Por Amanda Durán
Conforme la tecnología avanza ésta se ensambla más en los procesos políticos. Hasta ahora quien tiene la hegemonía de esta tecnología es esa ultraderecha y sus intereses parecen ser abiertamente hacerse con los recursos naturales y la dominación ideológica de Latinoamérica, bajo la estrategia de deslegitimar, como la nueva táctica para derrocar a gobiernos autónomos. El blanco de esta nueva era para esta deslegitimación: La población civil, quienes sufren las consecuencias más brutales, como pasa en toda guerra, o la que se presuma como tal, y a quienes están destinados los peores escenarios como veremos a continuación.
1. BOLIVIA
Nos trasladamos al 24 de julio de 2020 en Bolivia. Respondiendo a un tweet publicado por Elon Musk –CEO de Tesla, X o SpaceX-, un usuario apuntaba lo siguiente:
“¿Sabes lo que no estaba en el mejor interés de la gente?, el gobierno de Estados Unidos organizando un golpe contra Evo Morales en Bolivia para que pudieran obtener el litio”. A lo que el magnate Elon Musk no dudó en afirmar: “Daremos un golpe de Estado a quien nosotros queramos, asúmelo”.
Elon Musk no tardó mucho tiempo en borrar el post, pero era tarde, porque lo que llega a Twitter se queda en Twitter. Podríamos hablar de torpeza, pero es más verosímil que sea parte de la estrategia golpista del Siglo XX: ser lo más descarado posible, creyendo que nada se puede hacer para evitarlo.
El caso es que en este mensaje Musk reconoce abiertamente que apoyará cualquier tipo de golpe de Estado en beneficio de sus empresas.
El de Bolivia, y lo supimos por Elon, fue entonces un golpe de Estado a toda regla.
Evo Morales acababa de ganar las elecciones que le aseguraban revalidar su mandato. El gobierno estadounidense y la extrema derecha boliviana, entre amenazas, expulsaron a Evo Morales del país, quien se exilió en México.
Este golpe fue orquestado bajo la tesis de que había “evidencias de fraude electoral” según la extrema derecha. Las pruebas que ofrecieron fue un informe preliminar de la Organización de Estados Americanos, la OEA; sin embargo, cuando consiguieron su propósito de expulsar a Evo Morales de la presidencia estas evidencias de fraude se empezaron a diluir hasta el punto de concluir en que no había evidencia alguna.
La cuestión central es el litio.
Enfoquémonos en “TESLA” la empresa de automóviles eléctricos de Elon Musk, que, aunque sea alabada por sus dotes ecologistas, opera en base al litio.
En los meses previos al golpe de Estado, Musk y su empresa revelaron que querían construir una fábrica de TESLA en Brasil, la que sería abastecida con litio boliviano. Una semana antes de este mismo golpe, Morales canceló un acuerdo con una empresa alemana para el desarrollo de los depósitos de litio. ¿Casualidad?
La red de páginas y perfiles falsos de Instagram y de Facebook que difundieron campañas de desinformación:
Según una investigación del experto internacional en RRSS, Julián Macías, esta red fue financiada con 3,6 millones de euros por la empresa estadounidense CLS Strategies, vinculada al Atlantic Council, Atlas Network, la OEA, la USAID y The National Endowment for Democracy (NED). Todos organismos públicos estadounidenses o think tanks de ultraderecha, cuya principal herramienta son los golpes de Estado.
¿Qué pruebas tenemos de la intervención cibernética e informática de los Estados Unidos en Bolivia?
En primer lugar, un grupo de Facebook con 276.000 miembros, Kuña Mbarete grupo oficial, que tuvo hasta hace unos días como foto de perfil a Jeanine Añez, la golpista convertida en dictadora de Bolivia. Todos los administradores de este perfil eran páginas de Facebook dirigidas desde Estados Unidos, entre ellas la página “manda Tu acta”, en la que se difundían informaciones falsas, apuntando desde meses antes de las elecciones a que se iba a producir “fraude electoral”. Casualmente, quien estaba detrás de esta iniciativa era Nancy Nadar, secretaria del periodista Carlos Valverde, acusado de tener relaciones con instituciones estadounidenses para apoyar el derrocamiento de Evo Morales al anunciar el “posible fraude electoral” meses antes de las elecciones, y principal promotor de la campaña de información falsa del caso Zapata, en la que se le atribuía a Morales la paternidad de un menor llamado Ernesto Fidel Morales Zapata, que nunca existió.
