Imagen portada. Referencial. Archivo internet. VeritasCapitur.cl
Colegio Médico advierte: «Antofagasta enfrenta una crónica de muerte anunciada si no ajustamos la normativa»
Un reciente estudio realizado por el Centro Científico y Tecnológico (CICITEM) en el Centro Educativo Integral de Adultos y Jóvenes (CEIA), ubicado frente al puerto de Antofagasta, ha encendido las alarmas sobre la calidad del aire en la ciudad. Este análisis detectó niveles alarmantes de arsénico y la presencia de metales pesados como hierro, aluminio, cadmio, níquel y zinc en el polvo depositado en el establecimiento, según informó Regionalista.cl.
La doctora Lorena Escudero, jefa del proyecto, presentó los hallazgos en una reciente exposición en el CEIA. Según la investigación, aunque las concentraciones de material particulado y gases en el aire cumplen con las normativas vigentes en Chile, las cuales son consideradas menos estrictas en comparación con las internacionales, los niveles de arsénico y otros contaminantes encontrados superan las normas internacionales de países como Suiza y Alemania.
Los análisis realizados revelaron que en algunos meses, las concentraciones de arsénico en el material particulado MP10 y MP2,5 superaron los límites establecidos por la norma primaria de calidad del aire en Chile. Aunque también se detectó plomo, este no superó los límites locales. Sin embargo, la comparación con estándares internacionales subrayó la gravedad de la situación, destacando la presencia de otros elementos como cadmio, níquel y zinc que también excedieron las normativas internacionales.
El presidente del Colegio Médico de Antofagasta, doctor Michel Marín, reaccionó a estos resultados con una advertencia categórica, según difundió Regionalista.cl «Esto es una crónica de una muerte anunciada para Antofagasta si no hacemos un cambio ahora», afirmó, subrayando la urgencia de ajustar la normativa chilena a estándares internacionales para proteger la salud de la población. «No es lo mismo que el polvo tenga arenita, a que tenga arsénico y plomo», enfatizó Marín.
Marín destacó que la historia de Antofagasta ha demostrado repetidamente los efectos devastadores de la exposición prolongada a contaminantes, haciendo referencia a los altos niveles de arsénico en el agua en la década de 1960 que resultaron en tasas elevadas de cáncer décadas después. «No podemos volver a repetir los mismos problemas que ya tuvimos hace 30, 40 o 50 años«, añadió.
El estudio de CICITEM incluyó la instalación de estaciones de monitoreo y muestreadores de material particulado, con el objetivo de identificar y evaluar la concentración de contaminantes en el aire en tiempo real. Estos resultados no solo validan las preocupaciones del Colegio Médico, sino que también exigen una acción legislativa inmediata para evitar una crisis sanitaria en la región.
«El llamado aquí es a normar y tratar de ajustar la normativa para defender la salud de la población», insistió Marín, quien hizo un llamado a los legisladores a actuar con rapidez. Según él, el ajuste normativo es esencial para evitar que la población continúe expuesta a estos elementos tóxicos, cuyas consecuencias para la salud ya están bien documentadas.
El proyecto «Estudio de la Contaminación Atmosférica en el Establecimiento Educativo CEIA», que destacó Regionalista.cl, forma parte de un esfuerzo más amplio para abordar la contaminación en Antofagasta, iniciativa que contó del Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional, con una inversión superior a los 271 millones de pesos.
La investigación de CICITEM, según el Regionalista.cl, representa un importante paso hacia la comprensión de los riesgos ambientales en Antofagasta, pero también subraya la necesidad de medidas inmediatas para proteger a la comunidad de los peligros a largo plazo que plantea la contaminación.