Por Javier Pineda Olcay
Este domingo 09 de junio se realizaron las elecciones del Parlamento Europeo en los 27 países que integran la Unión Europea. En estas elecciones son 720 escaños a repartir, de los cuales los países que más integrantes son Alemania (96), Francia (81), Italia (76), España (61) y Polonia (53). En las últimas elecciones se eligieron 709 escaños.
Al interior del Parlamento Europeo existen “grupos políticos” o “familias políticas”, las cuales se articulan en torno a cierta afinidad ideológica. En estos grupos están: el Partido Popular Europeo (Demócrata-Cristianos y “derecha tradicional”); la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (socialdemócratas); el Renew Europe Group (liberales); el Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (verdes); el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ultraderecha dirigidos por Meloni); el grupo de Identidad y Democracia (ultraderecha dirigida por Le Penn); el grupo de Izquierda en el Parlamento Europeo (GUE/NGL) y el grupo de No Inscritos, donde hay expresiones principalmente de la ultra-derecha.
Entre estos grupos existe una coalición que hoy gobierna la Unión Europea, conformada por la alianza entre el Partido Popular Europeo, la Socialdemocracia y los Liberales, la cual mantendrá su mayoría para renovar los cargos directivos en la próxima legislatura. Mientras el Partido Popular Europeo incrementó levemente sus escaños y la Socialdemocracia mantiene sus escaños, los Liberales son los que registran la mayor pérdida. Por fuera de esta coalición, la ultra-derecha en sus distintas expresiones crece, la Izquierda mantiene y los Verdes pierden.
Composición de los grupos en el Parlamento Europeo
El principal grupo sigue siendo el Partido Popular Europeo, cuyo partido más importante es la democracia cristiana alemana (CDU) cuyo líder en el Parlamento Europeo es Úrsula von Der Leyen. Esta alianza tendría 186 escaños teniendo como principales partidos a la CDU alemana (23 escaños); el Partido Popular de España (22); la Plataforma Obywatelska de Polonia (19), los partidos Les Republicains y Les Centristes de Francia, Forza Italia, el CDS-PP y PSD de Portugal, entre otros partidos de la “derecha tradicional” europea. Las proyecciones los dejan con 184 escaños, 6 más que en las últimas elecciones. Este grupo gobierna Grecia y Polonia.
En segundo lugar está la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, en la cual se integran los partidos socialdemócratas tradicionales cuya principal referencia actual es el Comisario de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, militante del PSOE español. Los principales partidos del grupo son el PSOE Español (21), el Partido Democrático de Italia (17), el SD Alemán (16); el Partie Socialiste de Francia (13) y el Partidul Social Democrat de Rumania (11). En estas elecciones alcanzarían 138 escaños, lo cual serán dos menos que en las últimas elecciones. Este grupo gobierna España, Alemania.
En tercer lugar están los Renew Europe Group (RE), quienes agrupan a los partidos liberales de Europa. El principal partido es Renaissance de Francia dirigido por Emanuelle Macron (8); Partido ANO 2011 de República Checa (6); Progresívne Slovensko (6) de Eslovenia; de Freie Demokraten de Alemania (5); de Mouvement Democrate de Francia (4). En esta elección alcanzarían los 91 escaños, perdieron once respecto a las últimas elecciones. La principal tensión se produce por el apoyo del partido de Mark Rutto en Países Bajos para conformar un gobierno con la extrema derecha, lo cual sería una “línea roja” para esta coalición.
En cuarto lugar está el grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (FR), donde se agrupan los partidos de la ultra-derecha “reconocida al interior de la Unión Europea” por su postura pro-OTAN. Esta podría ser la principal diferencia con los grupos de ultraderecha que son parte hasta el momento del grupo de No Inscritos. Los principales partidos son Fratelli d’Italia (22) de Giorgia Meloni; Prawo i Sprawiedliwosc (Ley y Justicia) de Polonia (17); VOX de España (7); Reconquete de Francia (5); Sverigedemokraterna de Suecia (4), Nieuw-Vlaamse Alliantie (3). Esta coalición gobierna Italia y Finlandia. Nueva alianza flamenca de Bélgica, el Partido de los Finlandeses, ELAM de Chipre. La principal tensión está entre los “neutralistas” y “pro-ucrania”.
En quinto lugar, está el grupo del “Identidad y Democracia” (más euroescépticos y contra inmigración), encabezado por el Rassemblement National de Marine Le Penn (28); Lega en Portugal (7); Partij voor de Vrijheid de Países Bajos (7); el Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ) de Austria (6); Vlaams Belang (4), entre otros partidos. Este grupo gobierna Italia y también sería parte de la coalición de gobierno en Países Bajos. Demócratas Suecos.
En sexto lugar se ubican los verdes, quienes alcanzarían 55 escaños, disminuyendo 17 respecto a sus últimas elecciones. En los verdes el partido hegemónico es el Partido Verde alemán (12); siguiéndole Les Écologistes de Francia (6), GroenLinks de Países Bajos (4); Socialistisk Folkeparti de Dinamarca (3); pero también se integraría SUMAR de España. Este grupo tiene a la primera vicepresidenta de España (Yolanda Díaz) y a la Ministra de Relaciones Exteriores de Alemania.