Una campaña de desinformación que no solo se desplegó en Facebook sino también en Twitter, donde se descubrieron cientos de miles de cuentas falsas que participaron en 14 campañas, en las que más de 250.000 cuentas publicaron más de un millón de tweets en contra de Evo Morales, llamándole asesino, narcotraficante o dictador y afirmando que no existía un golpe de Estado sino un “fraude electoral” por parte de Morales. Una campaña que legitimaba el derrocamiento del entonces presidente de Bolivia mucho antes de la publicación del informe fraudulento de la OEA, que calificó como ilegítimo el proceso electoral en el que Evo Morales obtuvo la victoria.
Lo más sorprendente que revela la investigación de Julián Macías es que durante el mes de noviembre, un año antes de las elecciones, se crearon más de 100.000 cuentas falsas nuevas que apoyaron el derrocamiento de Evo -haciendo crecer el número de seguidores de algunos participantes de la oposición. Desde estas cuentas se difundieron más de millón y medio de mensajes con 14 hashtags diferentes, el más altisonante #Evonarcotraficante.
2. MÉXICO
1988
Fraude electoral
Para empezar a hablar de la guerra cibernética e informática en México no hay otro año más que 1988, con el fraude electoral de Carlos Salinas de Gortari: Es la noche del 6 de julio de 1988, cuando -en pleno conteo de votos- el sistema de cómputo electoral mexicano sufre una misteriosa caída, precisamente cuando el candidato de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas estaba a la delantera. La transmisión televisiva del conteo en tiempo real es interrumpida y al regresar se anuncian los resultados oficiales de la elección: Carlos Salinas de Gortari, candidato de la derecha (PRI), era el presidente electo de México. Los medios de comunicación no sólo no cuestionaron nada, sino que reforzaron la veracidad de esa dudosa elección.
José Ángel Gurría, director general del banco de comercio exterior, es quien desde antes de las elecciones ya le habría dicho a los inversores japoneses que el proyecto económico estaba a salvo hasta por lo menos 2018, asegurando probablemente para estos fines fraudes continuos por más de 30 años.
2012
Tomás Zerón y los 43 estudiantes de Ayotzinapa
Las elecciones del 2012 terminan con el triunfo de Enrique Peña Nieto, luego de contratar a J.J. Rendón, un estratega digital venezolano, apodado como el samurái de la estrategia o el rey de la propaganda negra, quien, además de participar en campañas como las del derechista uruguayo Juan Sartori, tiene dotes prodigiosas que se extienden a las artes militares y estrategias de guerra: Es el mismo Rendón detrás de la operación Juan Guaidó, presidente autoproclamado de Venezuela en 2020 en las costas de la Guaira, que intentó desembarcar un grupo de asalto para secuestrar al presidente Nicolás Maduro y efectuar un golpe de Estado.
J.J. Rendón también alcanzó a intervenir en México a través de la CLS strategies. La misma empresa que encontramos en Bolivia, fue fundamental para la campaña de Peña Nieto, con la creación de 20.000 cuentas falsas para difamar y difundir propaganda contra López Obrador.
Andrés Sepúlveda, el responsable digital de esta operación, dijo hace poco en una entrevista que “esta fue la campaña más sucia” que ha hecho en su vida.
Tomás Zerón, extitular de la agencia de investigación criminal bajo el gobierno de Peña Nieto, es ya un personaje crucial, cuando en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa altera las pruebas y siembra evidencia, construyendo la verdad oficial del caso. ¿Cuál? criminalizar a los estudiantes y desvincular al gobierno de su asesinato.
Según un cable de Wikileaks en 2005, fue precisamente Zerón quien compra el malware de espionaje Pegasus a Israel, y es tras la desaparición forzosa de los 43 estudiantes que Zerón dispone Pegasus, entre otras tareas, para espiar a los abogados y familiares de los estudiantes desaparecidos con el fin de callarlos bajo presión.
Para limpiar su imagen y desviar la atención, Zerón contrató a una empresa clandestina israelí (NSO Group) nada ajena a la manipulación electoral y la guerra cibernética para generar una campaña de desprestigio contra Andrés Manuel López Obrador. Esta empresa israelí, vinculada a la CIA y a la OEA, afirma haber intervenido en 33 campañas presidenciales, 27 de ellas exitosas.
