Según Chomsky, uno de los temas principales en la literatura popular es que «estamos a punto de enfrentar la destrucción por parte de algún terrible enemigo y en el último momento somos salvados por un superhéroe, o una superarma o, en los últimos años, por niños de la escuela secundaria que van a las colinas para ahuyentar a los rusos».
El lingüista asegura que en esta manera de ver las potenciales amenazas «hay un subtema». «Resulta que este enemigo, este horrible enemigo que nos va a destruir, es alguien que estamos oprimiendo. Si regresamos a los primeros años, el terrible enemigo eran los indios», explica Chomsky, citado por ‘The Raw Story’.
«Los colonos, por supuesto, eran los invasores. Sin importar lo que usted piense acerca de los indios, ellos estaban defendiendo su propio territorio». Después de una breve discusión sobre la Declaración de Independencia, Chomsky señala que una de las quejas que figuran en ella es que el rey Jorge «azuzó contra los colonos a los despiadados indios salvajes, cuya forma de guerra era la tortura y la destrucción, y así sucesivamente».
«Bueno, Thomas Jefferson, que fue quien escribió tales cosas, sabía muy bien que los ingleses eran los salvajes y despiadados cuya conocida forma de guerra era la destrucción, la tortura y el terror, y que asumieron el control del país expulsando y exterminando a los nativos. Pero está tergiversado en la Declaración de la Independencia», dijo Chomsky, indicando que este es un ejemplo más de la tesis de Franklin de que los pueblos oprimidos se convierten, en la imaginación popular de los opresores, en el «terrible, impresionante enemigo» empeñado en la destrucción de EE.UU.
Chomsky luego señaló que el siguiente grupo satanizado fueron los esclavos. Se empezó a creer que «iba a haber una revuelta de esclavos y que la población esclava iba a levantarse y a matar a todos los hombres, violar a todas las mujeres, y destruir el país».
«Y se extiende hasta los tiempos modernos, con los narcotraficantes hispanos que van a venir y destruir esta sociedad», dice Chomsky de manera irónica. «Y estos son temores reales, eso es mucho de lo que hay detrás de la extremadamente inusual cultura de las armas en Estados Unidos», dijo el filósofo.
«Tenemos que tener armas para protegernos de las Naciones Unidas, el Gobierno federal, los extranjeros y los zombis, supongo», dijo, continuando con una línea sarcástica.
«Creo que cuando lo desglosas, en gran parte es solo el reconocimiento, en algún nivel de la psique, de que si tienes tu bota en el cuello de alguien hay algo que está mal, y que la gente que estás oprimiendo podría levantarse y defenderse».