El factor Ponce Lerou o cómo el acuerdo Codelco-SQM destruye la tradición nacionalista de la izquierda chilena

El acuerdo que mantendría a SQM explotando litio en el Salar de Atacama hasta 2060 no sólo es lesivo para el tesoro público, sino que también es una cachetada en la cara a los electores del gobierno. Si Salvador Allende y la Unidad Popular pasaron a la historia al haber nacionalizado el cobre, de firmarse el acuerdo con SQM, el gobierno de Boric quedará en la memoria como el que le entregó el Salar de Atacama a los nietos de Pinochet.

El factor Ponce Lerou o cómo el acuerdo Codelco-SQM destruye la tradición nacionalista de la izquierda chilena

Autor: Mauricio Becerra

En la memoria chilena está instalada la nacionalización del cobre, hecha por el gobierno de la Unidad Popular. Dicha política fue estratégicamente promovida por la coalición de izquierda, obligando a la derecha a darle sus votos en el Parlamento. Ante sí tenían una opinión pública consciente del importante valor de los recursos naturales para el desarrollo del país.

El beneficio para las finanzas públicas fue tan evidente, que hasta la dictadura de Pinochet, pese a empeñarse en el remate de las empresas públicas, tuvo resistencias al interior de los mismos militares que se negaron a enajenar la gran industria del cobre, ante las exigencias de los Chicago Boys ávidos por desmantelar el patrimonio público. A lo más consiguieron la entrega de concesiones mineras a transnacionales desde fines de los setenta, pero Codelco no se tocó.

Dicho consenso histórico fue quebrado a comienzos de los noventa con el gobierno de Patricio Aylwin, cuando por ley se obligó a Codelco a enajenar sus minas y los gobiernos de la Concertación invitaron de brazos abiertos la entrada de grandes corporaciones a explotar los recursos mineros. El quiebre se profundiza más aún con la actual coalición de izquierda gobernante, que tiene a la principal figura del Partido Comunista como vocera, quienes salieron a a defender como un evento histórico la renovación del contrato a la empresa de los nietos de Pinochet, que se mantendría controlando el directorio, pese a poseer el 49,99% de las acciones.

La desorientación de los electores de la coalición gobernante ha sido total.

Si el gobierno de Allende asumió con un programa y estrategias claras por hacer para la gran minería, en esa época en manos de empresas norteamericanas, las que fue desarrollando paso a paso, hasta conseguir la unanimidad de los votos para la nacionalización del cobre; el actual gobierno se dejó seducir por los ‘expertos’ fabricados por Cesco, colocando a Willy Kracht, un operador de las mineras que opera en el circuito universitario, en la subsecretaría de Minería.

A poco andar, y a contrapelo del programa original de gobierno, Kracht pergeñó un informe que desestimó la inviabilidad de la modernización de la Fundición Hernán Rivera Lira, haciendo un arbitrario cálculo a 25 años en su rentabilidad; e instaló la política de la ‘complementariedad público-privada’ en la narrativa del gobierno, que no es otra cosa que entregar más espacios de explotación minera a las transnacionales. Allende se revuelca en su tumba.

Luego vino el anuncio de renovar el contrato, que vence en 2030, a SQM para la explotación del Salar de Atacama hasta el año 2060. Gestionado por Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, entrega tanto el control del directorio como el 49,99% de las acciones a la empresa de Ponce Lerou, quien hace pocas semanas estrenó en sociedad a sus sucesores: los nietos del dictador Pinochet.

El economista Julián Alcayaga, autor de varias investigaciones sobre minería, advierte que la actual postura en la materia del gobierno viene desde la campaña de Beatriz Sánchez, cuando asistió a encuentros de la Comisión Económica del Frente Amplio, dirigidas por el actual ministro Nicolás Grau.

“En un encuentro que discutían sobre su programa de gobierno, me llamó la atención que nadie hablara de minería. Era un tema que no sopesaban para nada, así que les dije que la minería en aquel momento representaba el 50% de las exportaciones y que cualquier programa de gobierno debiera considerar dicho ámbito económico. Me pusieron atención y asintieron, pero cuando seguí yendo y planteaba el tema de la nacionalización de los recursos naturales, no lo tomaban en cuenta, no era tema para ellos, estaba excluido desde ese entonces”- cuenta el economista, quien dejó de asistir a esa parroquia.

