El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas citó a una reunión de emergencia para este martes 28 de mayo a raíz del brutal bombardeo israelí que dejó al menos 50 muertos en Rafah, incluyendo decenas de refugiados que se habían desplazado al lugar en busca de seguridad.
La reunión del Consejo de Seguridad fue solicitada por Argelia y convocada luego de que Tom Wennesland, coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, pidiera exigiera al gobierno de Benjamín Netanyahu llevar a cabo «una investigación exhaustiva y transparente» sobre el ataque.
Cabe recordar que el bombardeo a Rafah ocurrió dos días después de que el Tribunal Internacional de Justicia ordenara a Israel detener de forma «inmediata» sus operaciones militares en la zona debido a las denuncias de genocidio.
El ataque provocó un incendio que se extendió por el campamento de desplazados de Tel Al-Sultan, al noreste de la ciudad, el cual da refugio a más de un millón de palestinos afectados por la guerra. Según informaron desde las propias Naciones Unidas, el fuego cobró la vida de al menos 50 personas, de las cuales 23 eran mujeres y niños.
Al día siguiente del bombardeo, Netanyahu calificó la muerte de civiles como «un trágico percance» y aseguró que se encuentran investigando lo sucedido. Sin embargo, agregó que no pondrá fin a la guerra hasta alcanzar sus objetivos.
«Quienes dicen que no están preparados para resistir la presión levantan la bandera de la derrota (…) seguiré luchando hasta que se levante la bandera de la victoria. No tengo intención de poner fin a la guerra antes de que se hayan alcanzado todos los objetivos», declaró.
«Si cedemos, la masacre volverá. Si cedemos, le daremos una gran victoria al terrorismo, a Irán», agregó.