Douglas Tompkins y la donación del Parque Pumalín

Bajo la sola condición de que preserve su título de reserva natural, el Parque Pumalín del empresario Douglas Tompkins podría pasar, finalmente, a manos fiscales. La donación del “santuario” de más de 280 mil hectáreas ubicado en la provincia de Palena, y que va desde la frontera chileno-argentina hasta el mar, se concretaría en el transcurso de un año.

Douglas Tompkins y la donación del Parque Pumalín

Autor: Sebastian Saá

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“Ahora, se puede decir que el parque es ‘donable’. No lo quisimos entregar totalmente golpeado por el volcán Chaitén. Quedaron destruídos caminos, edificios, puentes, campings, se dañó bosques y praderas con las cenizas…..Hoy está ‘entregable’”, declaró Tompkins en una entrevista con el medio de Copesa.

El multimillonario aprovechó la ocasión para anunciar que editará un libro que contendrá “40 historias de personas que han conservado tierras en todo el mundo”, entre las que destacó al ex presidente Sebastián Piñera y su polémico Parque Tantauco, cuyo territorio es hoy reivindicado por comunidades huilliches.

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“Probablemente Pumalín será la última entrega que hagamos”, puntualizó el estadounidense, quien pese a apoyar una causa compartida por muchos chilenos, como es la batalla en contra del proyecto de Hidroaysén, no reserva aliento para responder a las desconfianzas que aún persisten sobre su figura y la de aquellos que se han sumado a los “nobles” esfuerzos de conservación en el sur de Chile.

Las platas de Rockefeller

Según el columnista Nil Nikandrov, casi la totalidad de “la información biográfica sobre Tompkins está organizada por él mismo (…) En la cúspide de su éxito comercial, Tompkins vendió sus compañías y decidió dedicarse a los problemas de la implementar la ‘ecología profunda’… las ideas del filósofo noruego Arne Naess. Una interpretación radical de estas ideas involucra la expulsión de personas de sus tierras para que sean devueltas a su ‘estado original’”.

“Tompkins cuenta con el apoyo de fuerzas poderosas, como el clan Rockefeller”, agrega Nikandrov en una publicación para el sitio de análisis político Strategic Culture.

En el año 2001, cuando Tompkins discutía con colonos y autoridades eclesiales sobre los alcances de su proyecto, el abogado del magnate, Pedro Pablo Gutiérrez, reconoció al diario El Mercurio que el estadounidense recibía dinero de “ONGs financiadas por la Fundación Ford y la Fundación Rockefeller”, dos entidades que fueron expuestas como canales de dinero clandestino del gobierno estadounidense en las décadas de 1960 y 1980.

Un artículo de La Tercera bajo el título de “Rockefeller es el mayor financista de los ecologistas chilenos” informó, en el año 2002, respecto “de fundaciones como la Rockefeller Brothers, que ha hecho grandes y públicos aportes” de un millón y medio de dólares para la masificación del FSC (Forest Stewarship Council), una iniciativa que permite operar a las compañías forestales con un ‘sello verde’.

Tompkins no oculta el nombre de su principal inspiración. “La eco-filantropía no es una idea nueva”, declaró Douglas a la revista digital Good Planet. “Muchos parques nacionales fueron creados por individuos. John D. Rockefeller Jr. donó tierras al Grand Teton National Park” a inicios del siglo XX.

Fuera de la discusión deja, sin embargo, el oscuro legado petrolífero de Standard Oil y su desprecio por la libre competencia.

En la actualidad es el hijo de David Rockefeller, presidente del Chase National Bank y amigo personal de Agustín Edwards, quien visita la Patagonia en busca de tierras vírgenes que le permitan ampliar el proyecto extranjero de “conservación” para suplir, eventualmente, la ausencia de Tompkins. La empresa ecológica del heredero de los Rockefeller fue reporteada en 2010 por la Revista Qué Pasa.

“(…) a pesar de que la fortuna de su padre esté estimada en US$ 2.2 billones y que Forbes lo ubica en el casillero 147 entre los 400 americanos más ricos del planeta, él es un tipo al que le gusta pasar desapercibido. Por eso muy pocos saben que está en Chile”, escribió el articulista Andrew Chernin, informando que David Rockefeller Jr. había aterrizado en Balmaceda, Región de Aysén, y sostenido una reunión con el alcalde de Tortel, Bernardo López, sobre “medio ambiente y desarrollo sustentable”.

“Otra forma de colonialismo”

Sobre Tompkins se ha dicho de todo. Las críticas han provenido incluso de círculos de militares en retiro que ven Pumalín y otras iniciativas similares como un problema para la integridad territorial del país. También se ha hablado de la existencia de pedimentos mineros ocultos en el vasto territorio conservado, acusaciones que no han podido ser confirmadas, al igual que la existencia de hostigamientos a colonos para que vendan sus tierras.

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Si bien Tompkins atribuye lo anterior a dichos de “ultranacionalistas y anti-medioambientalistas”, fue el propio ex director de la ecologista Océana y ex candidato presidencial del movimiento Todos a La Moneda, Marcel Claude, el que se encargó de disparar sus dardos contra el magnate a mediados del año pasado.

“Yo tuve graves problemas con Douglas Tompkins, porque le discutí ya que él tiene una aproximación elitista al tema ambiental. Quiere que haya una gran reserva natural donde no esté presente el hombre. La pobreza y la depredación son la otra cara de una misma moneda”, dijo Claude al diario La Segunda.

“(…) tu no puedes aliarte un día con los salmoneros para luchar contra ENDESA y luego con ENDESA para luchar contra los salmoneros, utilizando todo tu background como ecologista para ponérselo al servicio de la causa al grupo Matte y lavar su imagen pública”, había declarado a El Periodista.

La doctrina del ecologismo profundo es entendida en el libro “Ecoimperialismo: poder verde-muerte negra” de Paul Driessen como una “nueva forma de colonialismo occidental que pretende imponer sus propias agendas en los países en vías de desarrollo”.

“Cabe destacar que el ejemplo Tompkins, que está firmemente instalado en la Patagonia, está siendo seguido por otros personajes de la élite financiera y empresarial de Estados Unidos y Europa”, escribe Nil Nikandrov. “Lo más escuchados son Ted Turner, George Soros, Henry Paulson (ex director de Goldman Sachs) y el empresario británico Joe Lewis. Los métodos son los mismos… Esta es una apropiación disfrazada de los recursos naturales de otros países”.

No deja de sorprender que la gran mayoría de los esfuerzos “conservacionistas” en la Patagonia estén encabezados por figuras ligadas a la banca internacional. A esta noble empresa se suma Andrónico Luksic, miembro de la Comisión Trilateral, think-tank supervisado por David Rockefeller, y el Council of the Americas, fundado por el mismo banquero para impulsar tratados de libre comercio en América Latina.

Fuente: Verdad Ahora


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