Esta decisión fue tomada por el mandatario luego de su visita al país mencionado, enfatizando que solamente quedarán los militares encargados de la seguridad de la embajada de Estados Unidos en Kabul.
El plan de Obama es que el número de soldados se reduzca de 32.800 a finales de 2014 a 4.900 para el próximo año. El mandatario destacó que los soldados estadounidenses ya no patrullaran las calles de las ciudades, ni las montañas y valles de Afganistán a partir de 2015.
“Los americanos han aprendido que es más difícil terminar las guerras que empezarlas”, afirmó Obama, agregando que “Afganistán no será un lugar perfecto, pero no es responsabilidad de Estados Unidos hacer que lo sea”.
El presidente espera que la retirada completa de los militares se dé en dos años más, justo cuando termina su segundo y último gobierno en la Casa Blanca. Además el mandatario señaló que el propósito de las misiones está definido, recalcando que el ejército afgano será plenamente responsable de la seguridad del país.