En la previa de fiestas patrias Cámara aprueba ampliación del Acuerdo Chile-Unión Europea

Numerosas organizaciones sociales, sindicales, ambientales y políticas han sido parte del rechazo a los contenidos de este tratado que hemos caracterizado como neocolonial.

En la previa de fiestas patrias Cámara aprueba ampliación del Acuerdo Chile-Unión Europea

Autor: El Ciudadano

Por Lucía Sepúlveda

Una radiografía de las votaciones

Una verdadera ensalada política fue parte del menú del 2 de septiembre en la Cámara de Diputados, con la aprobación del Tratado Chile-Unión Europea por 77 votos a favor, ocho en contra y 29 abstenciones. 41 diputados se ausentaron. El próximo paso será su tramitación por el Senado.

El ingrediente mayoritario del menú dieciochero, con una tribuna vacía, lo aportó la derecha, manifestando su alegría ante la voltereta del Frente Amplio y otros que hicieron suya la herencia de Piñera y de la Concertación. Las nuevas disposiciones reglamentarias impiden la presencia y manifestaciones de público en las tribunas: cada diputado solo puede autorizar el ingreso de un invitado.

Numerosas organizaciones sociales, sindicales, ambientales y políticas han sido parte del rechazo a los contenidos de este tratado que hemos caracterizado como neocolonial.

El primer trámite, marcado por la Suma Urgencia impuesta por el presidente Boric fue un empujón para que la Cámara, presidida por Karol Cariola impidiera de hecho una discusión de fondo de los contenidos del tratado, coartando la participación ciudadana. Hubo portazos de todos los bloques políticos como respuesta a las peticiones de audiencia realizadas por Chile Mejor sin TLC, con escasas excepciones. Sólo se pudo llegar a una comisión. El carácter anti popular de nuestra democracia quedó una vez más a la vista en esta oportunidad.

El oficialismo no tuvo la unanimidad formal que soñaba, pero se deshizo en alabanzas al tratado neocolonial que condiciona el negocio del litio a los requerimientos de la UE, reitera el rol extractivista asignado Chile a nivel global y subordina a Chile a la OTAN en el escenario global

Fue significativo el voto de la diputada Karol Cariola, comunista, integrante de la comisión parlamentaria mixta chilena-europea, que votó a favor junto a Carolina Tello, también de su partido. Por el FA aprobaron Lorena Fríes, Catalina Pérez, Jaime Sáez y Emilia Schneider. El voto socialista fue emitido por Danisa Astudillo, Ana María Bravo, Marcos Ilabaca Raúl Leiva, Daniel Melo, Juan Santana, Leonardo Soto, Raúl Soto, y Nelson Venegas. Es relevante recordar que este tratado considera un viaje anual de comisiones especiales de diputados de Chile y la UE a los respectivos destinos, para “fiscalizar” los avances del acuerdo.

En el coro de amantes del tratado no desafinó el liberal Vlado Mirosevic, quien bloqueó el paso de Chile Mejor sin TLC por la comisión de Relaciones Exteriores, impidiendo que llegara cualquier voz opositora al tratado, antes de que Boric enviara la suma urgencia. Luis Malla y Alejandro Bernales (PL) votaron también a favor. Los diputados radicales Cosme Mellado y Alexis Sepúlveda junto a Francisco Undurraga, Evópolis (Amarillos) fueron parte del bloque oficialismo-derecha que aseguró la aprobación del tratado.  

La UDI y un ecologista de nombre

Enrique Lee, Regionalista, y Félix González, ecologista de nombre, dieron el pase al tratado caracterizado como neocolonial porque la Unión Europea tendrá todas las ventajas respecto de su transición energética, en cambio Chile se limitará a surtirla de los materiales en bruto que necesita para llevarla adelante, arrasando con la biodiversidad y el agua.

Toda la UDI votó sí: Jorge Alessandri, Sergio Bobadilla, Fernando Bórquez, Gustavo Benavente, Marta Bravo, Alvaro Carter, Eduardo Cornejo, Felipe Donoso, Henry Leal, Daniel Lilayu, Cristóbal Martínez, Christhian Moreira, Marco Antonio Sulantay, Gastón von Muhlenbrock y Flor Weisse.

Los votos DC fueron de Ricardo Cifuentes, Eric Aedo y Héctor Barría. En RN dieron el sí Miguel Angel Becker, Juan Carlos Beltrán, José Miguel Castro, Andrés Celis, Mauro González, Andrés Longton, Carla Morales, Ximena Ossandón, Marcia Raphael y Hugo Rey, junto a Frank Sauerbaum y Diego Schalper.

Votaron también a favor los independientes que habitualmente votan con la derecha: Jaime Araya, Bernardo Berger, Felipe Camaño, María Luisa Cordero, Erika Olivera, Tomás De Rementería, Paula Labra, Christian Matheson, Marlene Pérez, Francisco Pulgar, Patricio Rosas, Marcela Riquelme, Natalia Romero, Jorge Saffirio, Clara Sagardia, Teao D. Hotuiti, Héctor Ulloa, Sebastián Videla. También lo hicieron Karen Medina, Rubén Darío Oyarzo y Yovana Ahumada del Partido de la Gente y Jorge Guzmán de Evolución Política (Amarillos).

Dignidad y valentía en contra

La votación en contra fue una cabal muestra de valentía que contrasta con la actitud de los comunistas chilenos. El diputado independiente Hernán Palma, fundamentó su voto en la defensa del derecho a la salud y del acceso temprano a medicamentos genéricos, bloqueado por el tratado debido a la extensión del tiempo de vigencia de las patentes, que puede llegar a 10 años.

