El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo del Estado de Palestina, Mahmud Abbás, se reunieron este martes 13 de agosto en Novo-Ogaryovo donde intercambiaron puntos de vista sobre la situación en Oriente Próximo.
Putin dio la bienvenida a las autoridades palestinas y recordó que habían pasado dos años desde la última vez que se vieron aunque han seguido en contacto.
El Mandatario ruso expresó que, lamentablemente, «hoy Rusia se encuentra en la necesidad de defender sus intereses y a su pueblo con las armas en la mano» y, sin embargo, siguen muy de cerca la situación en Oriente Medio y los acontecimientos en Palestina.
«Tenemos vínculos de larga data y profundos con el mundo árabe en general, y con Palestina en particular, que apreciamos mucho. Seguimos de cerca el desastre humanitario que se está desarrollando en Palestina con profunda angustia y preocupación. Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para apoyar al pueblo palestino. Como saben, ya hemos enviado allí alrededor de 700 toneladas de diversos productos. Estamos decididos a aprovechar cualquier oportunidad que se presente para ayudar al pueblo palestino. Sobre todo, nuestra principal preocupación es la pérdida de vidas civiles. Según la ONU, ya hay 40.000 víctimas, en su mayoría mujeres y niños», subrayó Putin.
Asimismo, reiteró que desde Moscú siempre han abogado por una solución pacífica y entienden y comparten la misma posición que este problema tiene profundas raíces históricas y está relacionado principalmente con el incumplimiento de las decisiones tomadas por las organizaciones internacionales, en primer lugar la ONU, para establecer y crear un Estado palestino independiente.
«Nuestra postura sobre este tema sigue siendo la misma. La adoptamos hace mucho tiempo y de ninguna manera está motivada por consideraciones de beneficios a corto plazo. Creemos que para garantizar una paz duradera y estable en la región es imperativo implementar todas las resoluciones de la ONU, siendo la creación de un Estado palestino de pleno derecho una prioridad», dijo Putin.
Por su parte, Abbás destacó que Rusia ha sido un fiel amigo del pueblo palestino durante décadas, desde la época de la Unión Soviética hasta la Federación.
«A lo largo de todos estos años, hemos sentido constantemente el apoyo de Rusia, tanto de su Gobierno como de su pueblo, que se mantiene firme junto a los palestinos. Rusia defiende constantemente los principios del derecho y la verdad. Cada vez que he hablado de derecho internacional con el Presidente, hemos revisado las resoluciones aprobadas desde 1947, que suman más de 1.000 resoluciones aprobadas por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. A pesar de ello, la ONU no ha podido cumplir su misión y aprobar una sola resolución que garantice la aplicación de los derechos del pueblo palestino, en gran medida debido a la influencia y la presión de los Estados Unidos», agregó.
Asimismo, indicó que aprecian profundamente la atención y la importancia que se otorga en particular en lo que respecta a la situación humanitaria y a los desafíos de seguridad y abordó el tema de las recomendaciones publicadas recientemente por la Corte Internacional de Justicia que establecen claramente que la ocupación y las actividades de asentamiento israelíes son inaceptables.
«Esta decisión insta al Consejo de Seguridad, a la Asamblea General y a todas las naciones a hacer todo lo posible para detener las acciones de Israel. Las resoluciones adoptadas por la Corte Internacional instan a Israel a que cese las acciones que son totalmente incompatibles con el derecho internacional humanitario», dijo el Presidente palestino.
Finalmente, recordó la realidad de Gaza: desde el 7 de octubre, más de 40.000 personas han muerto, alrededor de 80.000 han resultado heridas y más de 15.000 siguen desaparecidas. «A eso hay que añadir que en Jerusalén y Cisjordania se están produciendo acontecimientos».
«Seguimos firmes en nuestra lucha, soportando todas las dificultades, confiando en el apoyo humanitario al pueblo palestino y en el fin de la política de deportaciones. No aceptaremos la expulsión de palestinos de la Franja de Gaza, Cisjordania o Jerusalén, como ha sucedido muchas veces antes en el siglo XX, en 1948, en 1967. Creemos que, con su apoyo, lograremos nuestros objetivos», manifestó.
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