En una innovadora combinación de arte y activismo, el famoso artista callejero Banksy ha financiado la creación del MV Louise Michel, un barco de rescate que patrulla las aguas del mar Mediterráneo. Esta embarcación, que zarpó por primera vez el 18 de agosto de 2020 desde Burriana, Castellón, tiene como misión salvar vidas y defender los derechos de quienes buscan refugio en Europa.
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El Louise Michel, anteriormente conocido como Suroît, es un patrullero de 30 metros de longitud, que alcanzó una velocidad de más de 28 nudos. Banksy personalizó el barco con una vibrante decoración en tonos rosados, incluyendo una reinterpretación de su célebre mural «Niña con globo», que ahora adorna sus paredes.
Bajo la dirección de un equipo de activistas y rescatistas de diversas partes de Europa, el barco se ha convertido en un símbolo de resistencia contra las políticas migratorias europeas que, según Banksy, han llevado a miles de personas a perder la vida en el Mediterráneo. «La frontera mediterránea es considerada la más mortífera del mundo», ha declarado el artista, enfatizando la urgente necesidad de una respuesta humanitaria ante la crisis migratoria.
El MV Louise Michel no solo se dedica al rescate; su objetivo es también promover los principios del feminismo, la inclusión y la justicia social. En su página oficial, se afirma: «Defendemos el derecho marítimo y rescatamos a cualquier persona en peligro sin prejuicios». La embarcación busca desafiar las políticas que permiten que personas se ahoguen en el mar y aboga por la libertad de movilidad para todos.
Banksy adquirió el barco con los ingresos de sus obras de arte, una clara manifestación de su compromiso con causas sociales. La elección del nombre «Louise Michel» rinde homenaje a la educadora y anarquista francesa, símbolo de lucha y resistencia.
A medida que el Louise Michel continúa su labor en el Mediterráneo, se reafirma su papel no solo como un medio de rescate, sino como un faro de esperanza y un llamado a la acción en tiempos de creciente xenofobia y deshumanización en Europa.
Nota especial: Fernando Cabrera para El Ciudadano México
Foto: Redes
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