Un paciente de 45 años que había sido diagnosticado con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), pudo recuperar el habla gracias a un implante cerebral.
De acuerdo con un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, el estadounidense Casey Harrell, presentaba graves dificultades para comunicarse debido a una fuerte debilidad muscular ocasionada por la enfermedad.
El paciente lograba comunicarse a un ritmo extremadamente lento, pudiendo articular solo siete palabras por minuto, cuando el ritmo normal de conversación en inglés es de 160 palabras por minuto.
Incluso había señalado que “no poder comunicarse es muy frustrante y desmoralizante. Es como si estuvieras atrapado”.
Ante este escenario, Harrell decidió inscribirse en el ensayo clínico BrainGate, que es desarrollado por un grupo de neurocientíficos, cirujanos, ingenieros, informáticos y matemáticos de diferentes centros de Estados Unidos con la finalidad de buscar soluciones para quienes pierden la movilidad o el habla.
De este modo, en julio de 2023, el equipo del neurocirujano de la universidad de California Davis, David Brandman, le implantó una neuroprótesis en la región del cerebro responsable de la coordinación del habla (la circunvolución precentral izquierda).
La prótesis, desarrollada por Blackrock Neurotech, cuenta con cuatro sets de microelectrodos intracorticales, que monitorean la actividad neuronal en áreas críticas del cerebro relacionadas con el habla.
Posteriormente, a través de un software se pudo decodificar las señales neuronales del paciente y transformarlas en texto que pudo ser pronunciado con la misma voz de Harrell, ya que los investigadores entrenaron un software potenciado por la inteligencia artificial (IA) con audios suyos de antes de sufrir ELA.
Paciente con ELA recuperó el habla
«Casey lloró de alegría cuando las palabras que intentaba decir aparecieron correctamente en la pantalla. En realidad, todos lloramos con él», señaló, Sergey Stavisky, neurocientífico de la universidad de California Davis. y quien participó en el estudio.
«La neuroprótesis detecta el intento de mover los músculos y hablar, lo graba y envía la señal al ordenador, que traduce los patrones de actividad cerebral en un fonema, como una sílaba o unidad del habla, y luego en las palabras que intentan decir», explicó, citado en un comunicado, difundido por la casa de estudios.
En 16 horas de uso en total, Casey Harrell logró manejar un vocabulario de 125.000 palabras y comunicarse a una velocidad de 32 palabras por minuto, con un 97,5% de precisión.
«Me ha fascinado poder volver a hablar con mis amigos y mi familia», expresó el paciente,
«Cuando comenzaron mis síntomas, mi hija apenas tenía dos meses y ahora tiene cinco años. No recuerda cómo sonaba mi voz antes de que esta enfermedad me arrebatara la capacidad de hablar con normalidad. Al inicio estaba un poco reticente, pero ahora está muy contenta de que su padre sea un robot», destacó.