Por Centro de Información Palestina
Con indignación nos enteramos de que el día miércoles 17 de julio, el embajador de Israel en Perú, Eran Yuvan, envió una carta [1] a José del Pozo Alarcón, de la Cámara Peruana del Libro, solicitando la suspensión de la presentación del libro “Palestina. Anatomía de un Genocidio” (Santiago de Chile, LOM, 2024), organizado por la Indie Books y editado por Faride Zerán, premio nacional de Periodismo y profesora titular de la Universidad de Chile; Paulo Slachevsky, editor de LOM Ediciones, y Rodrigo Karmy, doctor en Filosofía y profesor e investigador del Centro de Estudios Árabes.
La solicitud del diplomático se basa en la ‘injuria’ de que en el libro se encontrarían “elementos políticos y antisemitas”; nada más lejos de la realidad, considerando que la obra es un trabajo conjunto entre autores palestinos y judíos que reflexionan sobre el genocidio en Gaza.
Sin embargo, el aspecto más preocupante de la carta del Sr. Yuvan es que argumenta que es necesario que “se tome conciencia de que el término ‘genocidio’ en la difusión del evento, conlleva actos y expresiones de odio y violencia contra Israel y los judíos”. Nuevamente, la narrativa sionista intenta negar y silenciar la tragedia que se vive en el Territorio Palestino, provocada por ellos mismos. Recordamos que fue la propia relatora para Naciones Unidas, Francesca Albanese, quien tituló su informe “Anatomía de un Genocidio”, justamente por la situación perpetrada por el ejército israelí en Gaza. La UNRWA y varias organizaciones humanitarias han usado el mismo término para referirse al exterminio que viven los gazatíes, y, por supuesto, no podemos olvidar que la Corte Internacional de Justicia se encuentra investigando al Estado sionista por este crimen.
El número oficial de asesinados por Israel alcanza casi los 40 mil, pero investigaciones recientes apuntan a que el número real podría ascender a 200 mil, un 8,7% de la población de Gaza. Imágenes satelitales mostraron en abril que alrededor de un 75% de la infraestructura del enclave había sido dañada o destruida. Esto incluye la mayoría de los hospitales y centros médicos, como también colegios y centros educacionales en general, y también la mitad de los campamentos y refugios. Adicionalmente, desde el 7 de octubre, Israel ha cortado el suministro de agua y alimentos y ha hecho todo lo posible por impedir la entrada de ayuda humanitaria, quebrantando gravemente las leyes internacionales y violando la lista completa de derechos humanos.
Por lo mismo, nos parece de una enorme hipocresía que el representante de Israel en Perú intente censurar la presentación de un libro -por lo demás elaborado en Chile– que reflexiona sobre todo esto, acusando ridículamente de antisemitismo. Esta estrategia del sionismo no es nueva, y por lo mismo, nos parece de suma importancia condenar cada vez que este movimiento político intenta silenciar voces palestinas. Expresamos nuestro profundo rechazo a este intento de censura.
Desde el Centro de Información Palestina, queremos manifestar nuestro respaldo a los editores de la obra y a quienes luchan por transparentar la verdad de lo que ocurre en Palestina. Al mismo tiempo, nos preocupa que la acusación de «antisemitismo» se haya convertido en una excusa infundada para promover la censura contra la legítima libertad de expresión y la cultura de Derechos Humanos.
Centro de Información Palestina
19 de julio, 2024
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- La carta en cuestión: ↩︎