Frente a las fuertes precipitaciones registradas durante este fin de semana en la Región de Valparaíso, los edificios de Euromarina II, ubicados en el sector de Reñaca en la comuna de Viña del Mar, sufrieron un enorme socavón.
El agujero, que apareció justo debajo del condominio y cuenta con más de 10 metros de profundidad y 30 de largo, amenaza la estabilidad de ambos edificios, por lo que más de 70 habitantes debieron evacuar preventivamente sus hogares.
Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, se refirió a este nuevo socavón en Viña del Mar y señaló que uno de los socios de este proyecto inmobiliario fue el expresidente Sebastián Piñera.
«Yo empiezo a investigar y afortunadamente con Google nada de se pierde y un vecino de Viña del Mar me envía una columna que yo había publicado hace 15 años, en 2009, en la cual yo me refería a una denuncia que hizo nuestra fundación por este edificio Euromarina II, que uno de los socios era Piñera y sus amigos», relató en entrevista con La Voz de los que sobran.
Piñera, sus socios y el proyecto Euromarina II
Indicó que en la columna titulada «Construcciones sin control«, que fue publicada por el diario La Nación el 04 febrero de 2009, desde la Fundación Defendamos la Ciudad, hicieron la denuncia correspondiente al arquitecto Fernando Durán, en su condición de director subrogante de obras municipales de Viña del Mar, «porque el famoso (Julio) Ventura estaba de vacaciones. Se tomó unas vacaciones ppr 15 años , con sueldo», señaló.
En el texto publicado hace 15 años, Patricio Herman planteó que los inmobiliarios que construyeron el proyecto Euromarina II, fueron «los concesionarios del Casino de Viña del Mar, tradicional e influyente institución de juegos de azar, siempre muy ligada a la municipalidad y con buenas relaciones con los poderes fácticos porteños y los políticos».
Cabe recordar la relación de negocios que tuvieron el expresidente Piñera y la familia Martínez, controladora de Enjoy, al participar juntos en sociedades, en el tiempo donde los Martínez ya controlaban casinos, incluido el de Viña del Mar, desde donde provenía gran parte de su fortuna.
Como parte del denominado «caso Enjoy», la Contraloría General de la República fiscalizó las inversiones de recursos realizadas por las administradoras de fondos responsables del fideicomiso ciego de Piñera en Enjoy S.A., empresa que fue beneficiada por la Superintendencia de Casinos y el polémico decreto 77 firmado por el exmandatario.
El denominado «salvataje» a la compañía de los Martínez, le permitió extender sus permisos de operación en los casinos municipales de Viña del Mar, Puerto Varas, Coquimbo y Pucón.
Denuncia de los vecinos de Reñaca
En su columna, el consultor urbanístico indicó que un grupo de vecinos del sector de las dunas El Encanto de Reñaca, en la comuna de Viña del Mar, había denunciado a las autoridades que la extensa calle sin salida Las Peñas, que sirve a la torre habitacional Euromarina II, no contaba «con la aprobación municipal» y que el edificio carecía «de acceso apropiado para que los bomberos, ante eventuales incendios», pudieran prestar auxilio a los residentes.
«Esta calle ciega tiene más de 300 metros de longitud y en la actualidad se realizan obras para extenderla otros 50 metros. La normativa aplicable a este tipo de obras permite un largo máximo de 100 metros; es decir, se violó la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC)», planteó en la artículo.
En el texto, Patricio Herman preguntó: ¿Qué respondieron los funcionarios públicos ante las irregularidades descritas? y destacó que habían reconocido que el largo de la calle sin salida excedía las normas vigentes, pero para justificar su existencia, «expresaron que la arteria es efecto directo de un procedimiento judicial que incluso originó otros lotes».
En la columna planteó que como la mencionada calle no fue generada por una operación inmobiliaria normal, carecía de una aprobación municipal y el reclamo se desechó, porque “no corresponde dar aplicación a la norma por tratarse de un caso excepcional” (sic). En todo caso, no queda claro si esta calle tiene la calidad de bien nacional de uso público, al igual que todas las calles del país.
Con relación con la exigencia legal (artículo 4.3.20. de la OGUC) de que “los edificios de siete o más pisos deberán contar con acceso desde la vía pública hasta la base de dichos edificios, tanto para ambulancias como también para carros bomba y/o de escalas, el que tendrá una resistencia adecuada y un ancho suficiente para permitir el paso expedito de los mismos”, Herman informó que las autoridades respondieron que la norma no forma parte de las que compete cautelar a la Dirección de Obras Municipales para los efectos de otorgar los permisos de edificación.
También indicó que en esa oprtunidad, habían respondido que todos los proyectos aprobados por la Dirección de Obras en la calle ciega se habían ajustado a la norma, lo cual se contradecía con el testimonio de los vecinos.
Según el texto, se le había pedido a la entonces alcaldesa de Viña del Mar, Virgina Reginato (UDI), que explicara a la opinión pública y a la Fundación Defendamos la Ciudad cómo se justificaba que el director de obras titular, Julio Ventura, no ejerciera su función desde hace quince años «y si durante estas prolongadas vacaciones involuntarias, la municipalidad le ha seguido pagando el sueldo».
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