Brutal asesinato de madre de activista en Córdoba conmociona a la región

Susana Montoya era madre de Fernando Albareda, un conocido militante de la agrupación HIJOS, que lucha por la memoria y justicia de las víctimas de la dictadura militar en Argentina. Su esposo, que era policía, fue torturado y continúa desaparecido.

Brutal asesinato de madre de activista en Córdoba conmociona a la región

Autor: Leonardo Buitrago

Susana Beatriz Montoya fue hallada sin vida el pasado fin de semana en su vivienda de la ciudad de Córdoba. Era madre de un militante de H.I.J.O.S., agrupación de hijos de desaparecidos en la última dictadura militar argentina (1976-1983), y viuda de un policía desaparecido. 

Su esposo, Ricardo Fermín Albareda, un subcomisario de la División Comunicaciones de la Policía de Córdoba que militaba clandestinamente en el PRT-ERP, el 25 de septiembre de 1979 fue secuestrado por una patota del Departamento de Inteligencia de la Policía (D2) y llevado al centro clandestino conocido Casa de Hidráulica en cercanías del dique San Roque y Villa Carlos Paz. Allí, Albareda fue torturado y asesinado. Hasta hoy continúa desaparecido.

De acuerdo a la información de medios locales, el crimen muestra evidentes signos de violencia pues la víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza y un corte fatal.

En la escena del crimen, los perpetradores dejaron una temeraria amenaza:  “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos”.

“El viernes 2 de agosto, como no podía comunicarme con ella, fui a la casa. Allí vi que estaba todo prendido, pero nadie me respondía. Entonces, pedí entrar por el lado de la vecina y la encontré muerta. El asesinato fue entre la noche del jueves 1 de agosto y la madrugada del viernes 2 de agosto. Aún no tengo información clara de lo que pasó”, relató Fernando Albareda, miembro de Hijas e Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.).

Amenazas contra activista e hijo de desaparecido

De acuerdo a las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, el 8 de diciembre del año pasado, Fernando Albareda recibió amenazas en su domicilio.

En aquel momento, encontró carteles con esvásticas y seis proyectiles de armas de fuego junto a mensajes intimidatorios que decían: “Sos hijo de Terrorista. Se te terminaron los amigos de la Policía. No vayas más a la EZC (escuela) ni a la Jefatura. Va a morir. Te vamos a juntar con tu papito”.

Sin embargo, Fernando recordó que las amenazas a su familia comenzaron en 2008, “cuando iniciamos la causa Albareda en Córdoba”, que fue “la primera causa que se abría en contra de la policía de la provincia, quienes estaban en el departamento de inteligencia, y fueron condenados a cadena perpetua. A partir de ahí, empezaron a amenazar. La última fue en diciembre”.

En un desgarrador comunicado dirigido a sus amigos y compañeros de militancia después del brutal crimen de su madre, Fernando afirmó: “Esta vez, cruzaron un límite que yo no imaginaba”.

“Me río de los nervios, llore mucho, me abrazo con todo lo que se me cruza y voy buscando la manera de ponerle palabras al espanto”, señaló al tiempo que exigió una reunión con el gobernador cordobés Martín Llaryora frente al aterrador crimen donde los asesinos dejaron escrito un mensaje mafioso y negacionista que provocó alarma por parte los organismos de Derechos Humanos.

Albareda ya había denunciado que recibía amenazas de muerte por su militancia en HIJOS de la provincia de Córdoba desde que asumió el gobierno del ultraderechista Javier Milei en Argentina, lo que trajo consigo el auge del negacionismo de los delitos de lesa humanidad perpetrados durante la dictadura.

Sin embargo, al lado del cuerpo sin vida de su madre encontró otra: «Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. #Policía», decía la amenaza escrita libre la pared.

“Ayer (domingo) fue un día muy difícil, porque después de estar en la Jefatura de Policía declarando desde las 9 hasta las 18 con un solo intervalo de 15 minutos, fui a la morgue a pedir el informe de la autopsia y me ofrecieron la posibilidad de ver a mi mamá. Pedí que me describieran como estaba y preferí no entrar”, relató Albareda, tras haber encontrado asesinada a su madre de 76 años en el patio de la casa donde vivía.

«Me destruyeron la esperanza de poder seguir en esa construcción y lazo familiar que tan bien me estaba haciendo, no solo a mi, sino a Sol y Fermín, que sabían que existía la Susana, después la abuela Susana, para finalmente reencontrar afecto y momentos compartidos con ‘la chueca'», indicó en el texto, consignado por Página 12.

“No tengo una sola palabra que pueda describir lo espantoso del momento que estoy viviendo”, indicó, haciendo mención al temor que existe dentro de su seno familiar tras el asesinato de su madre.

