Conocido como el sacerdote jesuita de la causa mapuche, Luis García-Huidobro es vinculado por la justicia chilena a un ataque incendiario en la Región de la Araucanía.
A través de un comunicado, el exsacerdote, quien renunciara a la congregación Jesuita hace diez años, señala que «no pertenezco, ni he pertenecido en el pasado a la organización WAM». Además, agrega que «ni me siento identificado con sus planteamientos ideológicos y acciones».
«No tengo ninguna relación con el atentado del que se me acusa en la comuna de Carehue», dice, y enfatiza respecto al Fundo Casablanca que «ni sé nada sobre sus propietarios, ni de sus trabajadores, más de lo poco que se dijo en la audiencia» que lo dejó en prisión preventiva el pasado jueves 28 de marzo.
«Confío en que al llegar el juicio pueda desecharse esta falsa o errónea acusación, y yo pueda volver con mi esposa e hijos, de quienes he sido injustamente separado».
Además, hace un llamado a amigos y conocidos con quienes pudo haber tenido contacto en la fecha en la que se produjo el atentado en la comuna de Carahue, Región de La Araucanía.
«Les pido encarecidamente si pudieran revisar sus teléfonos, por si acaso hubiera un comunicación que me pudiera ayudar a demostrar dónde estaba yo ese día 25 de octubre de 2021, o qué estaba haciendo, ya que mi teléfono y computador fueron incautados».
Finalmente, se despide agradeciendo la amable voluntad que han tenido aquellos que han acudido a la protección y resguardo de su familia,
«Muchas gracias a todos quienes han tenido muestras de aprecio y solidaridad con mi esposa e hijos en estos días, les estamos muy agradecidos»