Desde hace bastantes años, es usual ver en la lista de las personas más ricas del planeta a distintas familias chilenas que concentran un gran número de conglomerados empresariales a su haber.
Sin ir más lejos, en el último ranking Forbes 2024 aparecen seis chilenos cuyas fortunas suman más de US$40 mil millones, US$300 millones más que el año anterior.
Durante el actual gobierno del Presidente Boric, el asedio comunicacional del gran empresariado ha sido una constante a través de columnas y espacios privilegiados en los principales medios de circulación nacional como El Mercurio y La Tercera.
En marzo pasado, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, salió al paso de estos comentarios y apuntó sus dardos contra el economista Klaus Schmidt-Hebbel, quien ha sido particularmente crítico con la gestión del Gobierno, luego que la economía nacional creciera 0,2% en 2023 y no cayera como se estimaba preliminarmente.
«Esto es interesante porque hay un economista de apellido compuesto que sólo la semana pasada dijo que esto iba a ocurrir en 2026 y resulta que ocurrió en enero de este año», subrayó Marcel.
Pese al escenario «catastrófico» que pintan los principales empresarios, los directores de los principales conglomerados económicos del país no registran bajas en sus multimillonarias remuneraciones, al contrario, aumentaron.
Bajo ese contexto, la Fundación Sol detalló que el 1% de Chile lidera el ranking de concentración de la riqueza a nivel continental, posicionándose como uno de los más desiguales del mundo.
En el listado, nuestro país supera a dos gigantes como Brasil y México, cuya población excede con creces a la nuestra. Aún así, el 1% de Chile acumula el 49,8% de la riqueza, mientras que Brasil se lleva la medalla de plata con 48,7% y México se cuelga la de bronce con 47,9%.
En Estados Unidos, por ejemplo, la cuna del neoliberalismo, el 1% más rico acumula el 34,9%. Por su parte, Canadá alcanza el 25,2%. Quien más «empareja la cancha» es Ecuador, ubicándose en la sima del listado con un 23,4%.