Somos Óliver Villa González y Marta Tapia Araya, somos internos de séptimo año de medicina de la Universidad Católica del Norte y estamos realizando nuestro internado (práctica) en el Hospital San Juan de Dios de La Serena.
Hoy 14 de febrero, estando de turno noche en el hospital, nos encontrábamos descansando en la residencia de internos cuando aproximadamente a las 2:30 de la madrugada escuchamos ruidos que venían desde afuera de la residencia. Eran gritos de aparentemente carabineros y un segundo individuo al que perseguían. Escuchamos pasos en la escalera que lleva a nuestra residencia y luego se abrió la puerta. Eran dos personas que entraron apuntándonos con armas de fuego, gritándonos e insultándonos para que nos agachásemos. Al principio pensamos que eran los “patos malos” que estaban buscando, pero al prender ellos la luz nos dimos cuenta que eran carabineros. Mientras los carabineros nos gritaban e insultaban les dijimos que éramos estudiantes de medicina, que estábamos de turno, pero ellos se acercaron hacia donde estábamos, apuntándonos directamente con sus armas, sacaron sus lumas y empezaron a agredirnos físicamente. Nunca intentamos defendernos agrediéndoles y ni siquiera contestándoles con garabatos.
Los carabineros nos pegaron, incesantemente a Óliver y al intentar alejarlos a Marta.
Gritábamos una y otra vez (mientras golpeaban a Óliver en el suelo de la residencia) que éramos estudiantes de medicina en turno, que no estábamos haciendo nada malo y que por favor pararan, pero continuaron. No se detuvieron hasta que entraron dos carabineros más, y recién en ese momento, “aparentemente”, se dieron cuenta que éramos funcionarios y no el tipo que buscaban (a pesar de estar vestidos con uniformes hospitalarios).
Resultamos con diversas heridas: Óliver Villa resultó con múltiples contusiones y fractura de la falange proximal del quinto dedo de la mano; Marta Tapia con un hematoma en el brazo izquierdo y una herida contusa que requirió sutura.
En la profesión que elegimos sabemos que estamos expuestos a muchas cosas, buenas y malas palabras e incluso agresión física. Lo increíble es sufrirlo por parte de aquellos que están en nuestro recinto de trabajo para supuestamente protegernos.
Desconocemos que fue lo que motivó a carabineros a agredir a dos personas en una situación tan vulnerable, pero repudiamos este acto que compromete nuestra integridad física y emocional.
Óliver Villa González
Marta Tapia Araya
Internos Medicina