Investigadores descubrieron que el consumo prolongado de aceite frito, especialmente el reutilizado, podría desencadenar trastornos neurológicos, según un estudio en ratones.
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Las ratas expuestas al aceite frito, especialmente el reciclado, exhibieron mayor neurodegeneración en comparación con aquellas que no lo consumieron.
El aceite frito y reutilizado aumenta la acumulación de toxinas e inflamación hepática, lo que daña el colon y afecta el metabolismo lipídico.
La alteración del metabolismo lipídico y la disminución del transporte de DHA, un omega-3 esencial para el cerebro, contribuyen a la neurodegeneración.
Este efecto se observó tanto en las ratas expuestas como en su descendencia.
La suplementación con omega-3 y nutracéuticos como la curcumina podría ayudar a combatir la inflamación hepática y la neurodegeneración inducida por el aceite reutilizado.
Se requieren estudios clínicos en humanos para comprender mejor estos riesgos y sus implicaciones en la salud cerebral.
Este estudio destaca la importancia de reconsiderar el consumo de alimentos fritos en aceite reutilizado para preservar la salud neurológica.
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Foto: Redes
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