Banquetera «Chocolatte y Naranja» enfrenta denuncia por estafa tras dejar a novios sin boda

Este miércoles, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) denunció a la banquetera “Chocolatte y Naranja” por presuntos delitos de estafa, tras las denuncias de novios que acusan a la empresa de haberlos dejado sin boda.

Según detallan desde el organismo, las personas afectadas apuntaron a incumplimientos de los servicios contratados, los que corresponderían a cambios unilaterales, cancelaciones de eventos sin aviso previo y falta de comunicación.

Asimismo, los afectados reclamaron incumplimientos en la devolución del dinero por parte de la banquetera, lo que provocó la pérdida de confianza para las personas afectadas.

Además, las y los consumidores reclaman en contra de la banquetera por incumplimientos en la devolución del dinero, lo que ha generado la pérdida de confianza para las personas afectadas.

Desde el organismo apelaron a la gravedad de los reclamos recibidos, ya que los consumidores fueron afectados emocional y financieramente tras el incumplimiento de la empresa.

El director del Sernac, Andrés Herrera, explicó que el Servicio adoptó esta decisión ante la gravedad de los reclamos recibidos, donde las personas afectadas indican que fueron afectados emocional y financieramente luego que la empresa no cumpliera con sus compromisos.

«Vamos a poner los antecedentes ante el Ministerio Público porque podemos estar en presencia de hechos que pueden constituir delitos, por ejemplo, estafa y apropiación indebida», afirmó.

«Se trata de una situación muy grave, pues las y los consumidores contrataron los servicios de esta banquetera para que organizara sus bodas, que es uno de los momentos más relevantes en la vida de las personas, por lo que, al verse enfrentados a incumplimientos en la prestación de los servicios comprometidos, incluso algunas personas nos indican que el evento ni siquiera se realizó, es algo que no se puede tolerar», recalcó la autoridad.

Herrera explicó que el objetivo de esta denuncia ante el Ministerio Público es que el ente persecutor, en base a sus competencias, inicie una investigación desde una arista penal, que derive en las penas correspondientes para la o las personas responsables, que pueden considerar incluso penas de cárcel.

Destacó que de los reclamos recibidos por organismo, y que fueron cerrados de forma favorable, es decir, aquellos en los que la banquetera se comprometió a dar una solución, todos tienen aviso de incumplimiento, reportado por las mismas personas afectadas. Es decir, la empresa tampoco ha cumplido con la solución ofrecida.

Desde el Sernac recordaron que los consumidores tienen derecho a que se respeten las condiciones pactadas al contratar servicios de organización de eventos.

Por tal motivo, instaron a contactar a empresas con prestigio en el rubro, exigir presupuestos por escrito y pagar abonos parciales en lugar del monto total.

Señalaron que cuando una empresa sistemáticamente no cumple con lo comprometido, no responde por su incumplimiento y no está ubicable para sus clientes, es razonable pensar que puede haber una intención de engañar. Cuando esto sucede, el Sernac deriva los antecedentes al Ministerio Público, para que, utilizando sus facultades, investigue penalmente este tipo de casos, tal como ocurre con «Chocolatte y Naranja».

Reclamos contra «Chocolatte y Naranja»

La situación con la banquetera surgió luego de que el organismo recabara una serie de antecedentes, reclamos e incumplimientos en los servicios contratados.

Por ejemplo, una afectada que contrató servicios de Chocolatte y Naranja relató: “Nadie veía sus platos, ni las cosas que estaban comiendo, no había luz. Hasta quienes servían se iluminaban con las linternas de los teléfonos”.

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Mientras que otra consumidora contó que previo a la celebración de su boda: “Apareció la dueña de la parcela, quien me dijo que había un problema grave, ya que, la banquetera no había pagado el arriendo, y si no pagábamos en ese momento, ella cortaría la luz. Ante esta situación, tuvimos que juntar entre familiares y amigos un monto de $1 millón 200 mil”.

Y añadió: “Era un día importante y son recursos que uno utiliza en una experiencia que nunca más se va a repetir. Lo único que rescato de mi matrimonio fueron las cosas que no dependían de la empresa”.

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