Tres Propuestas Urgentes para Mejorar la Seguridad en Nuestro País

Vivimos una crisis de seguridad que amenaza cada ciudad y barrio de nuestro Chile

Tres Propuestas Urgentes para Mejorar la Seguridad en Nuestro País

Autor: El Ciudadano

Vivimos una crisis de seguridad que amenaza cada ciudad y barrio de nuestro Chile. Las causas son múltiples y, frente a los tantos análisis, la realidad sigue siendo sólo una: la gente que se levanta temprano a trabajar, no sabe si va a llegar al trabajo, ni si volverá a su hogar, por la noche. Las balas locas, los sicarios, los motochorros, los narcofunerales, los secuestros, los portonazos y las encerronas, son un riesgo latente que amenaza la seguridad de las familias de nuestra patria.

Para quienes hemos escuchado la angustia de tantas y tantos compatriotas, es un deber hacer propuestas concretas, para que el Gobierno del presidente Boric las evalúe, y las aplique como medida de shock, para controlar esta ola que amenaza con convertirse en un tsunami. De estas conversaciones con la gente y sus dirigentes, y a partir de la experiencia internacional, quiero proponer aquí, 3 medidas fundamentales:

1.- Aumentar ahora las remuneraciones a Carabineros de Chile.

Rafael Correa lo hizo así en Ecuador, y logró, durante su Gobierno, convertirse en el segundo país más seguro de América Latina, detrás de Chile, y lo hizo, por un lado, con proyectos de bienestar y justicia social, pero, además, triplicando los sueldos de la policía. No propongo bonos, sino que un aumento estructural y significativo de los sueldos de las policías. No para sus mandos altos, sino que fundamentalmente para aquellos que están en las tareas de administración, mandos medios y en especial para los policías destinados directamente al control de la seguridad y el orden.

2.- Una nueva política carcelaria

Es fundamental reestructurar la gestión de las cárceles, basándonos en la segregación de los internos según su nivel de compromiso delictivo. Esta estrategia facilitaría la implementación de prisiones modulares destinadas a reclusos de bajo riesgo, permitiendo así que los delincuentes más peligrosos sean ubicados en penales de alta seguridad. Debemos evitar la tentación de proponer soluciones simplistas a problemas complejos, como la construcción de una mega cárcel o establecimientos penitenciarios en islas, que además de enfrentar obstáculos significativos por sus largos tiempos de construcción y aprobación, no abordan la raíz del problema. En cambio, proponemos la construcción inmediata de cárceles modulares que cubran el 30% de la población penal de baja peligrosidad, aproximadamente 15,000 reclusos. Esto no solo liberaría espacio en las cárceles antiguas para su refacción y mejora, sino que también permitiría reasignar estas instalaciones a presos de mediano y alto compromiso delictivo. Este enfoque práctico y rápido podría transformar nuestro sistema penitenciario de manera efectiva.

3.- Levantar el secreto bancario para perseguir el dinero del narco y del crimen organizado

Chile se ha convertido en un autentico paraíso fiscal para el crimen organizado, porque el secreto bancario es un dogma de fe. Es esencial que nuestra lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se centre en el seguimiento del dinero. Recientemente, la derecha ha rechazado una ley crucial destinada a levantar el secreto bancario, perpetuando la percepción de que nosotros, los políticos, somos indulgentes con el crimen organizado. Esto no puede suceder nuevamente. Los ciudadanos de Chile deben estar conscientes de que la oposición a la reforma del secreto bancario equivale a proteger los intereses del crimen organizado, según lo indican numerosos estudios internacionales que muestran una relación directa entre la ausencia de persecución financiera y el auge del crimen organizado y el narcotráfico. Chile no puede continuar siendo un refugio para el lavado de dinero. Además, es crucial enfocarnos en desmantelar el patrimonio económico del narcotráfico y del crimen organizado. Al eliminar sus recursos financieros, debilitaremos significativamente las operaciones de las redes criminales internacionales en nuestro país

Estas tres propuestas no solo son factibles, sino que también tienen el potencial de generar cambios significativos y rápidos en la seguridad de nuestro país. Es momento de actuar con determinación y valentía para construir un futuro más seguro para todos.

Por Marco Enríquez- Ominami


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