EL FORMAL DESCUELGUE DEL CENDA

Hoy el descuelgue de las políticas del oficialismo se hace evidente en sectores que en un comienzo fueron entusiastas, aportando con ideas en la conformación de un programa de gobierno; luego aguardaron ansiosos el despliegue de políticas públicas y, poco a poco, al ver que la gestión gubernamental siguió la pauta del Consejo Minero, fueron quedando en silencio para no incomodar la gestión de un gobierno vapuleado por la derecha y los medios masivos.

Sin embargo los diques de contención se están rompiendo ante un gobierno de navega en medio de incertidumbres y acaba siguiendo las orientaciones pauteadas por la derecha económica. Es el caso del Instituto Cenda, ligado al Partido Comunista y gravitante en su producción intelectual y económica. En un comunicado reciente los economistas Hugo Fazio y Manuel Riesco, director y sub-director respectivamente, junto al arquitecto Miguel Lawner, publicaron una carta llamando al gobierno de dejar de insistir ante un Parlamento de derecha para desarrollar su programa y valerse de los instrumentos que tiene el Ejecutivo para el despliegue de políticas públicas.

Un punto central del comunicado es el litio, respecto del que llaman a “utilizar a fondo las considerables atribuciones del ejecutivo para aplicar estrictamente la acertada estrategia nacional del litio anunciada por el Presidente Boric, que reserva su explotación exclusiva a empresas del Estado o sociedades controladas absolutamente por estas. Dicha estrategia ha demostrado su justeza con la firma hace pocos meses del contrato de CORFO con CODELCO, que ha entregado a la estatal la exclusividad sobre la explotación del principal yacimiento del Salar de Atacama”.

Si bien no critican el acuerdo con SQM, lamentan el anuncio reciente del gobierno de entregar 26 salares a mineras extranjeras, “lo cual debe ser rechazado de modo terminante”.

Quien no se anda con remilgos para criticar el acuerdo con SQM es el geólogo José Cabello, para quien la propuesta “tiene una cantidad de bemoles, extraños, en un gobierno que uno considera progresista o democrático. Creo que va a tener un costo muy grande a futuro. Me da la impresión que los del gobierno no reaccionan”.

Considera que pese a toda la campaña en contra de la cuprífera estatal, “Codelco está perdiendo una enorme oportunidad de hacerse cargo del Salar de Atacama. Las condiciones del mercado son bastante favorable y el precio del litio está bastante bien. No hay razón para que no lo asuma en su totalidad”.

Cabello, quien se desempeñó como gerente de nuevos negocios y estrategia minera en BHP Billiton, llama la atención en que “entregar más del 20 por ciento es un regalo. El país merece quedarse con un yacimiento de esa calidad. Ninguna empresa minera cuando tiene esa calidad en tonelaje y ley cede la mitad. Si uno revisa la historia de la industria minera y de las grandes mineras, va a ver que eso no ocurre. Yo no veo a la empresa más grande del mundo, que es BHP Billiton, llame a otra empresa para participar de un yacimiento propio y entregarle casi el 50 por ciento”.

Cabello insiste en decir que sus comentarios son a partir de su experiencia como gerente en una minera, por lo que “aplicando ese criterio como gerente veo que Codelco está perdiendo una gran oportunidad para asumir ese desafío, porque están dadas las condiciones para hacerlo fácil ahora: mercado favorable y buen precio son la situación ideal para que una gran empresa como Codelco. Los precios del cobre son altos, lo que da un respaldo económico para que Codelco lo haga. Tiene más capacidad de riesgo”.

EXIGENCIAS DE LOS SENADORES EN LA ÚLTIMA SEMANA

Llamó la atención la portada del lunes reciente en que se cita al senador Daniel Núñez (PC), quien salió a fustigar la presencia en el directorio de SQM de Ponce Lerou y su familia.

