Durante la mañana del sábado 31 de agosto, se viralizó la entrevista en Radio Bío Bío del exministro de Salud, Jaime Mañalich, quien aseguró que los embarazos de la ministra Camila Vallejo y de la presidenta de la Cámara Baja, Karol Cariola, no eran accidentales, dejando entrever una presunta estrategia política.
Incluso, el Presidente Gabriel Boric tildó de miserables los dichos del exministro de Piñera.
Pero, las palabras de Mañalich más allá de ser una especie de «cortina de humo», para desviar la atención del Caso Hermosilla, responden a un comportamiento machista, patriarcal y violento, el que comúnmente se escuda tras la «opinión» de alguien que se podría considerar experto.
Es lamentable cómo una vez más la reproducción de las mujeres sigue siendo utilizada como un método de violencia política, en donde se enjuician ferozmente a las mujeres que apoyan el aborto, y se les crítica públicamente a quienes están gestando.
¿Por qué a los hombres que participan activamente en política no se les cuestiona cuando son padres, pero sí a las mujeres?
Para Jaime Mañalich, referirse a los embarazos de Vallejo y Cariola fue un error, en un intento desesperado de remediar el daño ocasionado. Pero, señor Mañalich vulnerar a las mujeres jamás será un error, es violencia.
Aunque, no olvidemos que el exministro de Piñera tiene tejado de vidrio: Según antecedentes recopilados para esta editorial, se pudo constatar que Jaime Mañalich fue expulsado del Colegio Médico en el año 2015, por supuestas faltas a la ética, mientras que en el 2017 reconoció haber reducido irregularmente listas de espera, por «razones administrativas». Todo lo anterior, tras una investigación de Contraloría.
Sin embargo, la miseria parece no tener límites.
¿Hasta cuándo los hombres se sentirán con la liviandad de opinar de nuestras decisiones, de nuestra sexualidad, de nosotras?
¿Hasta cuándo señor Mañalich?