Amnistía Internacional Denuncia Nuevos Crímenes de Guerra en Gaza
La organización documenta violaciones sistemáticas del derecho internacional, incluyendo ataques indiscriminados y desplazamientos forzados.
Amnistía Internacional ha emitido un comunicado instando a la Corte Penal Internacional a investigar tres recientes ataques aéreos israelíes en Gaza como crímenes de guerra. Estos ataques, llevados a cabo en abril de 2024, resultaron en la muerte de 44 civiles palestinos, incluidos 32 niños, y constituyen evidencia de una campaña sistemática de crímenes de guerra perpetrada por las fuerzas armadas israelíes en la región durante los últimos siete meses.
«Estos devastadores ataques han diezmado familias y truncado cruelmente la vida de 32 niños y niñas», expresó Erika Guevara-Rosas, directora general de Investigación, Incidencia, Política y Campañas de Amnistía Internacional. La organización ha documentado estos ataques, señalando que no había objetivos militares en las áreas afectadas, lo que sugiere que fueron ataques directos contra la población civil.
El primer ataque, ocurrido el 16 de abril en el campo de refugiados de Al Maghazi, mató a 15 civiles, incluidos 10 niños que jugaban al futbolín. “Los niños y niñas y quienes que estaban alrededor de ellos murieron porque el misil aterrizó muy cerca del futbolín”, contó Mahmud Shanaa, uno de los heridos. Amnistía Internacional verificó el ataque mediante testimonios, análisis de fragmentos de munición y material audiovisual, confirmando que los daños son compatibles con el uso de misiles guiados de precisión lanzados por drones israelíes.
En Rafá, dos ataques en días consecutivos agravaron aún más la situación. El primero, el 19 de abril, destruyó la vivienda de la familia Abu Radwan, matando a nueve de sus miembros, incluidos seis niños. “El misil entró por el tejado, en el tercer piso, y bajó hasta el segundo, donde explotó y mató a todos los que estaban allí”, relató Subhi Abu Radwan, uno de los sobrevivientes. Amnistía Internacional identificó los restos de una bomba MPR 500, fabricada por la empresa israelí IMI, corroborando la gravedad y precisión del ataque.
El segundo ataque en Rafá, el 20 de abril, aniquiló a 20 miembros de la familia Abdelal mientras dormían. Hussein Abdelal, el dueño de la casa, perdió a su madre, dos esposas y diez hijos. “Sigo buscando entre los escombros restos de mi madre y mis hijos. Sus cuerpos quedaron destrozados. Es inhumano”, declaró. Las evidencias fotográficas y los testimonios refuerzan la hipótesis de un ataque indiscriminado y devastador.
Amnistía Internacional también ha destacado que estos ataques son parte de una ofensiva más amplia que ha desplazado forzosamente a casi toda la población de Gaza, con más de un millón de personas actualmente desplazadas. Pese a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y la condena internacional, Israel ha intensificado sus operaciones, mostrando un “cruel desprecio por la vida humana”.
Además de condenar las acciones israelíes, Amnistía Internacional ha documentado violaciones del derecho internacional cometidas por Hamás y otros grupos armados desde octubre de 2023. La organización insta a ambos lados a cesar los ataques indiscriminados y a liberar a todos los rehenes civiles. «La toma de rehenes es un crimen de guerra», subrayó el comunicado, apelando a la responsabilidad y al respeto por el derecho internacional humanitario.
La evidencia presentada por Amnistía Internacional es contundente y requiere una respuesta urgente. La organización ha solicitado formalmente explicaciones al gobierno israelí, que hasta el momento no ha proporcionado respuestas satisfactorias. Este llamado busca justicia para las víctimas y una acción inmediata para prevenir más atrocidades en el conflicto.
Mira a continuación, la publicación completa de Amnistía Internacional: