En el reciente debate presidencial, el presidente Joe Biden no logró despejar las preocupaciones sobre su edad, mientras que Donald Trump se mostró más efectivo en sus ataques. Trump, de 78 años, lanzó críticas sobre inmigración, política exterior y economía, mientras Biden se centró en el aborto, la democracia y los antecedentes penales de Trump.
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Sin embargo, la presentación de Biden fue dubitativa y marcada por lapsus y una voz ronca, lo que no ayudó a disipar las dudas sobre su capacidad para continuar en el cargo a sus 81 años.
El debate estuvo lleno de ataques personales, con Trump manteniendo la compostura y Biden recurriendo a insultos, calificando a Trump de “idiota y perdedor”.
Aunque Trump repitió teorías conspirativas y afirmaciones falsas, su entrega fue más clara y controlada. Biden, por su parte, tuvo dificultades para rebatir con eficacia y se mostró menos enérgico en sus respuestas.
Ambos candidatos evitaron el contacto físico y se descalificaron mutuamente como incapaces de liderar el país.
En cuestiones clave como la inmigración, Trump afirmó que los inmigrantes ilegales reciben tratamientos privilegiados mientras los veteranos sufren, aunque no presentó pruebas para sus afirmaciones.
Biden destacó un plan para resolver la guerra entre Israel y Hamás, mientras que Trump insistió en que Israel debería continuar con la ofensiva.
El presidente Biden abrió el debate hablando sobre la economía, pero su discurso fue apresurado y difícil de seguir, contrastando con los mensajes simples y directos de Trump.
En la discusión sobre el 6 de enero, Biden acusó a Trump de incitar a la turba que asaltó el Capitolio, mientras Trump evitó el tema, destacando, en cambio, su presidencia pasada.
En otros momentos del debate, la discusión se centró en la política exterior y la seguridad nacional. Trump reiteró su postura de que la invasión de Ucrania por parte de Rusia y el conflicto en Gaza no habrían ocurrido bajo su administración, acusando a Biden de debilidad en el escenario internacional.
Biden defendió sus políticas y subrayó sus esfuerzos por mantener la paz y la seguridad, aunque sus respuestas fueron a menudo interrumpidas por su tos persistente y voz ronca.
El tema del aborto fue otro punto de contención, con Biden criticando la postura de Trump y su impacto en los derechos de las mujeres. Trump, por su parte, reafirmó su apoyo a que la regulación del aborto sea decidida por los estados, lo que generó críticas de Biden, quien abogó por la restauración de las protecciones federales.
El debate también abordó la economía, donde Trump culpó a Biden por la inflación y problemas económicos, mientras que Biden intentó resaltar sus logros en la creación de empleo y la recuperación económica post-pandemia. Sin embargo, su desempeño en esta área fue visto como insuficiente para contrarrestar las críticas de Trump.
En cuanto a la inmigración, Trump aprovechó para pintar un panorama alarmante, afirmando sin pruebas que los inmigrantes ilegales estaban contribuyendo a un aumento de la delincuencia y ocupando recursos que deberían destinarse a los ciudadanos estadounidenses.
Biden defendió sus políticas migratorias y subrayó la disminución reciente en los cruces ilegales, aunque sus argumentos no fueron presentados de manera contundente.
Finalmente, el debate concluyó con preocupaciones sobre la capacidad de Biden para enfrentar los desafíos de un segundo mandato debido a su edad y estado de salud.
La próxima confrontación entre los candidatos el 10 de septiembre será crucial para ambos, con altas expectativas sobre el desempeño de Biden para contrarrestar las críticas sobre su edad y salud.
Foto: YouTube
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