Con una impactante intervención realizada este lunes frente al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, activistas de la Coordinadora por Palestina hicieron entrega de una carta dirigida al Presidente de la República Gabriel Boric, y al ministro de Relaciones Exteriores Alberto Van Klaveren, en la que solicitan que el Gobierno tome medidas urgentes con respecto al genocidio que está perpetrando el Estado de Israel en contra del pueblo que se encuentra en la Franja de Gaza.
Durante la protesta decenas de personas se apostaron en el frontis de la Cancillería y se tumbaron en el suelo cubiertos con sábanas blancas como si fueran cadáveres de adultos, niños y bebés, portando además carteles que rezaban mensajes como “Los genocidios no se combaten con lindas declaraciones» y “No más comercio de armas probadas en población civil”, entre otros.
Los representantes de la Coordinadora por Palestina solicitaron al Gobierno sumarse a la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y a romper relaciones militares, comerciales y diplomáticas con Israel.
“Durante esta semana, se conmemorarán 76 años desde el inicio de la Nakba, catástrofe en árabe, que no se ha detenido desde la creación del Estado de Israel en 1948. 76 años de ocupación, de apartheid y de limpieza étnica, 76 años de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra perpetrados contra del pueblo palestino. Nakba que Israel pretende consumar con sus ataques en Rafah y en lo que queda del norte de la Franja de Gaza, como una “solución final” cual Alemania nazi, indicaron desde el grupo.
«No podemos seguir legitimando las políticas y prácticas de Israel, manteniendo relaciones con
un Estado terrorista y genocida. Si Chile no actúa para detener el genocidio en los Territorios Palestinos Ocupados, será cómplice de éste”, señaló Tania Melnick, vocera de la Coordinadora por Palestina y de Judíos (as) Antisionistas contra la Ocupación y el Apartheid.
“Venimos desde octubre del año pasado, plegándonos a la lucha internacionalista en solidaridad con Palestina y por un fin al genocidio. Hoy día vemos una nueva ofensiva de Israel en contra del pueblo palestino, con la connivencia y el silencio de la mayoría de los gobiernos del mundo; sin embargo, estos no cuentan con la complicidad de los pueblos. Los pueblos del mundo están movilizados y alzando sus voces desde hace meses y Chile no es la excepción», recordó Pablo Abufom, vocero de la Coordinadora por Palestina y del Movimiento Solidaridad.
«Es por eso que, desde la Coordinadora por Palestina, hacemos un llamado a movilizarnos esta semana, participando de las actividades en conmemoración de la Nakba. Y en Santiago, les invitamos a un acto en solidaridad con la lucha de liberación del pueblo palestino, que se llevará a cabo el día jueves 16 de mayo a las 19:00 horas, en la Plaza de la Constitución”, señaló.
A continuación compartimos la carta entregada por Coordinadora por Palestina en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Señor
Gabriel Boric Font
Presidente de la República de Chile
Presente
Como Coordinadora por Palestina, constituida por más de 130 organizaciones de la sociedad civil y más de 800 activistas por una Palestina libre, nos dirigimos a usted en su calidad de Presidente de la República, en tanto responsable constitucional por las Relaciones Internacionales de Chile, solicitando al Gobierno de Chile, por el intermedio de sus atribuciones, tomar medidas urgentes con respecto al genocidio que está perpetrando el Estado de Israel en contra del pueblo palestino.
Desde el 7 de octubre del 2023, el mundo entero ha sido testigo de los más brutales ataques y masacres que Israel jamás haya cometido contra el pueblo palestino. Ya el 15 de octubre del año pasado, 800 académicos, investigadores y profesionales del derecho internacional estudiosos de conflictos y estudiosos sobre genocidio, publicaron una carta alertando que los ataques cometidos por Israel, tan sólo durante esa semana, podían constituir genocidio.
Han transcurrido 7 meses durante los cuáles Israel ha bombardeado Gaza sin parar. Las Fuerzas de Ocupación han destruido más del 70% de la infraestructura, viviendas, la mayoría de los hospitales, la totalidad de las universidades, escuelas y centros de refugiados de la UNRWA, mezquitas, iglesias, patrimonio arqueológico e histórico y rutas de evacuación, asesinando a más de 35.000 personas. Además de lo anterior, más de 8.000 palestinos están aún desaparecidos bajo los escombros y/o en fosas comunes aún ocultas por parte de la Ocupación. Y más de la mitad de quienes han sido asesinados, son mujeres, niñas y niños.
