cosechando cierres de industrias regionales como las textiles, de calzado, de loza y cerámicas, y hoy le toca a nuestro acero. El acero chino, se entierra en el corazón industrial del Biobío como una fría hoja afilada por la incapacidad, a última hora, de nuestra clase política de aplicar salvaguardas, cosa que sí hicieron países como EEUU y la Unión Europea. Para qué hablar de visión de futuro y reconvertir nuestra economía productiva empantanada en los commodities.

Duelen las decenas de miles de trabajadoras y trabajadores que hoy quedan sin empleo directo, y ni hablar de todo el movimiento laboral y económico secundario y terciario que genera una gran industria como Huachipato. Pero ante ello debemos atrevernos a reflexiones que superen el lamento reflejo, y pensar ¿qué tipo de oportunidades y lecciones nos deja esta situación?. Hace ya un par de décadas, distintas voces sociales y políticas han expresado la necesidad de hacer un profundo cambio en la matriz productiva regional (y nacional), tanto por necesidades de abrir mercados como por la urgente demanda de desarrollar industrias dotando de valor agregado a nuestras materias primas, a la vez que sincronizarlas con las necesidades ambientales que hoy impone la crisis climática. Es necesario abrir esa senda.

Necesitamos avanzar decididamente en articular tres grandes elementos: el mercado global, las necesidades, potencialidades y características territoriales, y una industria ambientalmente responsable y sostenible. Nuestra apuesta va en esa dirección, en el sentido que debemos promover el financiamiento e investigación en nuevas fuentes industriales que logren amalgamar lo local, lo global y lo ambiental, en tanto que la gobernanza de tal tríada cuente con una profunda raíz participativa de las comunidades.

Pues creemos por convicción y principios que la economía y el desarrollo de nuestra región y de todo el país, debe ir de la mano con un proceso de democratización en el diseño e implementación de los proyectos, especialmente en los que tienen grandes repercusiones ambientales tanto a los ecosistemas naturales como a las formas y medios de subsistencia de las comunidades. El agónico cierre de la siderúrgica Huachipato marca un punto de inflexión política económica productiva en Chile y el Biobío, por tanto esperamos que la política esté a plomo con estos desafíos, en los que esperamos que la solidaridad y la lealtad con el mundo del trabajo se destaquen indiscutiblemente.

Orleans Romero Melipillán.
Vicepresidente de Solidaridad para Chile


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