Grave pérdida de biodiversidad en el fiordo Comau: salmoneras y pesca bentónica bajo la lupa
Un estudio del Centro Huinay, que consideró más de un década en su muestreo, arrojó preocupantes resultados sobre la pérdida de biodiversidad en el fiordo Comau, ubicado en la Patagonia chilena. Según el informe, la biodiversidad de especies megabentónicas disminuyó en un 75% durante esa década, un hecho que se atribuye principalmente a la instalación de salmoneras y el aumento de la pesca bentónica en la zona.
Este descubrimiento ya había sido publicado en el artículo «Gradual changes of benthic biodiversity in Comau Fjord«, de Vreni Häussermann y colaboradores, en la revista Spixiana en 2013, que hoy es analizado por referentes locales de Aysén.
El informe destaca que este fiordo, caracterizado por su fauna de agua fría y dominado por organismos filtradores, ha sufrido la acumulación de desechos orgánicos provenientes de la acuicultura, el uso indiscriminado de químicos y la sobreexplotación de mitílidos. Estos factores han transformado el fiordo en un ambiente eutrofizado, donde la contaminación ha puesto en riesgo especies clave. Gracias a la comparación de fotografías submarinas y estudios taxonómicos realizados por el Centro Huinay, se pudo evidenciar la «desertificación» marina en el área.
Peter Hartmann, director de CODEFF Aisén y presidente de la Agrupación Aisén Reserva de Vida, expresó en una columna al respecto, que la aparición de salmoneras en la región ha tenido consecuencias devastadoras. «En diez años, las salmoneras pasaron de tres a veintitrés, y la sobreexplotación de la pesca bentónica redujo los desembarques en un 60%. Algunas especies desaparecieron por completo», enfatizó Hartmann. La situación es especialmente crítica, ya que estos cambios ocurrieron dentro de un área protegida, el Área Costera Marina Protegida de Huinay.
La bióloga Vreni Häussermann, quien fue entrevistada en 2021 en el programa de radio «La Otra Cara de la Moneda«, señaló que la disminución de la biodiversidad en el fiordo es una realidad innegable. «Lamentablemente, desde que se publicó el estudio, la situación no ha mejorado; de hecho, en 2021 se documentó una catástrofe marina en la zona», explicó Häussermann, resaltando la urgencia de tomar medidas para evitar mayores pérdidas .
Aunque el estudio se limitó a una zona y época específica, Hartmann subrayó que el impacto de las salmoneras se repite en otros fiordos de la Patagonia chilena, donde año tras año entre el 30% y 50% de las salmoneras presentan condiciones anaeróbicas. «El panorama es igualmente preocupante en áreas como Pitipalena-Añihue y el Santuario de la Naturaleza de Quitralco, donde la anoxia ha causado daños irreparables», agregó el activista.
Una de las críticas más contundentes es la falta de líneas base para comparar los cambios en la biodiversidad, ya que en años recientes las evaluaciones ambientales de las salmoneras se han reducido a simples declaraciones, incluso en áreas protegidas. «Las salmoneras no deberían estar en áreas protegidas. Es necesario aplicar el principio precautorio y erradicarlas antes de que el daño sea irreversible», advirtió Hartmann.
A pesar de las advertencias, la situación sigue siendo grave. Los estudios de diversas casas de estudios, han confirmado la gravedad del impacto en la fauna marina, incluidos cetáceos, aves y peces. «La huella antropogénica en el mar patagónico es innegable, y urge que la ciencia y la academia hagan visible este problema», concluyó Hartmann.