Excandidata a diputada y militante del P. Republicano festina con la tragedia de Putre y los tilda de «mamones»

Lo ocurrido en Putre el pasado fin de semana, hizo recordar la tragedia de Antuco, donde 44 conscriptos y un suboficial perdieron la vida durante una marcha de entrenamiento, poniendo en jaque al Ejército, quien por hoy, al igual que Carabineros, goza de muy buena prensa.

Pese a que aún no están claras las circunstancias en las que falleció el joven Franco Vargas de 19 años mientras realizaba el servicio militar, otras instituciones, además de los medios, tienen los ojos puestos en los 45 conscriptos de la Brigada Motorizada N° 24 «Huamachuco» de la VI División de Putre, quienes presentaron un cuadro infeccioso de origen respiratorio.

En relación a lo anterior, las redes sociales han manifestado señales de apoyo a los afectados y sus familias debido a las deplorables condiciones en la que estaban siendo instruidos, sin embargo, también están quienes piensan todo lo contrario y sacan lo peor de sí para dañar gratuitamente a quienes actualmente la están pasando mal.

Uno de esos ejemplos, es María Verónica Chelita Welkner Ballas. La militante del Partido Republicano, excandidata a concejal por Peñalolén, y excandidata a diputada por el Distrito 9, que compromete a las comunas de Cerro Navia, Conchalí, Huechuraba, Independencia, Lo Prado, Quinta Normal, Recoleta y Renca, se ha hecho «famosa» en redes por su desatinado tuit.

Verónica Welkner, como le gusta que la llamen, dejando de lado su primer nombre, posee un amplio número de seguidores en «X», alcanzando los casi 30 mil seguidores. Gran parte, por no decir todo su contenido se basa en ensalzar a José Antonio Kast y Augusto Pinochet.

El resto es contenido multimedia donde abundan las imágenes y videos en contra del Gobierno y la figura del Presidente de la República, Gabriel Boric.

Con un fuerte lazo hacia lo marcial y la época de la dictadura, la «patriota» demostró no ser tal, luego de referirse a los 45 soldados conscriptos como «mamones», invitándolos a que «¡sean hombres!».