El sargento César Alejandro Neira Medina, del Regimiento de Inteligencia N°1 “Soberanía”, reveló que en 2019 recibió órdenes de su superior, el comandante Marcelo Manríquez Lerou, para vigilar el edificio donde trabajaba la jueza Romy Rutherford, quien investigaba casos de corrupción dentro del Ejército. Neira detalló que la misión consistía en observar a las personas que ingresaban y salían del lugar, reportando directamente a Manríquez, aunque desconocía el propósito final de la información obtenida. La Fiscalía investiga este presunto espionaje.
El 28 de junio de 2023, la Policía de Investigaciones (PDI) tomó declaración al sargento César Alejandro Neira Medina, miembro del Regimiento de Inteligencia N°1 “Soberanía”. El militar fue interrogado sobre su presencia cerca de la oficina de la jueza Romy Rutherford, quien investigaba casos de corrupción en el Ejército.
Neria desveló que en entre marzo y junio de 2019 su superior, el comandante Marcelo Manríquez Lerou, le ordenó vigilar las inmediaciones del edificio donde se encontraba la oficina de Rutherford. La tarea consistía en observar a las personas que entraban y salían del lugar, hecho que se realizaba todas las mañanas hasta las 13.30 horas de la tarde. El sargento informó que reportaba directamente todo a Manríquez, pero desconocía el uso posterior de la información recabada.
La prensa mencionó a Neira Medina por primera vez el 23 de marzo de 2021, cuando el Centro de Investigación Periodística (CIPER) publicó, imágenes de dos militares, incluyendo a Neira, supuestamente espiando el despacho de Rutherford en septiembre de 2019. La Fiscalía inició una investigación por espionaje, a cargo del fiscal Jaime Retamal.
Según el documento del medio Interferencia, en la declaración, Neira negó que la vigilancia tuviera fines de seguridad, contradiciendo la versión de Manríquez, quien afirmó que se trataba de una medida para proteger a quienes iban a declarar ante Rutherford. Manríquez sostuvo que la presencia de redes sociales sobre posibles riesgos, aunque reconoció que la actividad no se realizaba diariamente, en contraste con lo declarado por Neira.