“Temo por mi. Temo por mi familia, mi hermano. Por cada uno/a de nosotros/as. Realmente, elegí fingir fortaleza, que se que me va a romper en mil pedazos cuando esto vaya pasando y solo estoy pensando en Nicolás, Sol y Fermín y obviamente María Paz”, explicó.

«No soy nada sin ellos, no soy nada sin ustedes, no sirvo solo, es un estado que muchas veces uno usa para disfrutar, bueno, esta soledad así, es una mierda, sin ellos y ustedes no podría dar un paso más. Estoy paralizado, estoy roto, estoy triste, angustiado y desesperado. Solo digo lo que siento y puedo expresarlo así. A mi mamá le reventaron la cabeza a ladrillazos, la apuñalaron en el cuello y no se que más», expresó en el desgarrador comunicado el militante de HIJOS.

En la carta dirigida a sus amigos y compañeros, Albareda solicitó ayuda para continuar una lucha que cruzó toda su vida y a la que ahora se suma el asesinato de su madre: “Solo me sale decirles que no me dejen, se que no va a ser el caso, que los amo profundamente. Que los necesito cerca y que no voy a parar. Están intentando, algunos de mi familia, a que pare, que me vaya, que termine. Bueno esto termina cuando yo lo decida y por ahora no está en mis planes”.

Dejó en claro que buscará por todos los medios esclarecer el asesinato de su madre: «Voy a ir a la Mesa De Trabajo por Los DDHH a contar lo sucedido, iré a la Comisión Provincial por la memoria. Quiero audiencia con el gobernador, jefe de policía, ministro de seguridad y ministro de justicia. Como dije, cruzaron el límite”, afirmó en su misiva. 

“Nosotros le vamos a pedir una audiencia al gobernador (Martín) Llaryora; queremos que este caso sea investigado y resuelto. Debe haber una decisión política del gobernador de depurar a la Policía de elementos ligados o que reivindiquen el terrorismo de Estado. Nunca Más es Nunca Más”, aseguró el el abogado Claudio Juárez Centeno, representante de Fernando Albareda.

Organismos defensores de DDHH condenan asesinato de madre de activista

Los organismos defensores de los DDHH reaccionaros a la muerte de Susana Beatriz Montoya y emitieron un comunicado donde señalan: “Nos encontramos consternados y ocupados, por el violento asesinato de la madre de un compañero de H.I.J.O.S. Córdoba, ocurrida este último viernes y las amenazas que cobardemente dejaron, dirigidas a toda su familia, donde firmaba ”#Policía“.

«Fernando Albareda es hijo de un policía que fue secuestrado y desaparecido en 1979 en el ex Centro Clandestino de detención conocido como ”Casa de Hidráulica“. Ricardo Fermín Albareda, subcomisario de la Policía de Córdoba, militaba en el PRT y tenía 37 años cuando fue secuestrado y desaparecido por la dictadura cívico-militar en septiembre de 1979, según se pudo determinar en el juicio que se realizó (y que precisamente se conoce como la ”Causa Albareda“)», detalla el texto que firman HIJOS Córdoba, Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas de Córdoba, Abuelas de Plaza de Mayo, Ex Presos Políticos por la Patria Grande de Córdoba, Asociación Civil Ex Presos Políticos de Córdoba y Mesa Provincial de Trabajo de DDHH de Córdoba.

Los organismos también expresaron: “Exigimos a la Justicia de Córdoba y al Poder Ejecutivo la urgente investigación y esclarecimiento de este hecho, como así también las amenazas sufridas por todos los integrantes de su familia, denunciadas con anterioridad; la seguridad y protección efectiva ya al compañero Fernando Albareda y a toda su familia”. El comunicado cierra: “Los discursos de odio que permanentemente circulan en nuestra sociedad son el peligro latente de cuando verdaderamente pasan a la acción. ¡Ya dijimos Nunca Más!”.

Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) condenó el cruel asesinato de la madre del activista Fernando Albareda.

A través de un comunicado, señalaron que el brutal crimen ocurre en un contexto de impunidad y odio, impulsado por el actual gobierno de Javier Milei, que avanza con el negacionismo y la reivindicación del terrorismo de Estado.

Asimismo, la organización considera imperioso investigar y esclarecer el asesinato, buscar a los responsables y tomar las medidas de seguridad y protección necesarias para Fernando Albareda, miembro de H.I.J.O.S.

«Expresamos nuestra solidaridad con él y su familia. Como trabajadores comprometidos con la verdad y la justicia reiteramos: ¡Nunca más a la violencia y a la impunidad!», señalaron en el mensaje.


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