El expresidente de Perú, Alberto Fujimori murió este miércoles debido a complicaciones en su estado de salud. La noticia fue confirmada por su hija Keiko Fujimori.
El exmandatario falleció tras una cruenta batalla contra el cáncer lingual, fibrilación auricular e hipertensión, entre otras dolencias.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo amaron que nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”, escribió Keiko Fujimori en su cuenta en la red social X.
Su última aparición pública fue el pasado 4 de septiembre, cuando salía de la Clínica Delgado a la que acudió junto a su hijo Kenji Fujimori para realizarse exámenes de rutina.
Sin embargo, desde días atrás, el exjefe de Estado se encontraba en un delicado estado y su médico personal, Alejandro Aguinaga, confirmó a los medios locales que “está luchando por su vida”, al tiempo que pidió que “se restrinjan las visitas”.
Legado de corrupción y violaciones a los DDHH de Alberto Fujimori
Alberto Fujimori, quien gobernó el Perú entre los años 1990 y 2000, fue señalado por por su rol en violaciones de derechos humanos, ejecuciones extrajudiciales, secuestros, desapariciones forzadas y corrupción.
Debido a estas denuncias fue condenado en 2009 a 25 años de prisión por su responsabilidad en la ejecución extrajudicial de 15 personas en el distrito de Barrios Altos de Lima, la desaparición forzada y el asesinato de 9 estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta, y dos secuestros.
En diciembre de 2023 Fujimori salió de prisión, luego de que el Tribunal Constitucional de Perú ordenara su libertad inmediata. Su salida de prisión ocurrió debido a que la sentencia del alto tribunal ratificó un fallo anterior de la misma corte, emitido en marzo de 2022, en el que se restituían los efectos del indulto humanitario otorgado al exmandatario en diciembre de 2017 por el Gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, cuando era presidente de la República, lo cual fue percibido como una maniobra política para ganar los votos de los partidarios de Fujimori en el Congreso para bloquear los procedimientos de juicio político en su contra.
En octubre de 2018, un tribunal peruano determinó que el indulto presentaba graves irregularidades y era incompatible con las obligaciones internacionales del Perú. La Corte Suprema luego confirmó el fallo y Fujimori regresó a prisión en enero de 2019.
Tres años después, en marzo de 2022, el Tribunal Constitucional anuló esos fallos y ordenó la liberación del exmandatario. Pero en abril, la Corte Interamericana de Derechos Humanos respondió ordenando al Perú “abstenerse de implementar la sentencia dictada por el Tribunal Constitucional”, ya que no había cumplido con los estándares internacionales al revisar el indulto humanitario. A partir de esa orden, Fujimori no fue liberado, consignó el portal de Human Rights Watch.
No obstante, el 4 de diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional ratificó su fallo de marzo de 2022 y ordenó nuevamente la liberación de Fujimori, argumentando que la Corte Interamericana de Derechos Humanos no tiene competencia para emitir órdenes vinculantes cuando está supervisando el cumplimiento de sus sentencias por parte de los Estados.
Tras recuperar su libertad, el político realizó algunas apariciones públicas e hizo comentarios sobre el panorama político nacional. En febrero de 2024, dijo que la presidenta Dina Boluarte terminaría su mandato en 2026 porque el fujimorismo “así lo ha acordado”.
En junio de este año, el expresidente peruano apareció en un video firmando y estampando su huella digital en una ficha de afiliación al partido Fuerza Popular. Casi un mes después, su hija Keiko Fujimori anunció que su padre iba a ser el candidato de Fuerza Popular para las elecciones presidenciales de 2026.
«Mi padre y yo hemos conversado y decidido juntos que él será el candidato presidencial», indicó en un mensaje compartido en sus redes sociales. Sin embargo Alberto Fujimori falleció este miércoles, dejando un legado de corrupción y violaciones a los derechos humanos en Perú.