Venezuela, el país sudamericano con las mayores reservas de petróleo, vive un momento muy complicado. Todo está en juego: la democracia, la soberanía y la paz social.
Te recomendamos: Venezuela: ¿Democracia autoritaria o dictadura imperfecta?
Fijemos posiciones respecto a dos aspectos. Primero, defender la democracia no significa darle el triunfo de facto a la oposición en contra del régimen de Nicolás Maduro, menos aún solapar posiciones intervencionistas de Estados Unidos o la Organización de Estados Americanos (OEA). Segundo, defender la soberanía y la capacidad del pueblo venezolano para dirimir sus diferencias internas no significa defender a un dictador o convalidar las locuras y balandronadas de Nicolás Maduro.
En este espacio no queremos quedar bien con nadie; simplemente y sin duda optamos por la paz y el bienestar del pueblo venezolano. Analizamos, con nuestras limitadas capacidades, los hechos y, en la medida de lo posible, apuntamos una ruta para mantener la paz social y darle vida a la maltrecha democracia venezolana.
El problema fundamental es que, a una semana de los comicios, los resultados totales de las mesas de votación siguen en la opacidad. La exigencia principal es transparencia, pero temo, por la experiencia mexicana, que ésta ya no ocurrirá porque los bandos han fijado posiciones irreductibles.
El régimen de Nicolás Maduro se declaró triunfador de los comicios, reprime manifestaciones y persigue opositores. De acuerdo a la prensa internacional, hay encarcelados más de mil 500 participantes en las manifestaciones, entre ellos muchos menores de edad, a los que amenazó con penas máximas. Además, está la expulsión de periodistas y observadores internacionales.
Nicolás Maduro se ha extralimitado, como siempre se va de boca. Su discurso se ha vuelto beligerante y hasta paranoico, culpando a TikTok e Instagram de ser los elementos por los cuales se convoca a un golpe de Estado. En el colmo de su delirio, reta a golpes a Elon Musk, dueño de Tesla y de X. Sería muy grave que en el control de las protestas de la oposición venezolana participaran personas de nacionalidad cubana, como han denunciado voceros de la oposición y periodistas.
La oposición desconoció los resultados oficiales y se declaró triunfadora. Llamó a la resistencia civil pacífica para destituir al régimen de Nicolás Maduro. Estados Unidos reconoció el triunfo opositor sin tener certeza de los resultados y, fuera de toda proporción, la OEA pidió el encarcelamiento de Maduro.
Es el momento de no caer en los discursos maniqueos. Venezuela no está entre la soberanía y la democracia. Parece complicado y lo es, pero se debe respetar la soberanía del pueblo venezolano para elegir a sus gobernantes, y estos gobernantes pueden ser electos democráticamente, por más que en estos momentos el horizonte esté plagado de nubarrones.
Dudo que los resultados electorales se transparenten; estoy seguro de que la resistencia social seguirá. El camino para respetar la soberanía, la democracia y la paz en Venezuela sería la anulación de las elecciones y su nueva realización en condiciones de transparencia, legalidad y paz. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.
Recuerda suscribirte a nuestro boletín
📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx
📰 elciudadano.com