2024
#Narcopresidente
Aunque sin el resultado esperado, estas “estrategias” también se desplegaron en las últimas elecciones presidenciales de 2024, esta vez a través de Atlas Network (repito, parte de CLS Strategies): el lobby de ultraderecha bajo el cual se encuentran Javier Milei, Guillermo Lasso, o José María Aznar, siendo su mayor representante en México el magnate Ricardo Salinas Pliego. Atlas Network financia la campaña de bots bajo el hashtag viral #narcopresidente.
La estrategia contra AMLO no solo eran granjas de bots manejando millones de cuentas falsas; como en el caso anterior, también se crearon vídeos, páginas web y encuestas adulteradas.
3. VENEZUELA
Si hablamos del campo de ensayo de la guerra cibernética por excelencia, no podemos dejar fuera a Venezuela, otro país en el ojo del huracán de Estados Unidos y sus intereses económicos.
Para entender la estrategia utilizada en Venezuela debemos entender la llamada “Operación Juegos Olímpicos” considerada como el primer acto de guerra cibernética en la historia, ejecutado por nada más y nada menos que la CIA y el Mosad, allá en 2008.
La Operación Juegos Olímpicos tenía como blanco el programa nuclear iraní y operó a través de un virus creado por la inteligencia israelí y estadounidense llamado Stuxnet, infectando a 45.000 sistemas computacionales. Para fines de 2009 este malware fue utilizado para sabotear el programa nuclear de Irán, asaltando los sistemas industriales de control.
Los primeros rastros que se conocen en esta clase de ataques se remontan a 1982 en el caso de la explosión del gasoducto transiberiano, cuando el presidente Ronald Reagan aprueba un sabotaje a este gasoducto soviético. Como revela un oficial de la fuerza aérea estadounidense, el objetivo era arrasar con la economía soviética, interrumpiendo el suministro de gas. Este ataque se inicia en una Cumbre del G7 cuando Estados Unidos se entera de que los soviéticos estaban buscando tecnología para construir un gasoducto teniendo que buscar fuera, debido a los bloqueos económicos. La operación se tituló “Deception program” y condujo a los soviéticos para que adquirieran una tecnología previamente saboteada. Esta operación contribuyó al desplome de la economía soviética, así como a su eventual caída.
Nuevo concepto: Guerra híbrida
Algo similar empezarían a hacer muy poco después en Venezuela, país en el que, si bien, no nace el golpismo cibernético, se vuelve la extensión de ese laboratorio de guerra híbrida, es decir, la guerra extendida más allá del campo de batalla, en todos los otros frentes: Mediático, cibernético, psicológico y por manos ya no solo del ejército ni la inteligencia, sino también de corporaciones privadas, grupos terroristas o el crimen organizado.
Una guerra psicológica que hoy no solo se infiltra en la cabeza de los venezolanos, también en la tuya y en la mía.
2002
1) Golpe petrolero
Tres años después de ser elegido presidente, se orquesta un golpe de Estado militar para derrocar a Hugo Chávez, el que no se logra completar, por lo que meses después lo intentan por otra vía, la cibernética. Lo que se conoce como el golpe petrolero de 2002 ocurre disfrazado de un paro cívico y una huelga de trabajadores; la patronal Fedecámaras y la Coordinadora Democrática, coalición opositora, sabotean a Petróleos de Venezuela, con pérdidas de alrededor de 14.430 millones de dólares. Como cualquier otro sabotaje y estandarte de la guerra de cuarta generación, primó el daño a civiles: fueron los civiles quienes vivieron estos 62 días en colas larguísimas para conseguir alimentos, gasolina o gas para cocinar, casualmente justo en época de navidad, algo en lo que por cierto la prensa hizo hincapié hasta el cansancio.
La operación bautizada en la prensa como “marcha de las antorchas” no cumplió su cometido como evento mediático, sin embargo, el sabotaje disfrazado de paro tuvo muchos efectos desgastantes, ya que además de un ataque del que difícilmente una economía se pueda recuperar, es una guerra psicológica, un evento traumático dirigido a civiles, de tal magnitud, que lo puedan (podamos) relacionar con el régimen perpetuamente.
Cómo operó este Sabotaje
Operó bajo varios frentes; aún siendo el elemento mediático fundamental, su eje central fue el frente cibernético.