La diputada Emilia Nuyado fue la honrosa excepción de la bancada socialista y se refirió a la pequeña agricultura familiar campesina perjudicada por estos acuerdos que sólo favorecen al agronegocio y encarecerán los alimentos.

El diputado René Alinco señaló que la historia llamaría vendepatrias a sus colegas que votaron a favor, ya que este tratado implica la pérdida de soberanía y la entrega del cobre y el litio a manos de grandes corporaciones sin que Chile pueda llevar adelante una política diferente, para impulsar industrias y romper con el esquema imperante.

La diputada Ana María Gazmuri de Acción Humanista, no intervino en la sala fundamentando su voto en contra, pero había manifestado anteriormente que su preocupación mayor es que el sistema de resolución de controversias no da garantías a Chile y será manejado por las corporaciones trasnacionales afectando la capacidad de generar políticas públicas adecuadas a nuestras necesidades.

Hubo otros cuatro votos en contra, de diputados de derecha y Republicano, que cuestionaron la entrega de soberanía, así como otros contenidos del tratado que consideran afines a la Agenda 2030 de Naciones Unidas

La bancada comunista se mostró muy alterada por el discurso republicano, similar a un tradicional discurso comunista expresando preocupaciones sobre la soberanía del país y la dependencia política, ausentes hoy en esa bancada.

Además de los diputados ya mencionados, votaron en contra Gaspar Rivas (Partido de la Gente) que también dijo que lo hacía “desde la parte izquierdista de mi ser”, Jorge Rathgeb de RN, Harry Jurgensen,  independiente de derecha y Johannes Kaiser, republicano.

Insípida abstención

En el menú dieciochero de la Cámara que presenciamos el 2 de septiembre, la abstención totalizó 29 votos y tuvo su eje en el bloque de los comunistas, con María Candelaria Acevedo, Luis Cuello, Daniela Serrano, Nathalie Castillo, Alejandra Placencia, Matías Ramírez y Lorena Pizarro.

Candelaria Acevedo y Nathalie Castillo nos habían manifestado anteriormente que votarían en contra.  Al momento de producirse la votación, abandonó la sala la diputada Carmen Hertz, que en la Comisión de Hacienda había votado a favor del tratado y esta vez eludió una definición, saliendo del recinto ¡sin votar! junto a Tomás Hirsch de Acción Humanista.

En la abstención frenteamplista estuvieron Andrés Giordano, Claudia Mix y Consuelo Veloso, todos los cuales en 2019 habían votado contra el TPP y eran críticos de los tratados. Gonzalo Winter prefirió no dar la cara y no asistió a la sesión, pese a que es parte de la comisión mixta parlamentaria chileno-europea y estuvo en diciembre en Bélgica haciendo un discurso en que pedía tomar en cuenta algunos riesgos ambientales planteados por el tratado. Tampoco asistió la diputada FA Ericka Ñanco, que en Relaciones Exteriores había votado a favor del Tratado, ignorando los impactos para el pueblo mapuche.

La diputada Viviana Delgado del partido Ecologista, otrora una voz clara contra el extractivismo, se abstuvo, junto a Roberto Arroyo del PDG.

En el europarlamento, todos los diputados de la izquierda europea y los Verdes habían votado en contra de este tratado, en la votación que tuvo lugar en esa instancia el 28 de febrero de este año, pero como son minoría, el tratado promovido por Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, resultó también aprobado ampliamente.

Recientemente von der Leyen fue reelecta en su cargo, prometiendo preparar “para la guerra” a la Unión Europea. Este tratado va a alinear a Chile con esa política que incluye también el apoyo al genocidio israelí, y la posibilidad de cooperar enviando tropas chilenas en futuros conflictos militares como los que anuncia ese bloque, ligado a los intereses de Estados Unidos y en contra de China, primer socio comercial de Chile. Estos puntos no fueron parte en ningún momento de las intervenciones que se escucharon el 2 de septiembre.

Fueron parte de la abstención la mayoría del bloque republicano: Chiara Barchiesi, José Meza, Agustín Romero, Juan Irarrázaval y Luis Sánchez y el UDI Renzo Trisotti, así como los RN Jorge Durán y Eduardo Durán, así como Sara Concha y Francesca Muñoz del Partido Social Cristiano.

Los independientes que se abstuvieron fueron menos: la inefable Pamela Jiles, Marta González, Mónica Arce, Camila Musante y Mauricio Ojeda.

Tomás Lagomarsino tomó la palabra para alabar el acuerdo en votación, partiendo con un curioso juramento de amor a los tratados y olvidando por completo su participación en la lucha contra el TPP y su rol como animador del plebiscito ciudadano autoconvocado en 2020, utilizada como una escalera para llegar a la Cámara con este lamentable desempeño.

En estas circunstancias, los integrantes de Chile Mejor sin TLC se disponen a continuar con su trabajo de pedagogía popular, buscando aclarar frente a los movimientos sociales y pueblos los contenidos de estos tratados y develar con este accionar los vacíos y debilidades de una democracia que está lejos de ser un modelo para nadie, y que deja un enorme “tejado de vidrio” a la política oficialista de relaciones internacionales que habitualmente intenta dar cátedras sobre democracia a otros países.

Por Lucía Sepúlveda

Chile Mejor sin TLC

Columna publicada originalmente el 4 de septiembre de 2024 en Liberación.

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Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.

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