Como “el desmantelamiento de un montaje con todas sus letras”, calificó el senador Navarro a la resolución de la Corte de Apelaciones de Concepción que confirmó la libertad de Emilio Berkhoff. Navarro señaló que la Corte decidió de esa manera “porque la fiscalía no fundó bien su solicitud, por errores de forma, por lo incompleto del escrito. Aquí no sólo se confirma la libertad del imputado, sino el mal trabajo de la Fiscalía”
Navarro, miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, señaló que “en ningún país moderno se puede condenar sólo con testigos secretos, deben concurrir otras pruebas. En cambio, la fiscalía ha perseverado a pesar de que no hay caso alguno que se pueda justificar. La libertad de Berkhoff es la antesala a su absolución total”.
El miembro de la Cámara Alta recordó que “fue el ex Ministro Chadwick y el ex Presidente Piñera quienes de manera irresponsable condenaron por televisión y pidieron las penas del infierno para Berkhoff. Y esa es la única razón por la cual los fiscales han continuado el juicio, pues deben justificar de alguna manera, aunque pierdan el caso, que tenían al menos alguna razón para iniciarlo. Hoy es sólo la inercia la que los compele a continuar”.
El parlamentario señaló que “es la misma actitud del senador Espina, quien critica la liberación de imputado por golpear a un Carabinero en una protesta estudiantil. Las prisiones, detenciones y condenas se realizan con pruebas suficientes, no con fotografías de facebook, poster de artistas de rock, bolsas de pasas, posesión de libros de Carlos Marx o posters del Che Guevara. Por suerte aún hay jueces para detener las apetencias dictatoriales de algunos fiscales y del Senador Espina”.
Navarro señaló que “tenemos la absoluta conciencia de que nuestro proyecto de ley que establece casos de para prohibición y restricción de testigos secretos es la solución para evitar la prolongada detención de personas que lamentablemente son condenadas aún antes de la sentencia de un juez, y evitar los bochornos internacionales que producen casos como este, los que sólo se justificarían si aún viviera Pinochet, pero que lamentablemente aún se producen en democracia”.