Pasos:
- Algunos de los empleados alineados con el sabotaje, desconectaron y sabotearon los sistemas informáticos y de control Industrial que gestionaban la producción, refinación y distribución de petróleo y boicoteó por completo la operación de las petroleras.
- Manipulación del software de control de PDVSA. El software Scada, cuya función es mantener la operación segura de las plantas, fue desconfigurado o apagado, paralizando la producción tras la destrucción de datos y configuraciones, asegurando así que aún después del paro no se pudieran reactivar los sistemas.
- Finalmente, el uso de malware especializado para borrar y corromper la base de datos de PDVSA, atacando la infraestructura TI y causando fallos generalizados
2. Golpe de las televisoras
En el año 2002 también se dio el primer golpe de Estado mediático, así reconocido hoy por la doctrina militar internacional. Golpe de Estado donde las televisoras tomaron el control e hicieron una puesta en escena para engañar al mundo con imágenes editadas, según las cuales el presidente Chávez habría mandado a asesinar a los manifestantes de la oposición, que en ese momento eran un número importante, y qué marchaban hacia Miraflores. Se supo después de que el golpe fracasa, que todo fue un montaje y que los militares que traicionaron grabaron el video donde denuncian el asesinato de personas de hombres y mujeres, horas antes de que hubiesen sucedido los supuestos hechos.
2018
Intento de magnicidio con drones
Un día 4 de agosto, el imperio ensaya planeando un magnicidio terrorista utilizando drones. Esos drones con explosivos por suerte no explotaron en las coordenadas que ellos habían pautado, y se devela así un plan que fue fraguado en los Estados Unidos, donde estaban los campos de entrenamiento de estos terroristas. Hoy es sabido, es público y notorio: Hay responsables que han sido juzgados y gente que delató que este plan había sido orquestado por Julio Borges, María Corina Machado y Leopoldo López.
2019
Un país a oscuras
Tras la muerte de Chávez en pleno 2019, paralelo al golpe de Estado fallido del autoproclamado Juan Guaidó, se ejerció la guerra cibernética. Una serie de apagones extendidos por todo el país durante meses, entre ellos el más largo de la historia, durante siete días seguidos en varios estados.
Un país a oscuras, frase que si suena a metáfora psicológica es porque así estuvo ideado. “Un país sumido en la penumbra” es el slogan que quedaría en la memoria, y en el que la prensa no dudó en insistir hasta que éste se volviera relato oficial.
Recordemos que en la base de esta nueva era bélica el blanco está puesto en la población civil, quienes vieron obstaculizados el funcionamiento de hospitales, transportes, servicios de agua y de bancos; un clima absolutamente distópico que, al ocurrir en el contexto de una infraestructura energética débil, fue una medida implacable para el clima social.
Los mismos sistemas Scada afectados en 2002, que son el sistema crucial para el monitoreo y control de la infraestructura eléctrica, fueron nuevamente manipulados en 2019, esta vez para interrumpir la operación de la central hidroeléctrica, atacando la médula espinal del sistema eléctrico. Este sabotaje se extiende en cascada hasta llegar a la desconexión de la central hidroeléctrica Simón Bolívar, que suministra la mayor parte de la electricidad del país, causando un apagón masivo. Todo esto acompañado de un malware utilizado para corromper los sistemas de control Industrial.
2024
Fraude electoral
Con este historial no debería sorprender a nadie lo que se despliega durante estas elecciones en Venezuela en 2024; como reportó Lautaro Rivara para Diario Red, parece ser parte de una guerra cibernética.
- Ya en la jornada anterior de votación el gobierno venezolano había denunciado un sabotaje eléctrico en la subestación de Ureña, produciendo una interrupción crítica de la electricidad en varios estados.
- A pocas horas de abrir los centros de votación este martes 30 de julio de 2024, el Consejo Nacional Electoral denunció otro ataque cibernético contra el sistema de transmisión de datos.
- Un auditor externo, supervisando las elecciones para el CNE, explicó que el ataque cibernético contra el proceso electoral venezolano se trató de un DoS, denegación de servicio, ejecutado desde la República de Macedonia del Norte y que consistió en saturar las redes con una cantidad enorme de tráfico, para evitar que se pueda transmitir la información; esto logró interferir en la conexión y ralentizar el proceso de totalización de votos, calificado como un ataque global y multifactorial contra el Estado venezolano.
