Para demostrar su preparación para la independencia y la soberanía, los saharauis han creado un impresionante gobierno y estado, los cuales operan principalmente en el exilio desde los campamentos de refugiados. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) fue declarada el 27 de febrero de 1976, cuando España abdicó sus responsabilidades legales y renunció a su control sobre el Sáhara Occidental sin organizar un referéndum. En 1982, la Organización de Unidad Africana (OUA) reconoció a la RASD como miembro, reconociendo su condición de gobierno soberano del Sáhara Occidental. Con los años, más de 80 países han reconocido la soberanía de la RASD –incluyendo México y Sudáfrica– aunque algunos han suspendido su reconocimiento a finales de la decada de 1990 y principios del siglo 21.
Desde la firma del alto al fuego en 1991, el Polisario ha entregado cada vez más la administración de los campamentos de refugiados y el movimiento de independencia a la RASD. En un principio lo hicieron después del despliegue de la Minurso en el Sáhara Occidental, esperando un referéndum próximo, y reconociendo así la necesidad de tener un gobierno que ya funcione plenamente. Mientras que continúan sus esfuerzos diplomáticos para lograr el apoyo internacional, el Polisario insiste que la existencia de la RASD compruebe la capacidad de los saharauis para el autogobierno.
La RASD –consagrada en la Constitución Saharaui, la cual fue recientemente actualizada en 2007– se compone de tres poderes de gobierno: un poder ejecutivo con un presidente y 18 ministerios del gobierno, un poder legislativo compuesto por un parlamento de 53 miembros y un poder judicial que aplica una mezcla de derecho occidental e Islámico. Si bien las elecciones para el Parlamento son universales para Saharauis mayores de 18, el Secretario General del Frente Polisario –en la actualidad Mohamed Abdelaziz– es automáticamente nombrado Presidente de la RASD.
“No estamos simplemente construyendo una democracia; estamos construyendo un estado. Estamos educando a gente que nunca antes habían tenido este tipo de gobierno anteriormente.”
–Malainin Lakhal, secretario general de la Union de Periodistas y Escritores Saharauis [Upes]
Los Saharauis se enorgullesen con el nivel de democracia en la RASD. Para ellos, el operar bajo una democracia se basa tanto en las raíces históricas de los consejos tribales saharauis que en los intereses estratégicos en la lucha contra la monarquía. Mucho menos numerosos que los Marroquíes, el Frente Polisario reconoce la necesidad de apoyo de todos los saharauis, por lo que alista su involucracion a través de la participación democrática en la RASD. El Parlamento Saharaui es sitio de intensos debates entre los miembros, muchos de los cuales son más jóvenes y nuevos actores políticos.
Los 18 ministerios ejecutivos Saharaui incluyen: Desarrollo Profesional y de Empleo, Desarrollo Económico, Equipo, Comercio, Cooperación, Medio Ambiente, Transporte, la Rehabilitación de las Zonas Liberadas, Interior, Justicia y Asuntos Religiosos, Salud Pública, Cultura, Educación y Enseñanza, Juventud y Deporte , Defensa, Información y Relaciones Exteriores. Tal vez el ministerio de la RASD más importante de hoy es el Ministerio de Información, el cual dirige un canal de televisión y varias estaciones de radio en los campamentos.También mantiene un sitio Web que publica información sobre el conflicto para una comunidad mundial. Por último, maneja un extenso Archivo Nacional en los campamentos, donde los documentos, fotos, grabaciones y videos tomados desde la fundación del Frente Polisario se almacenan y son digitalizados. Los Archivos Nacionales sirven para cimentar la idea de un verdadero estado independiente y para educar a los jóvenes nacidos en los campamentos de refugiados sobre la historia de la lucha de los saharauis para la soberanía y la libertad.
A pesar de los altos niveles de participación y organización de la RASD, se preguntan si el Sáhara Occidental sería un estado viable. Argumentos en contra de la disposición de la RASD incluyen su capacidad no comprobada en la imposición de impuestos y el extenso territorio que tendría que administrar, en relación con una escasa población y recursos limitados. Sin embargo, los Saharauis han demostrado su capacidad para administrar tres ramas del gobierno, un ejército y cinco campamentos de refugiados, y han estado perfeccionando su democracia parlamentaria durante las últimas tres decadas y media. Los saharauis insisten en que si se les da la oportunidad, crearían el primer país totalmente democrático en el Norte de África.
El Ciudadano