La reacción

Si pudiera describir a la reacción: el grupo de oposición política que reacciona a las decisiones del primer gobierno popular de izquierda la describiría como un grupo de intereses creados con nula capacidad de respuesta, con una voluntad de poder relativamente fuerte que conlleva cinismo y hasta locura.

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Es natural esperar una reacción y que el grupo de intereses creados mande a sus hijos, primos, juventudes partidistas a amedrentar y tratar de parar la votación de la Reforma al Poder Judicial. Se juegan los futuros cargos públicos, los sueldazos, un modus Vivendi que debe tener ramificaciones difíciles de rastrear y que sostiene a una plantilla de 44 mil empleados, con el 50% de ellos con vínculos familiares.

El 11 de septiembre de 2024 en el Senado de la República, en una sede alterna, debido a la irrupción de algunas personas relacionadas con los partidos de oposición. Gracias a las redes sociales, otra vez, se logró observar a esas mini protestas, creando montajes, jóvenes polveándose la cara con vidrios rotos para simular tragedia, creando una escena en la que dramatizan su presencia en el Senado, unos verdaderos actores. Una farsa.

La historia ocurre primero como tragedia y después como farsa, frase célebre del Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte de Carlos Marx, me hizo recordar aquellas protestas en las afueras del Congreso del Estado de Puebla o aquella catarsis colectiva a las afueras del Senado de la República, las recuerdo como luchas verdaderas, con mucha convicción. Nada que ver con la marginal oposición que vimos ayer y antier. Hasta en eso.

No es que una lucha sea mejor que otra, pero es evidente que lo único por lo que se luchaba en contra de la reforma al Poder Judicial lo hacían por sus intereses y no por mejorar las condiciones de justicia que se brindan en nuestro país.

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En un ejercicio de autocrítica la Presidenta de morena Olga Lucía Romero Garcí-Crespo va a dejar el partido y podríamos preguntar, como militantes ¿qué resultados ha dejado su gestión?, ¿cuántos nuevos cuadros se lograron incorporar?, ¿cuántos cuadros se han formado?, ¿cuántos comités de base?, ¿cuántos territoriales?, ¿cuál ha sido la actividad de sus consejeros? Por mencionar algo.

La desaparición de la Secretaría de Jóvenes y las actividades de formación política en los estados, por lo menos el Puebla, ya que se centralizó todo al Instituto Nacional de Formación Política (INFP), limita el aglutinamiento de los militantes del partido. Integrantes que sin esperar cargos, prebendas y favores han estado en el proyecto obradorista desde sus inicios. Entiendo que la actividad electoral mantenga los ojos en otras direcciones, pero ya son más de dos meses y es importante seguir conservando la esencia de morena como movimiento-partido en Puebla. 

Ya viene la renovación de la dirigencia nacional  y la convocatoria parece ser un mero trámite, pero en realidad no. Para mantener el partido volteando a la izquierda, que no es una tarea sencilla debido a tantas estructuras de reciente incorporación, es natural observar estilos y métodos diferentes de participación. De la militancia depende entender y poner de su parte para los trabajos venideros, de las dirigencias corresponde armonizar los esfuerzos.

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