Este miércoles 26 de junio conmemoran un nuevo aniversario del natalicio de Salvador Allende Gossens, cuya llegada a la Presidencia de nuestro país en noviembre de 1970, dio inicio a una serie de cambios sociales, económicos y políticos que generaron un fuerte impacto dentro y fuera de nuestras fronteras.
Al celebrarse 116 años de su nacimiento, ciudadanos y ciudadanas de Chile, Latinoamérica y el resto del mundo, recuerdan su espíritu de lucha, ideales e integridad personal consagrada al bienestar común y al enfrentamiento a los intereses de los poderosos.
Allende nació el 26 de junio de 1908 en Valparaíso. Desde su época de estudiante en la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile mostró su vocación por el servicio público.
De hecho, al obtener su título de médico cirujano, se dedicó a la medicina social, dejando como legado diversos trabajos sobre salud pública.
A los 25 años se convirtió en el primer secretario regional del Partido Socialista de Chile yantes de cumplir los 30 años de edad fue electo Diputado por Valparaíso y Quillota.
Bajo el gobierno del presidente Pedro Aguirre Cerda, ejerció como ministro de Salud. En 1945, Allende fue electo Senador, llegando a presidir la Cámara Alta del Congreso.
Optó cuatro veces a la Presidencia de la República, representando a una alianza cuya base la conformaban los partidos socialista y comunista.
Sin embargo, fue en su última postulación en 1970, cuando Allende venció democráticamente y llegó a La Moneda apoyado por la histórica coalición de partidos de izquierda llamada Unidad Popular (UP).
Allende y la vía chilena al socialismo
Ese hecho marcó al país y a la sociedad chilena, ya que la convicción de Allende era que el socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas, en lo que se definió como la vía chilena al socialismo.
Bajo esta bandera, por primera vez, el pueblo tenía igualdad de oportunidades y derechos como parte de un proceso que priorizó la vida digna y justa.
Durante su administración, Allende promovió importantes reformas políticas, económicas y sociales que transformaron al país, como la nacionalización de la gran minería del cobre y la profundización de la reforma agraria.
En el área de la salud se mejoró el equipamiento de los hospitales y se estableció un programa de distribución de medio litro de leche diaria a cada niño. En educación se impulsó la enseñanza preescolar, básica e industrial, además de ampliarse el acceso a la universidad. El proyecto más emblemático en esta materia fue el denominado Escuela Nacional Unificada (ENU).
Asimismo, la Unidad Popular amplió las sedes universitarias públicas en regiones, destacando zonas que nunca habían tenido oferta, como Osorno (luego Universidad de Los Lagos) o Rancagua, que tuvo el programa para técnicos universitarios para trabajadores de la Universidad Técnica del Estado.
Con el triunfo de Allende se inició una política más activa en materia de vivienda.
El período 1970-1973, se caracterizó por planes anuales, que fueron los motores de la política social de aquella época, y que tuvieron como principio básico la concepción de que la vivienda es un bien al cual tienen derecho todos los habitantes y su reparto no se puede regir por reglas económicas, sino por necesidad y condiciones sociales.
En materia de cultura, el gobierno de la Unidad Popular hizo una enorme innovación al llevar a miles de hogares libros y revistas accesibles a todo público, a través de la Editorial Quimantú.
Los viajes a balnearios populares que reivindicaron el derecho de los pobres a viajar a la playa y el descanso, también son parte del legado de Allende, así. como el apoyo estatal a la música con raíz folklórica chilena,
Golpe de Estado contra Allende acabó con el mandato del pueblo
El discurso y las medidas revolucionarias impulsadas por la administración de Salvador Allende eran abiertamente opuestas al orden establecido por Estados Unidos en la región y afectaban a los intereses de la oligarquía y de los sectores de la derecha del país, quienes iniciaron una campaña de desestabilización económica contra el gobierno.
Finalmente, el 11 de septiembre de 1973, el Gobierno de la Unidad Popular fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet. Ese día se impuso en nuestro país una brutal dictadura que duraría 17 años y que no solo acabó con el mandato del pueblo, sino también generó daños y cicatrices profundas a varias generaciones, hasta el día de hoy.
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