El asesinato a mansalva de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo marcó a fuego la memoria de la generación que los vio morir, y la de todas las otras que vinieron después y que enarbolaron el 29 de marzo como el Día del Joven Combatiente.
La conmemoración es un homenaje desde la rabia a aquellos que se levantaron contra la Dictadura Civil Militar encabezada por Pinochet, en todas las poblaciones del país. Es una efeméride de la resistencia, y su latido histórico se hizo canción hace 11 años gracias al rapero Piter Ponx, que en 2013 editó uno de los discos más interesantes de hip-hop chileno en aquella década: «Rimbaud vs. Rambo».
El track número 10 de ese trabajo es Vergara Brothers, un frenético rap-rock que homenajea a Eduardo y Rafael con una letra que alterna alaridos con rap certero, sobre el rugido ritmo rockero de una guitarra eléctrica que recuerda los tiernos primeros días de heavy metal.
‘Como un grito… de lágrima fue… lo que cayó… por Eduardo y Rafael… cómo olvidar…’, parte cantando Piter Ponx, cuya poesía acompaña de forma precisa el ritmo persecutor del tema. Y pronto se levanta transmitiendo una épica que bien suena media rokhiana: ‘¿Cual es el monstruo que nos atormenta sin rostro…?‘, pregunta gritando la canción, que termina con la voz de la hermana de Eduardo y Rafael reconstruyendo el asesinato de sus hermanos.
La música chilena más antigua solía dedicar tiempo, letra y armonía a acontecimientos sociales puntuales que vivía el pueblo. Violeta Parra y Víctor Jara son un emblema de aquello, este último, por ejemplo, con canciones como Preguntas por Puerto Montt y ¿Quién mató a Carmencita?, donde se relataban situaciones penosas y trágicas pero que era necesario asimilar como parte de la memoria colectiva.
Vergara Brothers se emparenta con esa tradición popular: el cantor que mantiene en alto el relato del crimen contra uno de los suyos, de los nuestros, de los de todos, para que no se olvide el rostro de quien estuvo detrás de aquello.
Es el recordatorio de la mano que tomó el arma y apretó el gatillo, frase que vale tanto en forma literal como metafórica, pues muchos cómplices civiles del terrorismo de Estado entre 1973 y 1990 siguen activos en la vida pública y política del Chile actual.
Ellos se encargan cada vez que pueden de ensuciar y demonizar la efeméride del 29 de marzo, que siempre, por su carácter de efeméride, debe remitirse al suceso que la originó. En este caso, un asesinato lleno de cobardía, con el claro gesto de la impunidad reinando campante entre los criminales y sus cómplices, hasta el día de hoy.
Escucha Vergara Brothers a continuación:
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