¡Acatzingo Milenario! Conoce un poco de este mágico rincón poblano

El municipio de Acatzingo se prepara para celebrar una de sus festividades más importantes y coloridas del año, la tradicional «Noche Mágica», acompañada del centenario de la coronación pontificia de la imagen de nuestra Señora de los Dolores, patrona de la localidad.

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Durante el mes de septiembre, las y los acatzincas se preparan para celebrar la fiesta de la virgen de los Dolores, la cual inicia el día 5 con el tradicional «Combate de las Bandas», mismo que consiste en el enfrentamiento musical de dos bandas sinfónicas patrocinadas por familiares y comerciantes del municipio.

Dicha tradición cumplirá 79 años de reunir tanto a locales como visitantes para deleitarse de rítmicas melodías durante más de 6 horas, culminando el concierto a las 4 de la madrugada del 6 de septiembre.

Posterior a esta fecha, la Parroquia de San Juan Evangelista se embellece con monumentales arreglos florales, acompañados de miles de peregrinos que visitan la imagen de «La Dolorosa», para darle gracias por los favores o milagros concedidos.

Durante los días previos al 14 de septiembre, los distintos barrios, comunidades y juntas auxiliares de la ciudad organizan celebraciones con misas, serenatas y pirotecnia, fiestas que llenan de alegría el centro de Acatzingo.

Finalmente, la fecha más esperada de todas es la noche del 14, ya que ese día se realiza la denominada «Noche Mágica», en la cual los habitantes elaboran hermosos tapetes o alfombras de aserrín, flores, frutas, y demás objetos dependiendo la creatividad de los creadores.

Las calles de la ciudad se cubren de luz, enramadas, telas y fuegos artificiales para darle la bienvenida a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, quien en punto de las 11 de la noche, recorre aproximadamente 8 kilómetros de distancia, hasta culminar su procesión en el centro histórico a las 7 de la mañana del 15 de septiembre.

Si bien no es la única fiesta que reúne estas características, las alfombras de Acatzingo se particularizan por su esencia, la calidez de su gente, y el espíritu festivo que ronda cada cuadra del municipio, mismo que envuelva a quienes deciden conocer este bello rincón poblano.

Leyenda de la Virgen de los Dolores de Acatzingo

Cuenta la leyenda que durante el año de 1609, un hombre de identidad desconocida se hospedó en un hostal a las orillas del Antiguo Camino Real a Orizaba, sitio que le pertenecía a la señora Antonia Negreiros.

Después de unos días, el hombre continuó su camino hacia el puerto de Veracruz sin llevarse sus pertenencias, las cuales dejaría encargadas a la dueña del mesón.

Pasados los meses, y al ver que dicha persona no regresaba, la señora Negreiros decidió abrir las cajas de aquel hombre, percatándose que en su interior se hallaban dos pinturas, una de la imagen del Señor Ecce Homo, y otra de la Virgen de los Dolores, copia de una imagen que se encuentra en Italia.

Al ver esto, la señora Antonia improvisó un altar al interior del mesón para darle culto, en lo que regresaba el propietario.

Durante el transcurso del tiempo, Doña Negreiros se percató que el cuadro de la virgen presentaba «sudoración», como si lo hubieran mojado, hecho que se repitió por varios días.

Al notar la consistencia del «milagro», decidió llevarlo a la parroquia del lugar, para que las autoridades eclesiásticas determinaran su situación. Sin embargo, al hacer esto, Doña Negreiros empezó a tener sueños en los que presuntamente la misma virgen María le pedía tener su altar en su casa.

Por ello, se dirigió de inmediato a la parroquia para solicitar la devolución de la imagen, sin recibir respuesta positiva. Tantas fueron las negativas por parte de los sacerdotes acatzincas que un martes de plaza (día en el que los comerciantes vendían sus productos en el centro de la ciudad), tomo la decisión de sustraer el cuadro.

Corrió rápidamente por la explanada del templo, pero, para su mala fortuna, fue descubierta por un franciscano, quien de inmediato hizo sonar las campanas para que la gente del lugar pudiera evitar el robo.

Al verse acorralada, la señora Negreiros se vio en la necesidad de arrojar la imagen de «La Dolorosa» en una fuente de agua que se encontraba a lar orillas de la plaza. Al momento de hacerlo, de manera sorpresiva y a la vista de todos, la imagen no se mojó ni dañó al momento de tocar el líquido, acción que se tomó como milagrosa.

Acatzingo de Hidalgo se encuentra a 45 minutos de la capital poblana, recorriendo la autopista Puebla-Orizaba, pasando la caseta de cobro de Amozoc.

Desde la Central de Autobuses de Puebla (CAPU), se puede tomar el camión de la línea AU, Valles o Coordinados con dirección a Chalchicomula de Sesma, mismo que hará una parada en la ciudad acatzinca antes de continuar su viaje. El costo del pasaje oscila entre los 55 a 60 pesos.

Con información de: Polo Mendoza/Melitón Salazar Monroy Foto:Polo Mendoza

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