La bandera y los traidores

La historia nos enseña a dimensionar nuestros símbolos patrios. El cuadro nos indigna, porque nuestra bandera nos representa a todos.

La bandera y los traidores

Autor: Onel Ortiz

Un cuadro que a los mexicanos nos indigna es la obra que representa el 16 de septiembre de 1847, donde en Palacio Nacional ondea la bandera estadunidense. El cuadro nos recuerda la invasión norteamericana, el Batallón de San Patricio, la Batalla de Chapultepec, los Niños Héroes y las traiciones de la Iglesia, que tuvo como resultado final que nos arrebataran la mitad de nuestro territorio.

La historia nos enseña a dimensionar nuestros símbolos patrios. El cuadro nos indigna, porque nuestra bandera nos representa a todos. Que siempre permanezca en lo alto.

Las elecciones son tiempos de pasiones, de excesos verbales, de desplantes patrióticos. Al calor de la contienda, se dicen cosas sin pensar en sus consecuencias. Ni Xóchilt Gálvez, ni Andrés Manuel López Obrador son traidores a la patria. Es más, nadie en el actual proceso electoral merece o acredita dicho calificativo.

Xóchitl Gálvez y nadie de quienes la acompañaron al Zócalo el domingo y festejaron su desempeño en el tercer debate por la presidencia de la república, son traidores a la patria. Si bien representan un proyecto de Nación diferente, ni siquiera tan diferente, disputan el poder por medios pacíficos y democráticos, sus propuestas son públicas, sus manifestaciones pacíficas, su comportamiento institucional. La afirmación del presidente López Obrador de que la “bandera es de todos, incluso de los traidores a la patria”, fue un exceso, una afirmación inadecuada.

¡Carajo! Xóchitl Gálvez desperdició una magnífica oportunidad para responderle al presidente y elevar el debate. En cambio, también lo acusó de traidor a la patria por haber “entregado el país al narco” y ofrecer como prueba el saludo del presidente a la madre de El Chapo Guzmán. Tuvo la oportunidad para contestarle como una mujer de Estado, por lo menos como Senadora de la República, y le contestó como troll de X.

Andrés Manuel López Obrador llegó al poder de manera democrática. Puede uno estar de acuerdo o no con sus políticas públicas, sus decisiones, acciones y declaraciones. Hay que recordar, una vez más, que López Obrador no tiene una facultad más que sus antecesores, pero tampoco ninguna menos. A la afirmación clásica de Daniel Cosío Villegas, del “estilo personal de gobernar”, habría que agregar el estilo personal de declarar. Declaraciones que han sido sancionadas por el INE o el Tribunal Electoral.

En el frenesí de la recta final de esta larga sucesión, cuando ladran los perros del amanecer, a la hora de la traición y del olvido, como escribió Joaquín Sabina. Cuando un columnista volvió a la carga con la segunda parte del video del hijo de Xóchitl Gálvez ebrio, ahora agrediendo a policías, Beatriz Gutiérrez Müller mando un mensaje al columnista para que bajara dicho contenido. La esposa del presidente vuelve a ser una voz sensata, en medio del desbordamiento de pasiones. Eso pienso yo, ¿usted que opina? La política es de bronce.

@onelortiz

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