“…Instaurar la democracia económica para que la actividad productiva responda a necesidades y expectativas sociales y no a intereses de lucro personal” Salvador Allende.
En su visionario discurso en Naciones Unidas muy temprano el presidente de Chile, Salvador Allende, describió las injusticias del modelo económico que nos rige hasta hoy: “Un modelo de modernización reflejo que los estudios técnicos y la realidad más trágicas coinciden en demostrar que está condenado a excluir de las posibilidades de progreso, bienestar y liberación social, a más y más millones de personas relegándolas a una vida sub humana”
En ese momento advirtió que las grandes transnacionales llegarían al punto de no responder a ninguna ley, ni Estado y se beneficiarían de la industria armamentística generando conflictos de guerra y destrucción con el objetivo de explotar a los países en desarrollo:
“La misma perspectiva en síntesis que nos ha mantenido en una relación de colonización o dependencia que nos ha explotado en tiempos de guerra fría, pero también en tiempos de conflagración bélica y también en tiempos de paz. A nosotros los países subdesarrollados se nos quiere condenar a ser realidad de segunda clase, siempre subordinada”
Hoy nuestro planeta atraviesa una crisis multidimensional y un período de guerras en distintos continentes con consecuencias fatales para la humanidad.
Prueba de ello es el desgaste de organismos multilaterales como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Corte Penal Internacional. Esto es evidente en la incapacidad para detener la masacre que ejecuta Israel contra Palestina con la complicidad de EE.UU. y la Unión Europea.
Considerando lo anterior, sesionó en el Capitolio de La Habana el II Congreso Internacional sobre los desequilibrios del mundo, las urgencias de paz y desarrollo y la necesidad de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) convocado por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba y la coalición internacional Progresista, con el auspicio del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Mayor de las Antillas.
Líderes políticos, académicos y representantes de gobiernos y movimientos sociales de 25 países, reunidos durante dos días en el Hemiciclo Sur del Capitolio Nacional, reiteraron su solidaridad hacia Cuba al condenar el bloqueo estadounidense y la inclusión del país en la lista de Estados promotores del terrorismo.
Actores de la política latinoamericana y europea, concluyeron que es sustancial garantizar los mecanismos que permitan avanzar hacia la construcción de un mundo multipolar donde se respete el derecho internacional y se garantice la paz mundial.
El Embajador de Bolivia ante la ONU, Diego Pary, señaló que las estructuras a cargo de preservar un desarrollo justo y equitativo entre las naciones están sufriendo una profunda crisis: “Los organismos no cumplen el fin para el cual fueron creados… La ONU opera como en 1945… No hay evolución”
El problema es que el nuevo mundo multipolar que surge con fuerza y se proyecta a través de economías emergentes como los BRICS+ y la Unión Económica Euroasiática (UEE), chocan con un orden internacional obsoleto que responde a las transnacionales manejadas por los intereses de EE.UU. y sus aliados de la Unión Europea.
Países integrantes del BRICS+ como Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y otros actores de la arena internacional proponen un nuevo entendimiento entre los países, basado en el respeto de la carta de Naciones Unidas y el derecho internacional.
Precisamente una de las propuestas hechas en este congreso es fortalecer la cooperación y la solidaridad entre los países en desarrollo a través del relanzamiento del Movimiento de Países No Alineados, el Grupo de los 77 y China, los acuerdos de integración y colaboración económica y política a nivel regional de otros foros como los BRICS+ la Franja y la Ruta de la Seda o la UEE.
Los participantes determinaron que la transformación de las relaciones económicas internacionales es una condición necesaria, pero no suficiente para el progreso de nuestros países; por ello no basta con demandar un efectivo y real Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), también resultan imprescindibles transformaciones socioeconómicas y estructurales domésticas para elevar el nivel de vida de la población.
En este sentido, es de absoluta vigencia el mensaje profético del Presidente Allende en la ONU: “El nuevo cuadro político crea las condiciones favorables para que la comunidad de naciones hagan los años venideros un gran esfuerzo destinado a dar renovada vida y dimensión al orden internacional, dicho esfuerzo deberá inspirarse en los principios de la Carta y en otros que la comunidad ha ido agregando… Seguridad colectivo política, seguridad económico colectivo social y el del respeto universal a los derechos esenciales del hombre, incluyendo los de orden económico social y cultural”
por Florencia Lagos Neumann, La Habana, Cuba, 05.05.2024
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