El pasado sábado, el Tribunal de Garantía de La Serena decretó prisión preventiva contra un venezolano de 24 años acusado de violar y asesinar a Nicolás Pinochet García, el médico que se encontraba desaparecido tras intentar quemar el Cesfam Emilio Schaffhauser de la comuna.
Durante la audiencia de formalización, el fiscal Nicolás Nicoreanu entregó detalles sobre la detención, además de relatar las últimas horas de vida del joven profesional cuyo cuerpo apareció atado de pies en un sitio eriazo de La Serena.
Según detalló el persecutor, el hallazgo se originó tras una denuncia por presunta desgracia interpuesta el pasado miércoles 10 de julio por el padre de Nicolás Pinochet. El denunciante señaló que su hijo mantenía comportamientos extraños hace días, los cuales se derivaban del trastorno afectivo bipolar que le afectaba desde hace más de 15 años.
«Nicolás se encuentra con medicamentos, pero no sabemos si se los está tomando. Ese mismo día lunes (el día en que intentó quemar el Cesfam), salía y entraba del inmueble, pero no indicaba hacia donde se trasladaba. Luego pasó la noche en la casa y salió muy temprano al otro día», contó el padre de la víctima.
Al día siguiente del incidente en el centro de salud, el médico volvió al domicilio familiar acompañado de dos hombres de nacionalidad venezolana y una mujer boliviana. Si bien su padre le dijo que Carabineros lo estaba buscando, Nicolás le restó gravedad al hecho y anunció que se iba «de carrete» con las personas que lo esperaban afuera.
La testigo clave
Lo que pasó luego de que Nicolás abandonara el domicilio se supo gracias al testimonio de la mujer boliviana que acompañó a los dos hombres durante la tarde del crimen. La testigo, quien era pareja de uno de los venezolanos, relató que vivían los tres juntos en un domicilio ubicado en la calle Hortensia Bustamente.
La noche del lunes en que Nicolás Pinochet intentó quemar el Cesfam, los tres sujetos habían ido a comprar comida en la Avenida del Mar. Allí se encontraron con el médico, quien les preguntó dónde podía arrendar un departamento y dónde podía conseguir drogas.
Luego de que uno de ellos le confirmara que podía llevarlo a comprar sustancias, los cuatro se dirigieron al domicilio de Nicolás, donde éste recogió ropa para regalarle a los sujetos y un parlante para la «fiesta» que tendrían en la noche.
De allí, la mujer se dirigió a su casa con el parlante y la bolsa con ropa, mientras que los dos venezolanos llevaron al médico al sitio eriazo donde supuestamente comprarían las drogas. Cuando los hombres llegaron a la vivienda sin Nicolás, la testigo encaró a su pareja, quien tenía sangre en la ropa.
«¿Quieres saber la verdad? Lo matamos», le contestó el sujeto.
La captura
Fue gracias a la revisión de cámaras de seguridad del condominio donde vivía la familia de Nicolás que los funcionarios de la PDI lograron dar con el paradero de los imputados. Al llegar al lugar, uno de ellos logró escapar por la pandereta, encontrándose prófugo hasta el día de hoy.
En la audiencia de formalización del único detenido, el fiscal Nicolás Nicoreanu detalló que Nicolás Pinochet fue asfixiado y violado por los dos venezolanos, para luego ser golpeado con una roca en sus genitales y en la cabeza. Fue esta última herida, un traumatismo craneoencefálico, la que provocó su fallecimiento.
Tras ser asesinado, los hombres ataron los pies del cadáver y lo arrojaron a los matorrales, al costado de un ruco.
Por lo anterior, la fiscalía imputa al detenido el delito de violación con homicidio calificado, además de ensañamiento en grado de desarrollo consumado y en calidad de autor. El imputado fue dejado en prisión preventiva por representar un peligro para la sociedad.