- Dos días después de las elecciones, el mapa de ciberataques de Kaspersky mostraba a Venezuela como el país número 46 más atacado del mundo; hoy ha ido volviendo a la normalidad, superando a Chile (número 52), llegando en días a ser el número 58.
Una guerra híbrida a todas luces premeditada, ya que no economizó en preparar a la prensa durante los meses previos a las elecciones anunciando sin dudarlo un “posible fraude”, mientras saboteaban la página del sistema electoral con el fin de que no pueda emitir resultados y volver a las transmisiones, produciendo así dudas sobre la credibilidad del mismo sistema que fue previamente saboteado.
Por otra parte, la derecha, coordinada tal y como lo hicieron en México, ha utilizado fábricas de bots para difundir mensajes falsos, atacando masivamente a todo aquel que exprese su apoyo al gobierno bolivariano. Como reportó Julián Macías, el uso de bots es explícito con miles y miles de cuentas falsas certificadas, creadas a base de Inteligencia Artificial, vinculadas con tráfico de webs porno o criptomonedas, que difunden de manera automática mensajes contra Maduro, con la misma falta gramatical y ortográfica.
Fuera de hackeos cibernéticos al sistema electoral y fábricas de bots, como parte de esta guerra híbrida no pueden faltar las noticias y encuestas falsas difundidas, no solo por estos bots sino por grandes personajes, como el ya mencionado Elon Musk, Javier Milei o Isabel Díaz Ayuso, entre otros, difundiendo videos falsos, como el caso de las cajas electorales robadas publicadas por Musk que no eran más que aires acondicionados.
Agustín Antonetti, quien trabaja para la “Fundación Libertad” de Atlas Network -ese think tank de CLS Strategies, que ya he mencionado antes- a base de bots, mentiras y “mucho dinero”, como dice Julián Macías, ha intervenido en decenas de elecciones democráticas en la región. Es él quien empieza a difundir una imagen de un policía bolivariano supuestamente apuntando a la cabeza a una mujer, bajo la leyenda “Una madre junto a su hijo piden piedad”; como respuesta el policía de la «dictadura» les apunta en la cabeza. La imagen era un corte de un vídeo en donde el policía no apunta a nadie en la cabeza.
Fake news difundidas por nada menos que Elon Musk, autor de “haremos golpes de Estado a quien queramos”, quien también se encarga de la divulgación de encuestas falsas que acaparan los medios en vísperas de la elección, encuestas utilizadas ahora como prueba de fraude, como es el caso de la más difundida: la de Edison Research, que no solo es ilegítima (una supuesta “encuesta a boca de urna”) –prohibidas en Venezuela, tal como en Chile- sino que fue creada por una empresa vinculada a la CIA publicada por medios que asumíamos serios como The Washington Post, Wall Street Journal o Reuters, proyectando al candidato Edmundo González con una victoria del 65% frente al supuesto 31% de Nicolás Maduro. Una empresa encuestadora que, por cierto, también ha participado en las elecciones de Ucrania, Georgia o Irak, países que han sido clasificados como altamente estratégicos por el gobierno estadounidense.
Ahora se sabe también que los dominios de RRSS que María Corina Machado está usando para anunciar sus resultados electorales vienen de Estados Unidos y además fueron creados apenas un día antes de las elecciones; la gran representante de la oposición, que se negó a firmar el acuerdo del CNE de reconocimiento del resultado electoral, que todos los otros candidatos opositores y oficialistas (nueve fuera de ella) sí habían firmado antes de las elecciones. Hoy se encuentra involucrada a perfiles falsos y bots, nada raro como pudimos revisar en los casos anteriores.
Así, con lo que pareciera ser un dato liviano, es como se narran las capas de una guerra híbrida. Y así mismo es como se escribe después el padecimiento de quienes la sufren en nuestro continente.
Estamos frente a una de las estrategias bélicas más sucias de la historia y aun así nadie dice “guerra” o nadie dice “golpe”. Son bombas silenciosas cargadas de indolencia y avaricia que se citan en cada nuevo capítulo de intervención a Estados soberanos de nuestro continente. De mantener la indolencia podemos ya dar la bienvenida formal a la nueva era anunciada por Rita Segato: la de la dueñidad.
Por Amanda Durán