En los últimos años, las bebidas sin alcohol ganaron popularidad, transformando los hábitos de consumo a nivel global. Desde cervezas sin alcohol hasta alternativas basadas en botánicos, este mercado ha crecido debido a una mayor conciencia sobre la salud y el bienestar. Según un estudio reciente, la calidad y la variedad de estas opciones han mejorado, facilitando la transición para quienes desean reducir el consumo de alcohol sin renunciar al sabor y la experiencia de beber.
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Para que una bebida sea etiquetada como no alcohólica, debe contener menos del 0,5% de alcohol por volumen. Existen varias técnicas para lograr esta baja concentración, como la filtración y la destilación, además de la modificación del proceso de fermentación. Algunas opciones, sin embargo, no imitan bebidas tradicionales, sino que ofrecen experiencias nuevas con jugos o botánicos.
A pesar de su popularidad, las bebidas sin alcohol no están exentas de controversia. John Holmes, profesor en la Universidad de Sheffield, afirma que pequeñas cantidades de alcohol en estas bebidas no afectan significativamente la salud. Sin embargo, Tim Naimi, del Instituto Canadiense de Investigación en Uso de Sustancias, menciona que se necesitarían consumir 20 latas de cerveza sin alcohol para igualar dos bebidas alcohólicas diarias.
El consumo de estas bebidas puede tener implicaciones específicas para personas con trastornos por uso de alcohol. Molly Bowdring, de la Universidad de Stanford, advierte que, aunque pueden ser útiles como sustituto, podrían activar antojos y provocar recaídas. Además, la seguridad durante el embarazo y en personas con enfermedades hepáticas también es un tema de preocupación.
A pesar de las advertencias, las bebidas sin alcohol ofrecen beneficios potenciales. Más del 80% de quienes compran estas bebidas también compran alcohol, lo que sugiere que podrían contribuir a una reducción general en el consumo de alcohol. Además, algunas investigaciones sugieren que estos productos contienen compuestos beneficiosos para la salud, como polifenoles.
El futuro de las bebidas sin alcohol parece prometedor, con un crecimiento continuo en la demanda. Aunque su impacto a largo plazo en la salud aún está por verse, estas bebidas representan una alternativa viable para quienes buscan moderar su consumo de alcohol sin renunciar al placer de una buena bebida.
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Foto: Redes
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