El presidente Gabriel Boric se refirió este jueves a la figura del Negro Matapacos, el popular perro que se convirtió en un ícono de las protestas santiaguinas de la década de 2010 y luego del estallido social de 2019.
En entrevista con la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), el mandatario fue consultado sobre sus cambios de opinión respecto a la institución de Carabineros de Chile, particularmente en lo referente al actuar de la policía uniformada durante el estallido social.
A esto, Boric respondió que «durante el episodio del estallido social se realizaron graves vulneraciones a los derechos humanos que fueron además constatadas por cuatro organismos internacionales. Eso no tiene ningún sentido tratar de desconocerlo o hacer como si no hubiera sucedido».
«Carabineros no estaba preparado para lo que sucedió en 2019 y había habido una desinversión en materia de herramientas policiales y formación (…) Hubieron violaciones a los derechos humanos, yo no me arrepiento de haber levantado la voz en ese momento para decir ‘esto está mal, hay que pararlo‘», agregó.
En ese sentido, el mandatario hizo una reflexión sobre la imagen del Negro Matapacos y señaló que «yo jamás festiné ni me hizo ningún sentido la imagen burda del perro aquel, del perro matapacos, como le llamaban. Ustedes jamás van a encontrar una declaración mía festinando o haciendo gala de aquello».
«Me parece que es ofensiva, me parece que es denigrante y no es la manera que yo entiendo como se tiene que hacer la política», añadió.
Los dichos del mandatario generaron debate en redes sociales, particularmente por parte de quienes recordaron que la figura del perro ganó popularidad durante el movimiento estudiantil de 2011, en el cual Gabriel Boric dirigía la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
Otros también reflotaron fotografías de autoridades de gobierno utilizando la imagen del Negro Matapacos, como la ministra del Trabajo Jeannette Jara, de quien circulan imágenes de la época en que era candidata a la alcaldía de Conchalí y vestía una polera con la leyeneda «Matapacos es mi pastor».