POR SOFÍA BASCUÑÁN
Luego de una exhaustiva investigación que tuvo inicio en el año 2019, Ernesto López Morales, profesor de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Chile, fue expulsado de la carrera e inhabilitado para ejercer cargos públicos durante 5 años, tras determinar acoso sexual a alumnas. Incluso, este sería el primer sumario que concluye con la expulsión de un académico en dicha universidad, siendo el primer académico expulsado de dicha casa de estudios por este tipo de denuncias.
Sin embargo, una publicación de la AML reveló que López Morales, renunció a la universidad antes de que se ejecutoriara el sumario y comenzó a trabajar en otra universidad pública del sur del país.
«Como estudio, durante todo el tiempo que duró la investigación del sumario, insistimos en que se terminara con el proceso, sobre todo después de que el renunciara y se fuera a trabajar a otra institución pública, porque era necesario que el fuera finalmente inhabilitado de trabajar en cargos públicos”, dijo Francisca Milán, de AML.
El caso involucró a cinco víctimas y se extendió por varios años. La burocracia del estatuto administrativo sigue siendo un obstáculo para las víctimas, alargando innecesariamente los procesos de justicia, según detallaron a través de un post en X, la AML defensa de mujeres.
También señalaron que: “A pesar de los avances en políticas de género y la creación de organismos específicos dentro de las universidades, sigue siendo un obstáculo que prolongan innecesariamente los proceso, dejando a las víctimas en un estado de incertidumbre y vulnerabilidad” y que dicha demora ha generado un desgaste emocional significativo.
Además, AML Defensa de Mujeres presentó pruebas y testimonios clave que demostraron un patrón de abuso de poder por parte del profesor, quien condicionaba el avance académico de las alumnas a relaciones que, aunque en apariencia consensuadas, estaban claramente marcadas por la coerción y el abuso -se lee en la publicación de la entidad-.