Cobquecura es el primer encuentro, de otros 4 que se enmarcan en el «Proyecto Rajas» a desarrolarse durante los próximos meses. Se han dado cita comunidades afectadas y agrupaciones socioambientales cuyo objetivo es generar estrategias frente a la expansión de el modelo forestal, la industria de la celulosa, su contaminación y la injusticia que promueven en Chile…
La Red de Acción por la Justicia Ambiental y Social (RAJAS) está levantando cuatro encuentros “Por la Resistencia y Movilización frente al Saqueo”. Los (auto) convocados son las comunidades afectadas por conflictos socioambientales y territoriales con proyectos mineros, hidroeléctricos, urbanos y plantaciones forestales y celulosas.
Este último, se realiza hoy Cobquecura. Ya se han sumado, organizaciones y comunidades de Valdivia, Mehuín, Lumaco, Temuco, Renaico, Santiago, Chillán, Constitución, Licantén, Llico, Arauco, todos quienes sufren los dramáticos efectos del modelo forestal y sus impacto, por ejemplo en la disminución de las aguas superficiales y subterráneas de las tierras circundantes, y de la industrias de celulosa y su contaminación de las aguas y el aire, lo que está provocando la muerte ecosistemas fluviales y marítimos, impactando las actividades agrícolas y la salud de millones de comunidades, e impidiendo en su conjunto, alternativas de desarrollo económico para los pueblos.
CELCO, CMPC, MININCO, ARAUCO son algunos de los nombres que representan a los Grupos Económicos que a través de este modelo de desarrollo han logrado incrementar fabulosamente sus ganancias a costa de los recursos naturales de las comunidades locales y sus formas de vida, empobreciéndolas y amenazando su propia supervivencia.
Ante este escenario, los actores convocados están avanzando en la consolidación de una estrategia común para detener la expansión forestal y en definitiva, hacerla retroceder.
Algunos participantes mencionan que la situación actual, de los efectos del modelo forestal chileno, no deben tratarse como conflictos aislados, sino como un problema integral, para lo cual es necesario una coordinación de los afectados para enfrentar al modelo a través de una estrategia de exigencias mínimas (también se hablo de plataforma). Actualmente la industria forestal proyecta doblar las hectáreas plantadas de pinos al año 2020, y con esto sus impactos y daños socioambientales. La industria de celulosa y el modelo forestal, han duplicado su producción en los últimos años, poniendo a miles comunidades y territorios en riesgo.