Por Alejandra Parra
El 22 de julio de 2024 se aprobó en Estados Unidos una ley que prohíbe el uso de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés). Estas sustancias son retardantes de fuego y se utilizan en espumas para el combate de incendios en Alaska. ¿Y por qué se tomó esta decisión de prohibir el uso de esta sustancia en el país norteamericano para combatir incendios?
Los PFAS son también llamados forever chemicals o “químicos para siempre” debido a su extremada persistencia en el ambiente. Estos químicos ampliamente usados en los envoltorios desechables de comida, se asocian con un amplio rango de efectos negativos para la salud de las personas, incluyendo impactos en la fertilidad, desarrollo del feto, las funciones de las hormonas de la tiroides, y cada vez hay más evidencia del efecto de los PFAS como disruptores del sistema endocrino. El buen funcionamiento de las hormonas de la tiroides es importante en varias etapas vitales como, por ejemplo, en el desarrollo del cerebro en fetos y recién nacidos, y en síntomas de la menopausia en etapas post menopáusicas. El impacto negativo de los PFAS en el sistema inmune y su potencial impacto en una menor efectividad de las vacunas, ha sido resaltado en el contexto de la pandemia por Covid-19. Además, niveles elevados de PFAS en la sangre se asociaron con infecciones más severas por Covid-19.
Otra característica de los PFAS es su repelencia a las grasas, razón por la que se usan ampliamente en los contenedores desechables para comida. En diciembre de 2023, la Red IPEN (Red Internacional para la Eliminación de Contaminantes) liberó los resultados de un estudio donde se analizó la presencia de PFAS en artículos desechables en los que se vende comida rápida en 17 países de Asia, África, Europa, Latinoamérica y El Caribe. Las muestras fueron extraídas de productos de grandes cadenas de comida rápida, entre ellas McDonald’s, KFC, Burger King, Subway, Starbucks, y Dunkin’ Donuts.
Uno de los países donde se realizó el estudio es Argentina, donde se encontraron concentraciones de PFAS muy superiores a lo propuesto por la Unión Europea como niveles seguros para la salud de las personas. Los artículos fabricados a partir de fibras vegetales anunciados como biodegradables o compostables fueron los que tuvieron consistentemente los niveles más altos de PFAS[1].
Fuente: IPEN 2023. Forever chemicals in single use packaging and tableware from 17 countries.
Los PFAS migran del envoltorio a la comida, y de la basura al ambiente
Los PFAS pueden pasar del envoltorio a la comida que contienen, y así se ha demostrado en diferentes estudios[2][3]. Algunos PFAS al ser ingeridos se transforman en PFCAS (ácido perfluorocarboxílico), un tipo especial de PFAS asociado con toxicidad hepática, cáncer de mama, impactos negativos en el sistema reproductivo, y desórdenes del desarrollo. La exposición directa a los PFAS que pasan del envoltorio a la comida aumenta mientras más frecuente sea el consumo de esos productos. Dado que estos productos están diseñados para ser descartados rápidamente, los PFAS también migran al ambiente cuando estos productos se transforman en basura, y pueden ser consumidos por las personas a través del agua o de alimentos contaminados con PFAS que llegaron al ambiente filtrados desde vertederos o rellenos sanitarios, o desde las fábricas de los artículos bañados en PFAS. Esto corresponde a exposición indirecta. Los envoltorios de fibras vegetales promocionados como compostables podrían dar como resultado compost contaminado con PFAS, lo que llevaría a la acumulación de PFAS en alimentos producidos con suelo tratado con ese compost.
Última etapa de la ley PUSU podría protegernos de los PFAS en envoltorios de comida rápida
En Chile en febrero de 2022 entró en vigencia la primera etapa de la Ley de Plásticos de Un Solo Uso en la venta de comida preparada (Ley PUSU). En esa etapa, esta ley prohibió la entrega de cubiertos, bombillas, platos, vasos de plástico desechable y contenedores de plumavit en la venta de comida preparada tanto para delivery como para el consumo dentro de los locales, permitiendo todavía la entrega de comida en contenedores desechables que no sean de plástico para el consumo dentro de los locales. En esos momentos la ley ya establecía que el 13 de agosto de 2024 entraría en vigencia la última etapa, consistente en la prohibición de venta de comida preparada en cualquier artículo desechable para el consumo dentro de los locales, sin importar su material. Esta etapa de la ley protegería a cientos de miles de personas que hoy consumen comida en grandes cadenas de comida rápida que han dado positivo en el testeo de PFAS en sus envoltorios de papel y cartón en países de Latinoamérica y del mundo.
Sin embargo, las grandes cadenas de comida rápida ocultas tras Achiga (Asociación Chilena de Gastronomía) han iniciado una enorme campaña de lobby para impedir la entrada en vigencia de esta tercera etapa de la ley.
Algunas de las cadenas de comida rápida asociadas a Achiga, incluidas McDonald’s, Burger King, KFC y Dunkin’ donuts. Fuente: www.achiga.cl
El proyecto de modificación de la Ley PUSU pretende aplazar la entrada en vigencia de la última etapa de la ley hasta octubre de 2025. Aunque el cambio para implementar esta parte de la ley PUSU es completamente abordable, ya que solo deben comprar vajilla y cubiertos, y contratar personal para el lavado, las grandes cadenas se niegan a dejar de entregar sus productos desechables para el consumo dentro de los locales. Esto lo hacen probablemente para usar todo el stock posible antes de aceptar la entrada en vigencia de esta etapa de la ley, traspasando los costos ambientales y a la salud de las personas por más de un año adicional, en lugar de asumir el más bien escaso costo que les significaría realizar esta inversión, junto con la responsabilidad que mínimamente les cabe.
El proyecto de ley para modificar la entrada en vigencia de la última etapa de la Ley PUSU fue aprobado este 5 de agosto por la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados y pasará pronto a votación en el pleno de dicha cámara. Es de esperar que nuestros representantes defiendan la salud pública y del medio ambiente, y rechacen este proyecto de modificación de la ley. Así lo requieren las miles de personas que en Chile sufren los estragos de la exposición a los PFAS, y los impactos ambientales de los vertederos y rellenos sanitarios en sus cuerpos y territorios.
Por Alejandra Parra
Master en Planificación de la Universidad de Otago, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales. Parte del equipo coordinador de la Alianza Basura Cero Chile. Co-fundadora de la Red de Acción por los Derechos Ambientales RADA. Asesora en plásticos y basura cero para la Alianza Global por Alternativas a la Incineración GAIA.
NOTAS
[1] Taller Ecologista 2024. Sustancias químicas eternas en envases de alimentos y vajillas de un solo uso.
[2] Lerch, M., et al., Food simulants and real food – What do we know about the migration of PFAS from paper based food contact materials? Food Packaging and Shelf Life, 2023. 35.
[3] Begley, T.H., et al., Migration of fluorochemical paper additives from food-contact paper into foods and food simulants. Food Addit Contam Part A Chem Anal Control Expo Risk Assess, 2008. 25(3): p. 384-90.
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