Nadie promete tanto como quien no va a cumplir

El Prian y sus pinches campañas horribles, como sus candidatos, sus propuestas y sus historiales políticos de corrupción. Prometen apoyos para todos los jóvenes que cumplan 18, 21 y 24 años de edad, aunque no digan cuánto dinero se requiere para ello. Prometen más seguridad, más patrullas, más cámaras, policías y drones, aunque no hablen sobre la limpieza de las corporaciones, sobre la profesionalización de los policías, sobre el aumento de sus sueldos o sobre no volver a poner a un criminal como Genaro García Luna a cargo de la seguridad del país. Prometen más educación y tecnología, más escuelas con más computadoras y más idioma inglés, aunque haya maestros que ganan 3,500 pesos al mes mientras unos pocos apalancados ganan cerca de 40,000, aunque en unas escuelas solo haya un maestro y aunque las escuelas multigrado sea algo muy común para una gran parte de la población que no conoce el pavimento y sea un término nuevo para los indiferentes que no conocen la terracería. Prometen más obra pública, aunque no digan cuál, ni dónde ni para qué. Prometen más inversiones, aunque quién sabe cuáles ni a cambio de qué. El Prian es experto en las promesas sin sustento.

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La única candidata que habla sobre la importancia de la austeridad republicana como método de combate al dispendio para ahorrar recursos es Claudia Sheinbaum. Los otros se reservan la explicación del financiamiento de sus propuestas, y las razones éticas ni las tocan porque no les importan. Los conservadores tienen trayectoria y tradición en el embaucamiento y la mentira, desde prometer apoyos en transferencias bancarias que nunca llegaron, hasta la construcción de la refinería Bicentenario, cuya barda es un gran recordatorio de sus mentiras compulsivas.

El Pueblo está harto de las promesas huecas que solo ridiculizan la política y que le quitan la seriedad a algo tan importante cómo quiénes serán los siguientes administradores del dinero público y quiénes tomarán las decisiones que nos afectan a todos. Por eso me metí a militar en Morena de lleno hace 13 años: para que la política deje de ser asunto de manipuladores, ladrones y clasistas acomplejados, y para que el Pueblo tome las riendas de la vida pública. Cuando vi al hoy presidente AMLO encarar a los escuderos de la mafia del poder, y cuando vi a millones de mujeres y hombres libres tomando las calles en defensa de la democracia y la voluntad popular, decidí que tenía que militar aquí, a lado de los más valientes, de los que hablan de lucha, de revolución, de amor, de solidaridad y de transformación.

Millones de compañeras y compañeros nos dimos a la tarea de dar todo para construir un movimiento amplio que desterrara para siempre a los políticos corruptos que hundieron a México en una crisis económica, política, social, cultural y hasta de valores, todo por mantener sus estilos de vida millonarios y malhabidos. Y por eso hoy encabrona ver a algunos de esos sinvergüenzas haciéndose pasar por simpatizantes de morena, desdiciéndose de su pasado y ocupando un lugar que no se merecen, que no entienden y que no se han ganado.

Lo cierto es que el Prian promete lo que no hicieron en todas las décadas que malgobernaron este país. Pero, además, su única propuesta es sacar a Morena, sin más. Esa es su agenda política: que un partido de reciente creación que ganó con 31 millones de votos a la buena, deje el poder. Pero contradictoriamente, prometen que los programas sociales que Morena creó, se queden. Que se vaya morena pero que se queden sus programas, dicen los atracadores de la nación.

En el tercer debate presidencial la candidata del Prian dijo que construirá cinco millones de viviendas, y lo dijo como si se tratara de la talla de sus zapatos, sin explicar el financiamiento, la ubicación, ni el método para otorgarlas. Y ése es el punto medular del hartazgo ciudadano: hablar a la ligera, prometer lo que sea y ser lengua larga de tiempo completo.

En el arranque de mentiras más desproporcionado de la candidata del Prian prometió que, quienes ganen menos de 15 mil pesos mensuales, no pagarán impuestos. No dijo cuáles impuestos, ni a partir de cuándo, ni cuánto se dejará de recaudar y mucho menos quién absorberá ese déficit fiscal. Ella solo cumplió con el requisito del Prian: prometer lo que sea para ganar votos. No le tienen ningún respeto al Pueblo, y por eso no deben volver a gobernar jamás.

Merecemos campañas potentes, a ras de piso, con mucho contenido y poco dinero. Y merecemos un gobierno honesto, que cumpla, que nos cuide y que vele por los intereses de la nación y no los de un puñado de empresarios corruptos fanáticos del dinero público (https://elsoberano.mx/plumas-patrioticas/negocios-privados-con-recursos-publicos-el-sello-de-los-conservadores/).

A lxs candidatxs les faltan algunas cosas para ganar las elecciones: A Máynez, dejar de ser un farsante; a Xóchitl, dejar de ser Xóchitl; y a Claudia, unos cuántos días. Nos vemos en las urnas.

-Eduardo Gandur-

Apasionado del heavy metal. Obradorista militante aferrado a los principios éticos; fundador y constructor de Morena. Psicólogo, diseñador de políticas públicas. Fui consejero nacional y diputado de Puebla. Actualmente director del Servicio Nacional de Empleo de Puebla. Implacable con las ideas, amable con las personas.

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