Siete cárceles del estado de Puebla fueron cerradas por carecer de las condiciones necesarias para operar, esto en atención a las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
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Lo anterior fue dado a conocer en una publicación de Periódico Oficial del Estado (POE), en la que se indica que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se encargó de llevar a cabo este cierre tras reubicar a los internos en otros centros penitenciarios.
Cuatro de las cárceles que se cerraron desde el lunes 30 de septiembre están ubicadas en Tetela de Ocampo, Tecali de Herrera, Chignahuapan y Zacatlán, que en total suman una población de 232 reos.
Asimismo, se cerraron los centros penitenciarios de Atlixco, Chiautla de Tapia e Izúcar de Matamoros, mismos que ya no eran utilizados a raíz de afectaciones sufridas durante el sismo del 19 de septiembre de 2017.
La publicación también da a conocer que las personas que estaban recluidas en estas cárceles fueron trasladadas al penal de San Miguel, en la ciudad de Puebla.
No obstante, se espera que posteriormente sean llevados a otras cárceles del estado, las cuales serán definidas por la Subsecretaría de Centros Penitenciarios.
Fue a través del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2022, realizado por la CNDH, que el gobierno estatal pudo identificar que las cárceles de Puebla padecen problemas como sobrepoblación, hacinamiento, alimentación, falta de personal operativo y técnico, entre otras cosas.
De acuerdo con ese diagnóstico, las cárceles de Puebla tienen una calificación de 5.2, la cual es reprobatoria, lo que además quiere decir que éstas tiene un impacto negativo en el proceso de reinserción social de los individuos.
Foto: Archivo El Ciudadano México
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