El ex yerno de Pinochet apenas dos días después de haber sido sobreseído por el Caso Cascadas, retomó el control familiar en los directorios a través de los cuales controla SQM, instalando a tres de sus hijos, es decir los nietos de Pinochet.

Luego del caso Cascadas y la corrupción detectada en los partidos políticos chilenos, que fueron financiados por SQM a lo largo de la post-dictadura, fue tal el bochorno ante los mercados de metales mundiales, que una cláusula del acuerdo que renovó en 2018 y hasta el 2030 el arriendo del Salar de Atacama, fue que no participara en el directorio. Sin embargo, la exclusión siempre fue en lo formal, porque Ponce Lerou ha estado tras de cada paso dado por SQM en los últimos años.

Rompiendo el silencio que habían guardado hasta ahora, pese a saberse de estas negociaciones desde comienzos del año pasado, esta semana han salido varios senadores a exigir esta cláusula en el virtual acuerdo entre SQM y Codelco. Fue así como el senador Núñez dijo al vespertino que “un tema crucial en la empresa que crearán SQM y Codelco en ese acuerdo, es que ni Ponce ni sus hijos y familiares directos puedan ser parte del directorio de la empresa. Si esto no se cumple, yo ya no apoyaría el acuerdo, que carece de legitimidad”.

Agregó que “entre un acuerdo que legitime la corrupción, prefiero que no haya acuerdo. En vez de tener a Ponce y a sus hijos a la cabeza de la empresa, sería mejor buscar otro camino”.

Por su parte, la senadora Yasna Provoste (DC), también salió a criticar el acuerdo. “Nosotros ya solicitamos a Codelco que se mantenga hasta 2026 (la cláusula), ya que es una restricción razonable para que esta alianza público privada funcione con transparencia (…) Lo natural sería que Codelco insista como requisito la extensión de la cláusula de exclusión”.

Coincidieron los senadores Juan Luis Castro (PS), presidente de la Comisión de Minería; Loreto Carvajal (PPD) y Paulina Vodanovic (PS).

Incluso Núñez fue más allá y se atrevió a plantear alternativas al acuerdo con SQM. “Hay otras opciones, como la de volver a crear una Empresa Nacional del Litio”- sostuvo.

De igual forma, la discusión respecto de la presencia formal de Ponce Lerou o sus hijos en el directorio de la virtual sociedad es un tema menor, pues seguirán percibiendo utilidades del litio. Se sabe que si se llega a explicitar una cláusula de ese tipo, de igual forma el ex-yerno de Pinochet se las arreglará para mantener el control de los hilos, reservándose una discreta posición tras bambalinas, como lo ha hecho desde 2018. Un analista del sector minero comenta que “la discusión de la presencia formal de Ponce Lerou es un voladero de luces, tal vez es para mantener las apariencias y tener algo que decir cuando se han llevado callado desde que se sabe de las negociaciones. El tema es no firmar ese contrato y consolidar una empresa nacional de litio”- comentó.

El último ranking de las más grandes fortunas hecho por la revista Forbes, en abril de 2023, estimó que Ponce Lerou era la cuarta más grande de Chile, con US$ 3.300 millones acumulados, principalmente por la explotación de litio del Salar de Atacama.

Los analistas coinciden en que de no mediar el actual acuerdo propuesto por Pacheco, SQM se hundía como empresa, al perder su principal activo que son las reservas de litio del acuífero. Cabello calcula que arriesgaba a perder un 30% de su valor. Era sólo esperar el fin del contrato y, como una estatua de sal, se acababa el imperio de SQM.

Sin embargo, de firmarse el convenio, el gobierno de Boric perpetuaría una vez más el negocio de Ponce Lerou, quien ya a sus 77 años, está cediendo el sitio a sus hijos, galvanizando así una de las privatizaciones más oscuras de la dictadura perpetuando al clan Ponce-Pinochet como una de las familias más adineradas de Chile a costa de un recurso altamente estratégico: El Litio.

Mauricio Becerra R.
@kalidoscop
El Ciudadano


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