En séptimo lugar está The Left, que agrupa a los partidos de izquierda de distintos países europeos. El principal partido es La France Insumise (7); seguida por Syriza de Grecia (4); la Alianza de Izquierda en Finlandia (Vasemmistoliilto) (3); Die Linke de Alemania (3); el Sinn Féin de Irlanda (3); Podemos de España (3); Parti du Travail de Bélgica (2), Vänsterpartiet (2), entre otros. En estas elecciones mantendrían sus 37 escaños, los mismos obtenidos en la última elección europea. La izquierda crece en Finlandia y en Bélgica.
En último lugar están los no inscritos, esto es, parlamentarios electos que no son parte de ninguno de los grupos reconocidos, que para ser constituidos requieren de a lo menos 23 parlamentarios y de 7 países. Este grupo tiene parlamentarios de la ultraderecha como el Alternative für Deutschland de Alemania (16); el Fidesz – Magyar Polgári Szövetséq, que es el partido de Víctor Orban en Hungría (9) y la Alianta pentru Unirea Romanilor de Rumania (6). Por otro lado, están los populistas del Movimiento 5 Estrellas de Italia (13). En incluso la izquierda nacionalista de Sahra Wagenknecht de Alemania (6) y el SMER – Sociálna Demokracia de Eslovaquia (5). En esta elección alcanzarían los 80 escaños, creciendo en 31 escaños. De este espacio podría surgir un nuevo grupo.
Algunas aproximaciones a los resultados de las elecciones europeas
La realidad en cada país es distinta y las alianzas a nivel europeo no se replican mecánicamente a nivel nacional. Ejemplo claro de esto es España, donde el Partido Popular es parte del grupo parlamentario de Úrsula Von der Leyen, quien este mismo domingo llamó a pactar con el PSOE y la socialdemocracia europea para “combatir a la ultraderecha”.
En primer lugar, la hegemonía de la Unión Europea se mantiene en las familias o grupos conservadores tradicionales, liberales y socialdemócratas. Los sectores conservadores crecen levemente (ganan 13 escaños), mientras que los socialdemócratas y la izquierda mantienen su votación (pierden 4 y 2, respectivamente). Los liberales y los verdes son los principales derrotados (pierden 19 y 18, respectivamente), mientras que la ultra-derecha – en sus tres expresiones – avanza en escaños en distintos países de la Unión Europea. Todo ello, en unas elecciones caracterizadas por unas altas tasas de abstención.
En segundo lugar, la coalición entre conservadores, liberales y socialdemócratas apoya férreamente a la OTAN y tiene como gran apuesta de este periodo la militarización europea, incluyendo un fuerte apoyo a la industria armamentística del continente. En el programa de esta coalición se han desplazado los intentos de hace unos años de avanzar en un “New Green Deal Europeo”. La falta de acceso al gas y petróleo barato proveniente de Rusia ha provocado que incluso los Partidos Verdes europeos acepten dócilmente el cambio de eje y prioridad en Europa. Las primeras palabras de Úrsula Von der Leyen fueron dirigidas a los socialdemócratas para articular una alianza que excluya a la ultra-derecha.
En tercer lugar, se puede constatar que la ultra-derecha crece, pero no tiene una posición homogénea respecto a la guerra. Mientras el bloque de Conservadores y Reformistas Europeos (crecen 3 escaños) ha tenido un apoyo fuerte a la OTAN (liderados por Giorgia Meloni), en el grupo de Identidad y Democracia (liderados por el Partido de Marine Le Penn, suben 9 escaños) y en las fuerzas de ultraderecha que integran el grupo de No Inscritos, como el AfD de Alemania o el Fidesz de Orbán en Hungría se debaten entre el “neutralismo” o una posición que incluso apoya a Rusia. Este último es el grupo que más crece, superando los 30 escaños.
En cuarto lugar, se puede observar que la ultra-derecha crece más en aquellos países donde las coaliciones gobernantes apoyan la guerra como es el caso de Alemania y Francia. Asimismo, en aquellos países donde apoya la guerra como en Suecia, la ultraderecha ha disminuido su votación. Incluso, en aquellos países donde la izquierda ha demostrado ser contestataria a los planteamientos bélicos ha crecido en votación como es el caso del Partido de Sahra Wagenknecht en Alemania (5,5%), el Partido del Trabajo en Bélgica (10,9%), la Alianza de Izquierda en Finlandia (17,3%) y el Vänsterpartiet en Suecia (10,9%).
Finalmente, la mayor amenaza no radica en lo que la ultra-derecha pueda realizar en el Parlamento Europeo, sino en sus proyecciones en los países más importantes del continente: Francia y Alemania, países en los cuales podrían llegar a transformarse en la primera fuerza política en las elecciones nacionales, logrando inclusive gobernar. La primera prueba de esto serán las elecciones parlamentarias en Francia que tendrán sus resultados la primera semana de julio.