Imagen portada: referencial. Sequía en Región de Coquimbo, Monte Patria.
La crisis hídrica en la Región de Coquimbo
Informes emitidos desde enero de este 2024, por la Dirección General de Aguas (DGA), se advierte que siete embalses de la Región de Coquimbo se encuentran en volúmenes menores al 20% de su capacidad. Uno de los que presenta niveles dramáticos es el embalse Cogotí, en la provincia del Limarí, que está a solo un 2% de su capacidad.
Esta emergencia se encuentra asociada a una baja de precipitaciones evidenciada también por la DGA, que en los mismos informes, se advierte sobre siete estaciones de monitoreo en la Región de Coquimbo que dan cuenta de un déficit de lluvias del 100%. Con el correr de los meses la situación ha empeorado.
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A fines de marzo, la Seremi de Salud de Coquimbo a través de una resolución decretó zona de riesgo sanitario en la región y según el documento, la escasez hídrica presenta escenarios peligrosos para la salud humana ya que genera situaciones de riesgo por consumo de agua que eventualmente podría no encontrarse apta para ello, circunstancias que demandan una vigilancia continua de los sistemas de provisión de agua potable para proteger a los habitantes de la región.
Asimismo, la resolución indica que las municipalidades junto con otras instituciones del Estado deberán implementar medidas sanitarias de mitigación, para asegurar el abastecimiento del recurso junto con su saneamiento.
“Nuestra resolución permite también fortalecer los sistemas de promoción de la salud y del cuidado del agua en la región. Por ejemplo, los niños están aprendiendo que cuando se cepillan los dientes hay que cerrar la llave, se les está enseñando a las madres que ocupen potes para lavar la loza, etc (…) la resolución fue dirigida, no sólo a grandes cosas como es la provisión de agua, sino que también va dirigida a la promoción de la salud, de cuidar este vital elemento como región porque nosotros no tenemos una cantidad de agua ilimitada”, detalló la Seremi de Salud de Coquimbo, Paola Salas a Radio Diario Universidad de Chile.
Se teme una catástrofe de proporciones para la región
La presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari, ha advertido sobre la gravedad de la situación, describiéndola como una «catástrofe humanitaria», segú reciente reportaje del diario El Mostrador, escrito por Marco Fajardo. Se discuten medidas para paliar la escasez, como la construcción de desaladoras, la captación de nuevos pozos y la impermeabilización de canales.
En el reportaje, se destaca también lo señalado por el gerente corporativo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Claudio Vásquez, quien afirma que la Región de Coquimbo se enfrenta a un problema de desertificación y aridización, exacerbado por el cambio climático. La escasez de lluvias afecta especialmente a la agricultura, con graves repercusiones en cultivos como uvas, cítricos y hortalizas.
El reportaje de El Mostrado, da cuenta que las comunidades rurales sufren directamente las consecuencias de la sequía. En localidades como Campanario, la falta de agua afecta tanto al consumo humano como al ganado, siendo este último la principal fuente de ingresos para muchas familias. La situación es tan grave que el alcalde de Monte Patria ha solicitado ayuda alimentaria para los niños de escuelas públicas.
La disponibilidad de agua continúa disminuyendo, con embalses críticamente bajos en toda la región. A esto se suma un pronóstico desfavorable para los meses siguientes, con escasas precipitaciones previstas. La subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández, reconoce la urgencia de la situación y anuncia medidas gubernamentales para enfrentarla, incluyendo la construcción de desaladoras y la implementación de acciones de emergencia.
Diputado Cifuentes: “Es injusto que los agricultores continúen pagando contribuciones”
Ante esta crítica realidad, el Presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Ricardo Cifuentes, realizó un llamado al Servicio de Impuestos Internos (SII) para que considere una reducción en las contribuciones agrícolas durante el reavalúo de predios: “La revalorización de los precios agrícolas se vuelve una necesidad imperiosa cuando los canales de distribución de agua operan a un 10% o menos de su capacidad. Es injusto que los agricultores continúen pagando contribuciones basadas en una realidad pasada de abundancia de agua”, dijo a medios locales.
“Es hora de que el gobierno flexibilice las normas de tasación y reconsidere las contribuciones agrícolas para reflejar la escasez actual de agua en nuestros campos”, agregó el diputado por la Región de Coquimbo.
El reciente informe de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), señala que en la provincia de Elqui, el 87% de los regantes son pequeños agricultores que poseen menos de 10 acciones de agua. Estos agricultores enfrentan una situación crítica, con una disminución del 60% en la producción de uva de exportación y una falta de rentabilidad que pone en riesgo su sustento y el futuro de la agricultura en la Región de Coquimbo.
“Ante esta crisis, no podemos quedarnos de brazos cruzados. No podemos permitir que la historia y el arduo trabajo agrícola de generaciones desaparezcan ante nuestros ojos. Es hora de tomar medidas audaces y estructurales que aborden de manera integral esta situación”, cerró el parlamentario.
Planta desaladora anunciada por el Gobierno
El gobierno chileno, encabezado por el Presidente Gabriel Boric, anunció el 15 de enero de este 2024, la licitación de una planta desaladora multipropósito en la Región de Coquimbo, junto con otras medidas para abordar la crisis hídrica en la zona.
La planta, tendría una capacidad de 1.200 litros por segundo, beneficiará a 540.000 personas y se espera que garantice el suministro de agua potable para la conurbación Coquimbo-La Serena, así como para el riego en la región.
El proyecto se inicia como respuesta a la grave sequía que enfrenta la zona, con niveles críticos de agua en los embalses. Según el Presidente Boric, esta planta es parte de un conjunto de medidas para asegurar el acceso al agua y cumplir las promesas hechas a la región.
Cautela por planta: medida sería insuficiente
El anuncio de la planta desaladora ha generado tanto optimismo como cautela entre los especialistas y la comunidad científica. Aunque se reconoce como un avance positivo, se advierte que no será suficiente para abordar completamente la crisis hídrica.
Expertos de la Universidad de Chile proponen medidas adicionales como el cambio en los cultivos, el tratamiento de aguas residuales y la modificación de los derechos de agua para una gestión más eficiente del recurso, lo que fue destacado en un reportaje en Prensa UChile a fines de enero de este 2024.
En la publicación, el director del Centro de Estudios de Zonas Áridas de la Universidad de Chile, Marco Garrido, destaca la importancia de unir tecnologías con estrategias de gestión del agua. Se señala la necesidad de diversificar los cultivos hacia especies que requieran menos agua, así como implementar estrategias agroecológicas. Además, se plantea la modificación de los derechos de agua para incentivar un uso más eficiente del recurso. Se destaca la importancia de desarrollar plantas de tratamiento de aguas residuales para ampliar la disponibilidad de agua para riego de forma sostenible.
María Christina Fragkou, directora del Programa Transdisciplinar de Medio Ambiente e integrante del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2, quien apunta a los potenciales costos que tendrán estas aguas para el consumo humano y la posibilidad de que esta solución encarezca el costo de la vida en la zona. “Las ciudades norteñas que actualmente se abastecen con agua desalinizada, su cuenta de agua es entre tres y cuatro veces más alta en comparación con las ciudades del centro”, afirma la también académica del Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, afirma en la publicación de Prensa UChile.
La crisis hídrica en Coquimbo representa un desafío tanto ambiental como social, afectando especialmente al sector agrícola y a las comunidades con menos recursos económicos. Se reconoce la necesidad de medidas integrales que aborden tanto la disponibilidad como la gestión del agua para garantizar un futuro sostenible en la región.