¿Cuál es el escenario regional que menos le interesa al Imperialismo y las oligarquías cipayas locales?
Evitando ese porvenir (favorable a los Pueblos y desfavorable a los intereses neoliberales del Imperialismo) están. Esa es la ofensiva que explica los actuales acontecimientos en Venezuela y en Colombia, donde si bien las tácticas locales son distintas; la estrategia es regional, es decir, donde se considera a Colombia y a Venezuela como dos caras inseparables de una misma medalla.
Por ejemplo, la premura y el acelere por derrocar el gobierno de Venezuela, contrasta con la lentitud con la cual se maneja la “necrosis institucional de Colombia”; entregándola a interminables y “exhaustivas investigaciones” para “que caiga todo el peso de la ley sobre los responsables” y todo ese bla-bla-bla electorero y mediático que nadie a estas alturas cree. Creando la ilusión de una Investigaciones inanes que serán realizadas durante años por instituciones igual de necrosadas, corruptas e incompetentes que la institución que van a investigar como la Procuraduría de Ordóñez, la Contraloría de Morelli, o la Fiscalía en su totalidad.
En Venezuela ha quedado claro el panorama: Fascismo violento contra Bolivarismo antiimperialista y antioligárquico de masas. Pero no en Colombia, donde los financiados por del Partido Republicano de los EEUU como Uribe Vélez y sus apéndices, tanto electorales como militares, aún no se han impuesto totalmente sobre los seguidores del Partido Demócrata estadounidense, agrupados por el actual presidente colombiano JM Santos; la oscuridad y la incertidumbre son la norma.
Santos en lugar de cortar por lo sano la “necrosis institucional ”, por ejemplo sacando al ministro de defensa Pinzón (troyano del militarismo uribista y responsable político de lo que está sucediendo en las filas militares bajo sus órdenes directas) y depurar verdaderamente las FFMM colombianas, dando pasos seguros en la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente democrática y popular, como fórmula de concluir el pacto de la Habana y finalizar el conflicto social y armado de Colombia y resolver el problema institucional actual; ha preferido echarse en los brazos de la camarilla clientelista dirigente del partido de Samper y Gaviria, buscando la protección clientelista que ese desprestigiado partido no le podrá brindar en las elecciones por venir, creando un vacío político y abriéndole aún más posibilidades a la lista al senado encabezada por Uribe Vélez. Como quien dice, sin querer queriendo, llevándole agua al molino de su adversario.
ANNCOL insiste en que ante la pugna entre Uribistas y Santistas, que finalmente ha llegado con todo su esplendor al mismísimo seno del Ejército de Colombia, no podrá resolverse en unas elecciones amañadas y manejadas por otras dos instituciones tanto y más corrompidas y necrosadas que las anteriores, como son la Registraduría Nacional, y el Consejo Nacional Electoral de Colombia; sino mediante una trasformación profunda y democrática de Colombia, la que solo es posible mediante una Asamblea Nacional Constituyente, inclusiva amplia, democrática y popular, que es la que se debe convocar ¡Ya¡
Y una preguntica final: Santos ¿en serio cree que con ese Ejército va a ganar la guerra?