El 29 de febrero pasado, Israel cometió la “Masacre de la Harina”, asesinando a más de 110 palestinos mientras iban a recoger harina de los camiones de ayuda humanitaria. Israel lleva meses usando el hambre como arma de guerra. Para el 1 de abril, ya habían muerto de inanición y deshidratación 32 palestinos, incluyendo 28 niños. Entre fines de marzo y principios de abril, las Fuerzas de Ocupación Israelíes se retiraron de los hospitales Nasser y Al Shifa, dejando tras de sí fosas comunes con más de 390 cadáveres palestinos. Se encontraron cuerpos mutilados, cuerpos enterrados vivos sujetos a ejecuciones sumarias, incluso algunos aún conectados a tubos de respiración.
Estos actos que son sólo algunos ejemplos, entre muchos más, son graves violaciones a los Derechos Humanos, al Derecho Internacional y al Derecho Humanitario.
Los líderes israelíes han realizado muchas declaraciones abiertamente genocidas, mostrando sus intenciones de expulsar permanentemente al pueblo palestino de sus tierras ancestrales y de exterminar a la población civil en Gaza. El Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, anunció el 7 de octubre que lanzaría una ofensiva prolongada que convertiría los centros urbanos de Gaza, en ese entonces densamente poblados, en escombros. El Presidente Isaac Herzog anunció que, para Israel, “toda la población de Gaza es responsable de las acciones de militantes y, por lo tanto, serán sujetos al castigo colectivo y al uso de la fuerza irrestricta”. Por su parte Yisrael Katz, Ministro de Energía e Infraestructura, dijo que toda la población de Gaza se quedaría sin ninguna gota de agua y que debían abandonar este mundo. Estos son sólo unos pocos ejemplos de los llamados a la exterminación de la población palestina, entre muchos más.
Los crímenes cometidos por parte del Estado de Israel contra el pueblo palestino, así como los actos de negarle a la población el acceso a agua, comida, medicina y combustible, reúnen los criterios para constituir crimen de genocidio, como ya lo ha afirmado la misma Corte Internacional de Justicia.
Los estados partes de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio tienen la obligación de actuar para prevenir el genocidio. Por lo tanto, deben tomar medidas de forma inmediata. Presentar una Declaración de Intervención en apoyo al caso de Sudáfrica contra Israel, es un mecanismo directo para asegurar el cese de los actos de genocidio y para lograr que los autores responsables del genocidio respondan ante la justicia por la comisión de sus crímenes.
En virtud de lo anterior, es que solicitamos formalmente al Gobierno de Chile:
-Presentar una Declaración de Intervención ante la Corte Internacional de Justicia para sumar formalmente a Chile, en la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel, acusándolo de violar sus obligaciones en virtud de la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Genocidio.
-Apoyar las Solicitudes Urgentes de Sudáfrica a la Corte Internacional de Justicia, para que tome medidas adicionales, para proteger al pueblo en Gaza de las graves violaciones de sus derechos por parte de Israel.
-Romper relaciones militares, comerciales y diplomáticas con el Estado de Israel.
Las medidas coercitivas contra Israel son absolutamente necesarias. Ya no basta con condenar a Israel por sus acciones genocidas, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra el pueblo palestino. Es momento de ubicarnos del lado correcto de la historia, llevando a cabo acciones que constituyan un aporte concreto a la presión y al aislamiento internacional de Israel, para que ponga fin a sus crímenes, así como también es necesaria la persecución de responsabilidades y sanciones.
La misma presentación de Chile ante la Corte Internacional de Justicia, el pasado mes de febrero, en audiencia relativa al Dictamen Consultivo sobre la Ocupación Israelí en Territorios Palestinos, fue clara en la posición de Chile respecto del Derecho Internacional, acusando a Israel de ejercer «violaciones sistemáticas» de éste en relación con el pueblo palestino.
Chile no puede permitir que se siga socavando la primacía del derecho internacional, ni ser cómplice del desprecio de Israel hacia los organismos internacionales, cuyo rol es garantizar el respeto de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional. Menos aún puede facilitar, por omisión, la impunidad de la que goza el Estado de Israel ante los ojos de toda la humanidad. ¿Cómo podríamos esperar paz sin justicia?
No actuar para detener el genocidio en los Territorios Palestinos Ocupados, nos convertiría en cómplices.
Durante esta semana, se conmemorarán 76 años desde el inicio de la Nakba, catástrofe que se denomina como tal a partir de la creación del Estado de Israel. 76 años de ocupación, de apartheid y de limpieza étnica, de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra perpetrados contra Palestina. No podemos seguir manteniendo relaciones normales con Israel, legitimando así sus políticas y prácticas como Estado.
Si el Gobierno de Chile hace un llamado a un cese al fuego, pero no exige el enjuiciamiento de Israel, ¿qué hará para detener el exterminio del pueblo palestino?
¿Cuáles son nuestras responsabilidades, como chilenos y como parte de esta humanidad, en la prevención de futuras atrocidades de esta magnitud en otras regiones del mundo?
Saludos cordiales,
Tania Melnick Sainte-Marie y Pablo Abufom Silva, voceros de la Coordinadora por Palestina
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