“Las regiones están muy desprotegidas culturalmente, a esos públicos hay que conquistar”
por Alejandra Villaroel
El desarrollo cultural descentralizado es por estos días uno de los ejes de gestión más relevantes para la institucionalidad cultural de Chile, tal como lo anunció recientemente la Ministra Claudia Barattini. Más allá de voluntades políticas en materia de cultura, existen buenas prácticas que dan cuenta de la acción concreta relativa a ese ámbito, acción que permite movilizar importantes iniciativas gestadas en regiones, como ocurre con el Festival Internacional de Cine de Lebu, dándolas a conocer en otros territorios como Santiago, ciudad habitualmente ajena a la mirada y riqueza local. Dicho ejercicio de difusión se lleva a cabo gracias al Programa de Descentralización Artística impulsado por el Centro Cultural Estación Mapocho, el cual apoya a dos festivales regionales acogiendo sus réplicas en la capital.
Es precisamente en el contexto de la segunda versión en Santiago del Festival Internacional de Cine de Lebu que se realizará del 27 al 29 de marzo en el Centro Cultural Estación Mapocho, que la destacada actriz de cine, teatro y televisión Catalina Saavedra conversará con el público asistente a un “Encuentro con mujeres”, el sábado 29 de marzo, a las 15:30 horas. En esta breve conversación, la actriz adelanta su mirada respecto a temas como la política cultural, participación y perspectiva de género entre otros.
– Asume una mujer la presidencia y el ministerio de cultura ¿Cuál crees que es el tema más urgente en relación a derechos y deberes de la mujer en Chile y cuál es el principal aporte de la mirada de género en el gobierno?
Supongo que la situación legal del tema del aborto, que a mi juicio a estas alturas de la vida debería ser indiscutible. En los otros derechos y deberes, sin ser experta, creo que debiésemos ir a la par en relación los hombres, derechos contractuales y todo eso. Respecto a la sensibilidad del género, las mujeres somos más buenas para apreciar la belleza en una piedra cualquiera.
-¿Cuál es tu opinión respecto a la actual política cultural de Chile?
Creo que la verdadera cultura, desde hace décadas, no es una prioridad en nuestro país. Sí lo es la cultura de la basura. Cuando la cultura deje de ser un arma para mantener ignorantes a los ciudadanos supongo que podremos avanzar en algo y tomarle el peso a la real utilidad de una buena cultura para cualquier sociedad.
– Televisión, teatro, cine ¿Cuál de esas plataformas consideras más eficaz para promover esa buena cultura?
Todas. El problema está en que sólo la televisión es masiva y popular, pero de muy baja calidad. El teatro y el cinearte todavía son para una elite, esa que tiene acceso a una buena educación, a libros, a consumir buena cultura. Un ciudadano culto, por lo general, no necesita de la televisión para inspirar su vida. Creo que es necesario abordar temas que dejen una enseñanza de vida, que, como el cine, aporten memoria, patrimonio, historia.
– ¿Cuál crees que es la responsabilidad que corresponde al arte en temas de participación e igualdad?
No veo inconvenientes en temas de participación e igualdad en relación al arte en sí mismo, este es un país muy creativo. Excepto en situaciones de financiamiento, creo que los artistas siempre estamos al tres y al cuatro en relación a nuestros ingresos y derechos. Sí creo que es una responsabilidad ser artista si elijes serlo, como en todas las profesiones. Me refiero a seriedad y calidad. A nadie le gusta atenderse con un mal médico.
– Arte y movimientos sociales ¿Qué compromiso crees que deben asumir los artistas? ¿Cuál es el tuyo propio?
Cada uno sabe. El mío es aportar, dentro de lo que se pueda, obras de calidad en forma y contenido. Intento incluir en mis personajes una mirada social, al momento de elegir los proyectos, me interesa contar historias que remuevan de alguna manera el alma del espectador.
– ¿Cuál crees que es la importancia que tiene el desarrollo de proyectos regionales como FICIL Bío Bío y cómo ha sido tu experiencia con el público en provincia?
Es fundamental que existan proyectos regionales, donde mi experiencia ha sido muy buena, receptiva. Las regiones están muy desprotegidas culturalmente hablando, están aisladas, por lo mismo la mayoría del público es muy acogedor y entusiasta frente a cualquier manifestación artística. Pero hay otros que, acostumbrados a la nada, se quedan en la nada, a esos públicos hay que conquistar.
– ¿Cuál crees que es el aporte de encuentros con el público como el que próximamente tendrás en el Centro Cultural Estación Mapocho?
La cercanía y la desmitificación del ídolo, por lo menos para mí, el compartir experiencias ciudadanas en este caso, pero habría que preguntar a las mujeres invitadas. Pienso que cualquier instancia de diálogo e integración es positiva. Los espacios para encontrarse existen, la cosa es aprovecharlos con buenas programaciones, informando a las comunidades y convocándolas constantemente. Y eso se puede hacer, por ejemplo, a través de los municipios, en forma constante y conscientemente.